Boric denunció la «dictadura» de Maduro y exigió que se reconozca el triunfo de Edmundo

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El presidente de Chile, Gabriel Boric, denunció este martes en la Asamblea General de la ONU la persecución desatada por la «dictadura» de Nicolás Maduro en contra de los venezolanos y exigió que se reconozca el triunfo de Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales.

«Como presidente joven, latinoamericano y de izquierda, digo fuerte y claro que los derechos humanos se deben respetar siempre y en todo lugar y debemos exigir este respeto sin importar el color político del dictador o el presidente de turno que lo vulnere», agregó.

Boric reconoció también su preocupación por la pérdida de la confianza de los ciudadanos en la democracia y «la emergencia de liderazgos autoritarios que persiguen o insultan a quienes discrepan».

Sin doble estándar

Boric instó este martes durante su intervención en la 79° Asamblea General de la ONU a «rebelarse contra el doble estándar en materia de derechos humanos» y llamó a cuestionar tanto «el terrorismo de Hamás» como «la conducta genocida de Israel».

«Me niego a elegir entre el terrorismo de Hamás o la masacre y conducta genocida del Israel de Natanyahu. No tenemos por qué elegir entre barbaries. Yo elijo la humanidad», dijo el gobernante.

Boric, que es un reconocido defensor de la causa palestina y en la víspera se reunió con el presidente palestino Mahmoud Abbas, también pidió un alto al fuego en Gaza, la liberación inmediata de los israelíes secuestrados por Hamás y avanzar en la solución de dos los Estados.

Al igual que otros líderes mundiales, el gobernante chileno pidió reformar el sistema de Naciones Unidas porque, dijo, «el mundo de 2024 no es el de 1945» y «las instituciones que no logran adaptarse a su época corren el riesgo de derrumbarse».

«Propongo que nos pongamos un plazo para la reforma y para que cuando la ONU cumpla 80 años lo haga con un consejo de seguridad acorde al curso de los tiempos actuales, del que sea parte Brasil desde América latina, la india y al menos un país de África. No hay nada que lo impida, salvo nuestras propias voluntades», añadió.

EFE