Kaled Yorde: Educando en Valores Humanos (Parte 1)

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Muchos místicos, sabios, y filósofos han escrito desde hace siglos sobre valores humanos como una clave esencial para la resolución de los problemas del mundo y de los hombres. Para una mejor comprensión del tema es necesario explicar el significado de la palabra valores.  ¿Que son los valores?  ¿Porque son determinantes para resolver la conflictividad entre los seres humanos, y, por ende, constituirse en via única para lograr una paz mundial genuina y duradera?

Valor es algo apreciado que contribuye al enriquecimiento personal, social y espiritual del ser, su equilibrio como miembro de la familia y la sociedad a la cual pertenece.  Cuando hablamos de valores materiales y subjetivos, nos estamos refiriendo a la categoría de las posesiones inmobiliarias, dinero, joyas, efectos bancarios, minerales valiosos, acciones y bonos de la deuda, entre otros.

La otra categoría de valores es la del sentido esencial, la cual es mucho más valiosa y apreciable:  Valores humanos, virtudes del ser, los atributos que adornan al hacedor del Universo, la pureza, la santidad, Buena fe, honestidad y transparencia en el pensar, sentir, y obrar.

En este orden de ideas, valor viene a significar la convicción razonada de que algo es bueno o malo y que nos conviene o no nos conviene.  Esas convicciones se organizan en la mente del hombre de tal modo que determinan sus preferencias o su particular escala de valores. 

Una persona de valores y convicciones elevadas demuestra el tipo de educación y de formación recibida en el seno familiar, en el núcleo social, donde se mueve, en la escuela y la iglesia en la cual pertenece. Una vez interiorizados los valores, terminan por definir a la personalidad del que los expresa siendo el patrón que rige su comportamiento y la toma de sus decisiones.  La persona de valores y principios suele gozar de mucha credibilidad y confianza, abriéndosele las puertas de las oportunidades y el respeto y la admiración de la comunidad.

Los valores humanos son la joya de la corona, por ser lecciones derivadas de las cualidades divinas del ser, cuyo objetivo principal es la búsqueda y el logro de la EXCELENCIA HUMANA.

Con el estudio y la educación en valores humanos, se descubren las claves esenciales para alcanzar una vida armoniosa y feliz que pueda apagar el fuego de la conflictividad humana y las sempiternas confrontaciones y guerras que la atosigan – la más grave crisis existencial de su historia – sin saber cómo salir de ellas.

¿QUE MOTIVA LA CRISIS EXISTENCIAL? El siglo XX estuvo dominado por una visión del mundo mecanicista y racionalista a expensas precisamente de los valores humanos, causando un notorio debilitamiento de la moralidad ciudadana y la dignidad del ser. La no aplicabilidad de valores humanos produjo la enorme merma a nivel de conciencia del hombre, empujándolo y esclavizándole a una vida carente de sinceridad, de principios y valores éticos y de moralidad. 

Se puede afirmar sin temor a equivocarnos ni ser tildados de exagerados, que soslayar el estudio y la educación en valores humanos apaga el GPS del discernimiento, cegando al hombre de la ruta a seguir que conduce a la Regla de Oro (No hagas a tu prójimo lo que no te gustaría que te hicieran a ti).  

La crisis existencial se produce por la falta de aplicabilidad de los valores humanos en la educación de primaria, secundaria y universitaria.   La actual educación continua siendo orientada a dar prioridad a la ciencia y la tecnología (educar al físico y el intelecto), dejando por fuera la educación del alma.  Ese sistema hizo que el estudiante y el profesional se alejaran y hasta olvidaran de su esencialidad (su origen divino) puesto que antes de ser un cuerpo físico, el hombre fue y sigue siendo alma y Espíritu embutidos en su materialidad.  Y al olvidar eso, privilegiando la materia sobre el espíritu (el alimento del físico y el intelecto) sobre valores y ética (alimento del alma) se le agudizaron los instintos, apegos, la mentira, la corrupción, y la violencia, entre muchos antivalores.

Si no se logra producir un punto de equilibrio entre la naturaleza inferior del hombre – la instintiva, pasional, violenta y egoísta – y la naturaleza superior y divina –alma y espíritu—serán inevitable las crisis existenciales.

Por eso reina la profunda crisis que es explicada por un renombrado místico hindú, Sathya Sai Baba, a quien siguen devotamente centenares de millones de seres humanos en el mundo, en los siguientes términos:  “La crisis se debe al errático enfoque educativo que ha creado un círculo vicioso entre escasa moral por falta de educación, y errada educación por ausencia de moralidad”.

La humanidad está gravemente dañada, viviendo, moviéndose y teniendo su ser en medio de los antivalores y la banalización del mal y la inmoralidad de lo indigno y perverso.   Por ello, el hombre se ha deshumanizado y mecanizado, viviendo en un permanente conflicto consigo mismo y con su prójimo.

Lo que predomina en estos tiempos es un pragmatismo y la imposición de la fuerza, los abusos y el miedo sobre la ley y el estado de Derecho.

Tales actitudes se traducen en autoritarismos, absolutismos, falta de fe por la ausencia de valores, desconfianza generalizada y la implementación de la ignorancia, el despropósito, la violencia y la corrupción, lo vulgar y los deshonesto.

Educar en valores humanos tiene un propósito singular: Alcanzar el logro de la excelencia humana, tal como se señaló.  Esta solo puede alcanzarse con un buen Sistema educativo que abarque un pensa para acrecentar el conocimiento y las habilidades del estudiante, conjuntamente con sus atributos y virtudes ciudadanas.

Los cinco valores humanos universales según los sabios y maestros espirituales del Hinduismo son:  1) VERDAD; 2) PAZ; 3) RECTO COMPORTAMIENTO; 4) AMOR y 5) NO-VIOLENCIA.

Sobre sus particularidades, efectos y correspondencias con el intelecto, lo espiritual y lo físico, nos referiremos en la próxima entrega.

@kaledyorde