Análisis de Antonio de la Cruz con Leopoldo Castillo: «Maduro ya no es sostenible»

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La extradición de Alex Saab a Estados Unidos descubre el componente criminal (lavado de dinero) de Nicolás Maduro. Ha sido señalado por narcoterrorista por la fiscalía de EE. UU. con una recompensa de $15 millones (26 de marzo 2020), y es considerado un dictador por 60 países al no contar con la legitimidad de origen en la elección presidencial de 2018.

Si el fiscal Karim Khan solicita la apertura de una investigación sobre los crímenes cometidos por las fuerzas gubernamentales en Venezuela Maduro podría ser señalado como un violador de lesa humanidad.

Ante esta situación, Maduro está muy débil para seguir en el poder. Por ello, Diosdado Cabello justifico los negocios de Saab, es decir, de Maduro porque es su presunto testaferro. Cabello busca perfilarse como el sustituto de Maduro en este momento que debería dejar la presidencia de Venezuela. Para evitar la caída del madurismo, Cuba y Maduro buscan ganar la mayoría de las gobernaciones y alcaldías el 21 de noviembre. Para establecer la narrativa que el régimen cuanta con el apoyo de la población venezolana.

Henrique Capriles esta actuando en ese sentido al solicitar la Unidad de la oposición en la elección del 21N. La intención es que participe las fuerzas democráticas para que la UE pueda observar la elección y determinar que es el camino que escogieron los venezolanos para resolver la crisis política.

El momento es luchar por una megaelección que incluya la presidencial. Lo contrario es darle oxigeno a Maduro y seguirá en el poder. Un escenario que conducirá a más de los mismo. Los gobiernos democráticos no reconocerán a Maduro por lo que las sanciones seguirán y la crisis socioeconómica se mantendrá. Ya Canadá asomo esa tesis. Es le momento de apretar en México la salida de una megaelección que incluye la presidencial para salir del estado de postración que está Venezuela.