Ender Arenas: Venezuela es otra.

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Esto de que el país ha mejorado es posiblemente la campaña propagandística más exitosa que el régimen ha implementado, evidencia sobran para decir exactamente lo contrario, aunque lo que sí es evidente es que Venezuela es otra.

Y es que en 20 y tantos años de régimen chavista el país se ha transformado, los resultados de tal transformación esta a la vista de todos y sería ocioso describir en lo que el régimen ha convertido al país.

El chavismo, lo he escrito en estas columnas un sin número de veces, no es un paréntesis, el que no lo ha entendido y quienes no lo han entendido son aquellos que cometen el error de pensar en que es posible en recuperar lo que habíamos conocido como Democracia, antes de 1998.

Aunque es bueno decir, que, a pesar de las rupturas con lo que el régimen peyorativamente llamo “Democracia puntofijista” el chavismo mantuvo ciertas líneas de continuidad con el pasado más remoto: el caudillismo militarista y la presencia militar dominante, el estatismo exacerbado, la corrupción agravada con respecto a la sufrida en el periodo democrático, el mesianismo desmesurado, la sentimentalización de la política y la revalorización de lo que podríamos llamar “las grandes gestas”.

Obviamente el modelo chavista ha fracasado en todos los sentidos y es un fracaso que puede calificarse como un delito de “lesa patria”, no solo porque su modelo económico arruinó prácticamente al país, sino también, porque en su desmesura ideológica comprometió la seguridad del país frente a potencias extranjeras y grupos irregulares y criminales.

Ahora bien, la oposición en sus diferentes matices también ha fracasado y hoy se vive hacia ella un creciente desvanecimiento de los afectos y se ha desarrollado un nuevo estado de ánimo en los venezolanos que se expresa en el cansancio ante la convocatoria que los actores opositores le hacen.

Por supuesto a la oposición le sale como medida de emergencia repensar la política.
El día jueves en la reunión que la Eurocámara convocó a la oposición estuvimos en presencia de unos representantes de la misma que parecen no haber entendido la necesidad de pensar de manera diferente la política, y dieron un triste espectáculo a los diputados europeos.

Los convocados mostraron una vocación enorme e inadecuada de sacralización de sus principios políticos que pretenden hacer pasar por los principios de los demás mostrando una total intransigencia para negociar, demonizándose recíprocamente.

Claro es difícil un cambio de régimen y recuperar la democracia sino se llega a un acuerdo entre los actores más significativos de la oposición, para los cuales se hace vital reestablecer los límites de reconocimiento por todos, desdramatizar la política (mensaje dirigido sobre todo a Capriles y a María Corina Machado) atender los signos de la calle que reclaman que sus experiencias y su mundo de la vida sean parte de cualquier programa que se proponga para reconstruir el orden, un orden democrático y que sobre sus hombros no caiga todo el peso de la salida a la crisis.

@enderarenas