Ender Arenas: Autopercepción

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No voy a referirme a la “autopercepción” en el sentido que hoy se ha puesto de moda, esto es, para identificar sexualmente a las personas, para quienes la evidencia científica proporcionada por la citogenética (mujeres tienen un cromosoma sexual XX y el hombre cromosoma sexual XY) ha sido sustituida por la autopercepción de las personas que dicen lo que son por la manera de cómo se autoperciben. De esta manera, un individuo, con cromosomas XY, con pelo en el pecho, con caderas estrechas y nada de nalgas dice: “me importa un carajo cuantos XY circulan por mi ADN, yo no me llamo Juan José, yo me siento María del Carmen” (y viceversa).

En nuestro caso, el concepto de “autopercepción”, lo manejamos para acercarnos a unos personajes que se autoperciben como lideres, pero que no representan, y hasta son desconocidos por quienes dice ser sus representados y dirigidos. En este sentido, “la autopercepción, ha liquidado el concepto clásico de liderazgo. Presumo que no hay otra mediación para explicar sus posiciones políticas que no encajan en el escenario político de la que dicen ser lideres.

¿Cómo hacerlo, entonces? Sugiero, que solo puede hacerse indagando sobre lo que ocurre (así como lo leen) en la corteza cerebral de esos personajes, no hay otra manera para explicar su rotunda afirmación de que no hay más líder que ellos.

 Qué demonios ocurre en la corteza cerebral de José Brito, de Benjamín Rausseo o de Luis Rattia que ha sido chavista, de Primero Justicia original, de Avanzada Progresista de Falcón y Primero Justicia de José Brito.

 Las conclusiones que se extraigan, también, podrán extenderse a Bernabé Gutiérrez, quien se autodefine como el verdadero líder de AD.

Con respecto a José Brito, he llegado a la conclusión, después de repasar su actividad política, que algo no funciona bien en la circunvolución post central de este “dirigente”. No es de ahora, uno puede observar las anomalías que provienen de su Tálamo, cuando en los eventos en las que impiden la entrada de Juan Guaidó a la Asamblea Nacional y se nombra, con su apoyo, a Luis Parra presidente del parlamento. (Parra es el mismo que la ha cogido por contar dólares en los baños). Durante esos eventos, la anomalía mencionada era tan perceptible que se le notaba un repetitivo movimiento de hombros de manera convulsa, repitiendo una y otra vez: “me importa un c… que me digan “alacrán”.

Por supuesto es innegable la ruptura de las interrelaciones que se han producido en la fina capa de materia gris que cubre el cerebro de Brito, algunos analistas empíricos, como yo, que han visto sus reacciones, especialmente, en la ruptura con la oposición y su aproximación crematística al chavismo, lo han diagnosticado de “heminegligencia representatoria”   que se produce cuando quien la padece  “no reconoce la mitad de una representación…”, por supuesto, esto se expresa en Brito, después de haberse hecho efectivo los respectivos pagos por su cambio de acera política. Brito solo reconoce a quien le paga.

Pero donde se observa más las anomalías de su corteza cerebral es en los problemas detectados en el tronco encefálico y en el hipotálamo que pueden estar causando la autopercepción que hace que José Brito se asuma a si mismo como “El líder” (verdadero, se autopercibe él) de la oposición venezolana.

Claro, dada la legitimidad que alcanza hoy día el concepto de la autopercepción, el dirigente José Brito, puede percibirse como bien le dé la gana. En ese sentido, se observan coincidencias con las personas que se autodefinen “bigenero”, pero, advierto que no es por su identidad sexual, Brito es y se percibe como un XY, sino por su identidad política, pues él dice ser el verdadero opositor, pero todos sabemos que también es un verdadero afín del chavismo, prebenda mediante. 

Y Brito, no es el único. Ya he mencionado otros nombres que se autoperciben con una identidad de lo que no son y representan en realidad. Por ejemplo, me gustaría tener espacio para referirme, a Rausseo y a Rattia, pero después de sus últimas declaraciones, aparecidas en El Nacional, del día jueves 29 de junio, pienso que no es necesario.

 En esas declaraciones, ambos se dan ínfulas de ser los verdaderos y genuinos opositores y que están respondiendo a las voces y gritos del pueblo que claman por sus presencias redentoras.

 Mis investigaciones de aficionado pedestre de la neurología me conducen a pensar que se trata, en el caso de ambos personajes, de alucinaciones auditivas. Esas voces son seudopercepciones producidas por anomalías localizadas en los lóbulos frontal y temporal y en el fascículo arqueado que conecta a los dos.

Presumo que esto es una aproximación posiblemente inexacta de sus verdaderos problemas, pues algunos médicos me han dicho que es una locura lo que les he diagnosticado, que me van a denunciar ante el gremio de psiquiatras y que no tengo competencias para hablar de tales asuntos, que yo lo que soy es sociólogo y que de lo que he escrito, solo se sabe que no se nada.

Aunque creo que ellos también están equivocados, pues sostienen que esas voces no significan nada grave y que desaparecerán con vitamina B. ¡carajo!

@enderarenas