Alberto Barboza: Un deseado escenario político para el 2022

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Hacer predicciones económicas y sobre todo políticas en Venezuela con base en las actuales circunstancias es una tarea difícil y temeraria para quienes nos gusta este ejercicio de visualizar y predecir el futuro. La razón estriba en que el proceso político venezolano y la reconfiguración del estado, ha sido un proceso atípico por razones altamente conocidas. Sin embargo, a decir del proceso en la Corte Penal Internacional sobre el gobierno venezolano, que sigue avanzando, pareciera que es una fuerza que contribuirá con algunos cambios importantes en el rumbo del país. No me atrevo a profundizar en el tipo de cambios para no pecar de novato profeta. Pero si sospecho que podríamos estar hablando de unas elecciones, por lo menos parlamentarias, que sin duda, serian la última curva en la recta final de este nefasto periodo en la historia del país.

Siempre me molesto sobremanera, las opiniones de una parte de la oposición, que han adversado todo mecanismo de negociación y conversación entre gobierno y la otra parte de la oposición. Entre los argumentos más absurdos está el hecho que con secuestradores no se negocia, que por el contrario, se tiene que exhibir una posición de más fuerza y someterlos a los efectos que suelten el objeto secuestrado. Pues bien, yo siempre les respondo con las siguientes preguntas, la primera; Si usted sale de viaje y a su regreso se encuentre que su casa está habitada por unos malhechores, ¿Con quién va a establecer una conversación para persuadirlos se retiren y le entreguen su propiedad? ¿Con los propios delincuentes o con el vecino de al lado?

Respecto al tema electoral, donde argumentan su ineficacia como mecanismo de salvación nacional, y en su lugar, nos hablan de fuerza, yo les formulo otra pregunta: ¿Ustedes tienen un ejército equipado? Si la respuesta es no, cabe otra: ¿Ustedes cuentan con apoyo militar de otros países?, si la respuesta es no, entonces formulo la última pregunta ¿Ustedes tienen unos ochocientos millones de dólares para contratar un ejército de profesionales y echarle pichón?, si la respuesta sigue siendo no. Entonces les digo, déjense de “pistoladas” y apoyemos el proceso de negociación y resolución del conflicto constitucionalmente, que es la propuesta del grupo de países libres que apoyan la negociación en México. Claro está, tomando en cuenta que este proceso siga vigente, caso contrario, se tendrá que evaluar otras opciones.

Existe un escenario para el 2022 que podría tener posibilidades de éxito, y al cual particularmente apuesto. Se trata de unas elecciones parlamentarias, libres, trasparentes y confiables, que podrían representar una solución ecléctica para el conflicto nacional. Una nueva Asamblea Nacional, bien representada por todas las fuerzas políticas, al escoger un nuevo Tribunal Supremo de Justicia, un Consejo Nacional Electoral y una Fiscalía General, respondiendo a criterios técnicos y de la mayor pureza política, sin obedecer a criterios partidistas y mucho menos particulares, estaríamos sentando las bases para la restauración del estado de derecho, con equilibrio e independencia de poderes, que sería la base de una verdadera democracia y plataforma para la reconstrucción política, económica y social del país. A partir de entonces, los próximos procesos electorales, sobre todo, el presidencial, no causarían dudas, angustias y desconfianza, iríamos todos seguros a elegir la nueva autoridad del poder ejecutivo. Solo entonces, el nuevo gobierno democrático, que esperemos sea la antítesis del actual, debería acometer, entre otras, las siguientes acciones estratégicas:

La selección de un modelo económico sin complejos, basado en un liberalismo sustentable y solidario, donde los individuos y las empresas lleven a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante transacciones en el marco de las leyes del mercado y basado en el respeto de la propiedad privada, donde el Estado reducirá estratégicamente su tamaño para dedicarse a las actividades que les son propias por naturaleza y donde puede ganar en eficacia y eficiencia en pro de la gente.

La formación de líderes a todo nivel, que es un elemento clave para el desarrollo de cualquier nación, el contar con un liderazgo tecnocrático en la administración pública, y un liderazgo empresarial consciente que la mejor forma de generar riqueza es a través del fenómeno de la productividad.

La formación de un liderazgo laboral y la educación para el trabajo, donde el trabajador internalice como nuevo paradigma, que la prosperidad y el bienestar familiar y social depende del esfuerzo honesto en el trabajo y su contribución con las metas empresariales bajo un esquema de solidaridad del binomio empresario-trabajador.

La otra línea de acción, para mencionar solamente cuatro, es indiscutiblemente el fortalecimiento de la estructura familiar, mediante el diseño e implementación de un programa de formación familiar en términos de principios y valores universales, que hagan de ésta un verdadero núcleo de la sociedad y base para el fortalecimiento del tejido social.

Espero estas reflexiones sean fuente de inspiración para quienes han decidido dedicar su vida al verdadero servicio público, que haga la diferencia respecto a lo que hasta ahora hemos tenido.

Alberto Barboza

Coach Gerencial en liderazgo, planificación y productividad

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