En la madrugada de este domingo una compañía privada estadounidense logró posar con éxito su nave espacial en la Luna.
Firefly Aerospace logró convertirse en la segunda compañía privada en lograr este hito.
Se trata de la Blue Ghost Mission 1, que alunizó a las 03:34 horas de la costa este de Estados Unidos cerca de Mons Latreille, una formación volcánica del Mare Crisium, en la cara noreste de la Luna.
«Alunizaje perfecto, llegamos a la Luna», dijo uno de los ingenieros desde el control de la misión en Austin, Texas.
Jason Kim, presidente ejecutivo de la empresa, confirmó que la aeronave estaba «estable y en vertical», algo que no pudo lograr la primera misión privada realizada en febrero.
El aparato lleva varios instrumentos científicos, incluido uno para analizar el suelo lunar, otro para probar la computación tolerante a la radiación y un sistema de navegación basado en GPS.
Se espera que el 16 de marzo el módulo logre grabar una puesta de sol lunar, ofreciendo detalles sobre cómo el polvo levita sobre la superficie bajo la influencia solar.
Este efecto es conocido como el resplandor del horizonte lunar, un misterioso fenómeno que fue documentado por primera vez por el astronauta de Eugene Cernan, de la misión Apolo.
La misión se llamó ‘Ghost Riders in the Sky’ («Jinetes fantasma en el cielo»), como una vieja y popular canción country estadounidense, y forma parte de la colaboración entre la NASA y sus socios.
El módulo, del tamaño de un auto pequeño, fue lanzado en enero a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX, del multimillonario Elon Musk, ahora cercano al Gobierno de Estados Unidos.