Oscar Arnal: Bolívar traicionado por el régimen

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El 10 de diciembre se lleva a cabo la última proclama del
Libertador, dictada una semana antes de morir. Ese día
también firmó el testamento y recibió los Santos óleos de los
enfermos de manos del cura de Mamatoco, quien llegó en la
noche con acólitos e indígenas. En el evento Bolívar estuvo
entre amigos y edecanes.


Es oportuno recordar el texto del documento histórico:
“Colombianos: habéis presenciado mis esfuerzos para
plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado
con desinterés, abandonando mi fortuna y aún mi tranquilidad.


Me separé del mando al persuadirme que desconfiaban de mi
desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra
credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación
y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores
que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los
perdono. Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño
me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos
deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de
Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la
unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno, para
libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo
sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en
defender las garantías sociales. ¡Compatriotas! Mis últimos
votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye
para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré
tranquilamente al sepulcro”.


Los últimos deseos del Libertador quedaron establecidos. Su
hijo político el mariscal Sucre fue asesinado meses antes. Para
que la patria grande no se desintegre, en la proclama final
pidió apoyo para los gobernantes. Un año antes, el 12 de
diciembre de 1829, le había vuelto a proponer a Páez la
presidencia de Colombia con estas palabras: “En este caso,
tendría Colombia dos grandes apoyos: el gobierno sería tan

fuerte como el ejército y ambos se apoyarían mutuamente en
beneficio del Estado”. De haber aceptado Páez la sucesión
propuesta por Bolívar, hoy lo más probable seríamos parte de
la Gran Colombia. Paradójicamente, el actual régimen tiene las
peores relaciones de la historia con nuestros vecinos y
Venezuela se salió del Pacto Andino, donde nos
encontrábamos todos los países libertados por Bolívar.


En la cristiandad el ejemplo fue siempre dejar a un sucesor
para preservar el proyecto. Jesucristo dejó a Pedro y hoy la
institución es una realidad de más de dos mil años, debido a
que hay un sumo pontífice, siguiendo la línea del predecesor.
Los positivistas venezolanos también se expresaron en la
misma dirección. Para evitar caer en el caos y la
desintegración es fundamental el hilo conductor. Mantener la
institucionalidad, el orden y lo que se ha hecho necesita del
paso de la antorcha a un relevo. ¡Es y será siempre lo que hay
que hacer!


@OscarArnal