Ender Arenas: Hace 8 días

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Venezuelan President Hugo Chavez (L) and Venezuelan Minister of Foreign Affairs Nicolas Maduro applaud during the ceremony in which Uruguayan writer Mario Benedetti (out of frame) was decorated for his professional carreer, 18 December 2007, at the University building in Montevideo. Chavez was in Uruguay for the XXXIV Mercosur Heads of State Summit, which took place earlier on Tuesday. AFP PHOTO/Miguel ROJO (Photo credit should read MIGUEL ROJO/AFP/Getty Images)

El título obedece a que hace ocho días fue 4 de febrero. Ese día se cumplió treinta y un años de la intentona golpista de Chávez y los suyos, contra la democracia… y yo lo pasé por alto. No fue un olvido ex profeso.

Creo que nadie le echó de menos que yo lo haya olvidado, se ha escrito tanto desde entonces y se ha dicho tanto desde entonces. ¿Pero si no lo olvidé a propósito que pasó entonces?, debí haberlo recordado, porque durante bastante tiempo no hice otra cosa que escribir sobre el tema cada vez que se acercaba la fecha y si estábamos lejos de ella… también. El caso es que lo recordé cuando leí las pocas reseñas que había en la prensa y ya había entregado la nota. Creo, que, por primera vez, desde los años posteriores a 1992, las reseñas en prensa sobre el 23 de enero superaron en mucho a las del 4 de febrero.

Pero, por la tarde me encontré con el discurso de Arias Cárdenas, el exgobernador del Zulia, el ex chavista y ex acusador de Chávez como un criminal, ex candidato en el 200 contra Chávez a quien, durante el proceso electoral, travistió de gallina.

Ahora, Arias vestido de guayabera, nada de uniforme militar, hacía el mejor papel del Arias de siempre: adulador, servil, lisonjero, elogioso, laudatorio, melifluo, panegirista y mentiroso (Uds. pueden hacer infinita la lista de sinónimos) dijo, o ¿Gritó… con el alma? Bueno, con él nunca se sabe: “que Chávez sigue aquí…. Todo el pueblo de Venezuela es Chávez, Chávez es el trabajo constante, debemos entregarnos en alma, vida y corazón a servir leal al pueblo de Chávez y Bolívar. ¡Que viva el 4 de febrero! (no sé porque, pero creo que a este final le faltó un nojoda o un carajo”).

Creo que ni Arias ni la cúpula chavista no se han enterado todavía ( o ya lo saben, solo que se resisten a ver una realidad que ha sobrepasado bastante la realidad que Chávez se inventó y que Maduro ha fracasado en su intento de seguir el invento. Después de todo la realidad es terca, es atea y no admite dioses) que de aquel ejercito fanatizado, un poco más de la mitad del país, que se había entregado a Chávez seducido por su retórica de retaliación, queda muy poco, bueno, todavía quedan algunos bolsones que le rezan a sus estampitas.

A pesar de que hoy, 31 años después de aquella aciaga madrugada, la oposición que tenemos nos inspira ( ¡que lamentable!) cierta desconfianza y vacío, la mejor opción para el país es, aquí retomo una nota de Enrique Krause: “la modesta utopía republicana, democrática y sobre todo liberal” y por supuesto, educar a la gente en valores democráticos para evitar para siempre volver a caer rendidos frente a los nuevos y viejos mesías políticos para que los Chávez y los Maduro jamás reciban una segunda oportunidad.

@enderarenas