Países del G7 advirtieron que la justicia perseguirá a los criminales de guerra

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El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se sumó este jueves a las voces que condenan algunos ataques del ejército de Rusia en Ucrania como crímenes de guerra. Las palabras del jefe de la diplomacia estadounidense llegaban después de episodios como el bombardeo de un teatro en Mariúpol en el que se refugiaban cientos de civiles, entre ellos muchos niños, y que tenía una pintada enorme advirtiendo a la artillería rusa de que había menores. También tras la muerte de diez civiles, según medios locales, que esperaban en una cola para comprar pan en el Chernígov.

En la víspera, en un comentario improvisado, y con esos ataques calientes, Biden calificó a su homólogo ruso, Vladímir Putin, de «criminal de guerra».

El Kremlin dijo que esa declaración suponía una escalada retórica «imperdonable».

«Personalmente, estoy de acuerdo», dijo Blinken sobre el análisis de Biden de que se han cometido crímenes de guerra. «Atacar de forma intencionada a civiles es un crimen de guerra».

El secretario de Estado avanzó que EE.UU. está en el proceso de documentar y evaluar informes sobre la comisión de crímenes de guerra en Ucrania y aseguró que sus resultados «servirán a los esfuerzos internacionales para investigar crímenes de guerra y que los responsables rindan cuentas».

Blinken también dio un anticipo de lo que la inteligencia estadounidense cree que serán los próximos pasos de Rusia, después de no haber conseguido su objetivo de derribar al Gobierno de Kiev tras tres semanas de guerra. «Creemos que Moscú podría estar preparando el escenario para usar un arma química y culpar a Ucrania para justificar una escalada de ataques al pueblo ucraniano», dijo sobre lo que consideró un patrón de actuación de Rusia. A su vez, también considera que Moscú planea traer «mercenarios» al frente en Ucrania el «secuestro sistemático de gobernantes locales» y su reemplazo con títeres de Rusia.

Llamada de Biden a Xi Jinping
En la víspera una conversación telefónica entre Joe Biden y su homólogo chino, Xi Jinping, Blinken atacó a China por «rechazar la condena de la agresión rusa» y no hacer más por tratar de convencer a Putin de acabar con la invasión. «Estamos preocupados porque están considerando ayudar de forma directa a Rusia con equipamiento militar para usar en Ucrania», añadió en referencia a unas acusaciones que Pekín ha rechazado.

El G7 se unió a las condenas de EE.UU. a los ataques de Rusia: un comunicado conjunto de sus ministros de Exteriores exigió a Moscú que cumpla con la orden del Tribunal Internacional de Justicia para que cese las hostilidades y saque a sus soldados de Ucrania y condenó los «ataques indiscriminados a civiles», como en el asedio a Mariúpol y otras ciudades ucranianas.

Javier Ansorena/ ABC de España