Mario Perozo Naveda: Ay Colombia de mi corazón

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En 1992, visité Colombia por primera vez, me fui por tierra y cuando pasé la
frontera conocí por primera vez los puestos de “apuestas” o ventas de lotería, que
era como muchos Colombianos se ganaban la vida. Al llegar a Bucaramanga la
familia de mi esposa, se asombraron de saber que venía desde Maracaibo
manejando, y que mi plan era ir hasta Bogotá, pues ellos no salían ni a la esquina
por temor a la guerrilla. Cuando pase por Honda en Tolima, había conmoción pues
recién la guerrilla había masacrado el pueblo de Venadillo.

Cuando llegue a Bogotá mi esposa, que era de allí, me dice “ya llegamos”, y yo no veía ni un
edificio, maneje durante una hora por lo que es hoy la autopista norte y no fue sino
hasta la altura de la calle 100 que comencé a ver casas y edificios. En Bogotá la
gente no iba ni a los pueblos cercanos de Melgar o la Vega, había cientos de miles
de Bogotanos que no conocían el mar, pues temían viajar por tierra dentro de su
país por el terror impuesto por las Farc. Las personas hacían “sanes” para
comprar un carro para compartir su uso entre varios. Bogotá era una gran Urbe,
bella, triste, campesina, miedosa, sin grandes centros comerciales, a veces
oscura, que estaba en el siglo 19, si la comparábamos con Caracas, por ejemplo,
y sitiada por los comunistas que servía como cárcel para sus millones de
habitantes. Eso fue lo que me hicieron sentir los Bogotanas en esa ocasión.


En 2001 llegó Uribe al poder y yo regrese en 2005 /2006/ 2007/2008. La
relación había cambiado por completo. Colombia había abierto sus alas gracias a
las políticas de este Señor, sobre todo aquella de enfrentar a las Farc, y se
respiraba tranquilidad, prosperidad, alegría, modernidad, valentía, orgullo, había
luz por todos lados. Bogotá se transformó por completo con una política vial y de
infraestructura, que la llenó de puentes, carros nuevos por todas partes, cafés,
bares, bibliotecas, centros comerciales y sobre todo seguridad. Enamorado como
estaba de Colombia y de Bogotá y a sabiendas de lo que venía para mi país,
decidí mudarme para allá, recuerdo que todos hablaban de Panamá, pero yo
decidí que era Bogotá mi ciudad. Entiendo que para los oriundos, sobre todo los
más jóvenes, que no tienen la oportunidad de comparar, les sea difícil de
entender, pero el verdadero transformador de Colombia fue este señor Uribe.
Por supuesto la izquierda colombiana e internacional no se iba a quedar de
brazos cruzados. La Historia se repite, las mismas estrategias y los mismos
procedimientos que usaron contra Carlos Andrés Pérez en Venezuela, lo usan
ahora contra Uribe. Son tan absurdos algunos de los elementos “probatorios” en
que está basada toda la causa, testimonios de tus enemigos políticos que están

presos, por citar solo algunos, que si no fuera tan trágico para el futuro de
Colombia, darían tanta o más risa que cuando acusaron, juzgaron y condenaron a
Pérez por malversación de una “partida secreta” adscrita a la presidencia, que por
definición era SECRETA y bajo discrecionalidad presidencial!!!!
Ayyy Colombita de mi corazón.