Ángel Lombardi Boscán: Semblanza del 28 de enero de 1821 por Vinicio Nava Urribarrí

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El Dr. Vinicio Nava Urribarrí, quien fuera Presidente de la Academia de Historia del Zulia y flamante miembro de número de la misma, además de familiar lejano, es una persona muy generosa. Además, es un zuliano patriota convencido y maneja una compresión del pasado en clave nacionalista. Su versión del 28 de enero de 1821 es la oficial, más no por ello la mayoría la conoce.

Lo primero que le interesa remarcar a Nava Urribarrí es que el Zulia en los tiempos coloniales y previos a la Independencia se llamó la Provincia de Maracaibo. Y que hizo fundamentales méritos para compartir la gloria de los vencedores abrazando su Cabildo el 28 de enero de 1821 la causa republicana de la libertad e Independencia de la Monarquía hispánica.

Luego de la Batalla de Boyacá (1819) el Libertador Simón Bolívar se propuso la toma de la ciudad de Maracaibo. “En esta perspectiva, el año siguiente inició su estrategia y teniendo su cuartel general en Cúcuta y San Cristóbal, ordenó invadir la capital Maracaibera por la Guajira, Perijá y río Zulia, pero sucedió que sus huestes fueron rechazadas una y otra vez, por las veteranas y aguerridas fuerzas con que España guarnecía la «Sultana del Lago»; sumándose a esto la pérdida de bongos y piraguas que en el puerto fluvial de El Gallinazo fueron capturadas por un presunto corsario la víspera de zarpar, dejando a seiscientos soldados sin poder transportarse hacia el norte para cumplir el apoyo programado”.

Se ha insistido muchas veces que si bien la Provincia de Maracaibo fue cabeza de la contrarrevolución realista entre los años 1810 y 1821 hubo disidencias y conspiraciones para alinear la provincia a las banderas republicanas.

En los meses finales del año 1820, bajo el impacto de la revuelta liberal en España que supuso un cambio en la política represiva contra los americanos en rebeldía, se firmó un Armisticio entre Morillo, jefe principal realista, y Bolívar, jefe principal republicano. Esa pausa, no dio por finalizado el conflicto. El cuál se reanudó con la violación del mismo por parte de Rafael Urdaneta y su invasión sobre Maracaibo en el mes de enero del año 1821.

“Todo estaba preparado. En la noche del 26 de enero, a bordo de 25 piraguas desembarcan en Punta Camacho 600 hombres al mando del Teniente Coronel Rafael de las Heras, quien a través del Alférez Tomás Vega hace entrega a la heroína María Dolores Moreno de Castro de un sobre con una moneda de santo y seña que ella debe remitir al Coronel Francisco Delgado.

El 27 se presentan en las Playas de los Puertos de Altagracia las tropas sacadas de Maracaibo bajo engaño, como queda dicho, dispuestas a atravesar la agitada laguna para tomar las acostumbradas represalias de pasar a cuchillo poblaciones enteras, siendo entonces necesario contenerlas, tal lo hace el incesante cañoneo del Bergantín “Pájaro Verde” comandado por el Teniente de Navío Pedro Lucas Urribarrí (Historia Naval de Venezuela por Francisco Alejandro Vargas, pág. 185).

Mientras esto sucede, el Coronel Francisco Delgado, al saber que el auxilio militar se halla en La Rita, enarbola la bandera mirandina, hace tañer las campanas de los templos y convoca lleno de entusiasmo al pueblo sin distingo alguno”.

El Cabildo de Maracaibo proclamó su adhesión a la República: “libre e independiente del gobierno español” y “en virtud de su soberana libertad se constituye en República Democrática y se une por los vínculos del pacto social a todos los pueblos vecinos y continentales que bajo la denominación de Republica de Colombia defienden su libertad en independencia bajo las leyes imprescriptibles de la naturaleza”.

Vinicio Nava Urribarrí sigue más luego los pasos del general Rafael Urdaneta y sus contribuciones militares en la campaña occidental que junto a otros escenarios de guerra prepararon la batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821. Carabobo es el cenit de la epopeya que dio nacimiento a la Patria.

“El triunfo del Batallón Maracaibo en San Felipe, y en el Pao sobre las tropas españolas comandadas por los Coroneles Manuel Lorenzo y Juan Tello fue determinante en la derrota de los realistas en Carabobo, tal lo recoge el Coronel José Félix Blanco en sus memorias (Allí afirma que el Batallón Maracaibo fue determinante en el triunfo patriota de Carabobo por haber derrotado ochocientos soldados del Coronel Juan Tello en el Tinaco).

Y finalmente, en el propio Campo de Carabobo como lo hace constar en su parte de guerra, las dos compañías del Tiradores conducidas por el valiente Heras, permite al Bravos de Apure y a la Legión Británica reorganizarse con tal denuedo que a pocos minutos las tropas del Rey comandadas por el propio Capitán General de España en Venezuela, Miguel de La Torre huyeron en completa derrota.

¡Oh, Maracaibo, la del brillante y glorioso blasón! La de las cristalinas aguas donde nació el nombre de la inmortal Venezuela”.

Es obvio que para nuestro amigo, el Dr. Vinicio Nava Urribarrí, una historia sin honores no es historia. Y que su exaltación a un pasado glorioso es sincero y entusiasta. No voy a juzgarle sino a respetarle ya que reivindico la pluralidad de miradas sobre el pasado. Además, compartimos una misma aspiración, como parte de una reparación histórica, y más si se trata de la más alta convicción nacionalista cuando dice:

“Y finalmente, a título de clamor y justísimo mandato: ¡La estrella del Zulia debe aparecer también en el tricolor de la Patria!

¡Dios, Patria y Zulianidad!”.

DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ
@LOMBARDIBOSCAN