La Ruta Baüer: 3.077 kilómetros junto a la diáspora venezolana

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La gira periodística que le siguió los pasos a los migrantes venezolanos en Colombia ha concluido. Después de 23 días de viaje por carretera, 3.077 kilómetros de trayecto, 10 escalas y más de un centenar de entrevistas, La Ruta Baüer tuvo su última escala el jueves 14 de marzo.

El fotógrafo y documentalista Gustavo Adolfo Baüer, reconocido en toda Venezuela por su trabajo en medios impresos y digitales, llegó a Maracaibo pasando la frontera por Paraguachón, en la Guajira. Había comenzado la expedición el 19 febrero atravesando el mismo peaje entre los dos países.

Cargado con una cámara, dos objetivos fotográficos, un morral y una maleta, Baüer emprendió la ruta terrestre con una primera parada: Maicao, la bulliciosa ciudad comercial del departamento de la Guajira en Colombia. Allí encontró las primeras historias de dificultad migratoria de sus compatriotas, pero también relatos de solidaridad y redención.

Ambas situaciones se fueron sucediendo cada vez con más complejidad a lo largo del camino que lo llevó a Cúcuta, Bucaramanga, Bogotá, Medellín, Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, Riohacha y de nuevo a Maicao, al final de su viaje por una decena de departamentos de la geografía colombiana, siembre en pos de los testimonios de la diáspora venezolana.

Desde que se acentuó la crisis económica, social y política de su país, en 2015, son ya alrededor de 1.100.000 los venezolanos que han llegado a Colombia huyendo del hambre, la imposibilidad de atender enfermedades y la falta de trabajo en un país que hasta hace una década era considerado uno de los más ricos de la América del Sur. Bajo el régimen autoritario de Nicolás Maduro, la estatización creciente de la economía, los controles excesivos a la producción y el comercio, la persecución política, el sesgo de los programas sociales, la corrupción y la espiral inflacionaria interminable llevaron a millones de venezolanos a la miseria y la indefensión.

Cerca de un tercio de los 3,5 millones de venezolanos que se vieron forzados a migrar a los países vecinos en busca de condiciones mínimas para sobrevivir se han quedado en Colombia.

“Fue muy duro para mí ver directamente y retratar con mi cámara cómo viven, en una invasión de terrenos a las afueras de Maicao, casi doscientas familias pobres que llegaron desde el occidente, los Andes, el centro de Venezuela y hasta del oriente del país”, revela el autor de La Ruta Baüer, una expedición que se registró cada día en un blog y una cuenta en Instagram con el mismo nombre.

Los ejes de la ruta

La expedición fue apoyada logísticamente por varios colaboradores en Colombia y un equipo de editores en Venezuela y el Reino Unido. Todos ellos hicieron posible que el fotógrafo y documentalista pudiera publicar sus registros gráficos y relatos a diario para que la gira estableciera un contacto cercano con sus seguidores en todo el mundo.

Durante el apagón nacional sufrido en Venezuela desde 7 de marzo, el grupo de respaldo de Baüer allí, perdió el contacto al no contar con servicio eléctrico ni conexión a Internet. Ante ese inesperado inconveniente, rápidamente se movilizó el grupo de colaboradores en Colombia para que retomar la publicación en redes sociales. El blog rutabauer.com sigue actualizándose con decenas de testimonios recogidos en la fase final del viaje.

Gustavo Baüer entrevistó a los venezolanos refugiados casas de paso de Cáritas Colombia en la Guajira, a los “caminantes” que hicieron la travesía a pie por el páramo de Santurbán, en Santander; a los ocupantes de un campamento de migrantes en Cúcuta o de una plaza en Bucaramanga, a los vendedores ambulantes en las calles de Bogotá y Medellín, y a los desamparados en el centro de Cartagena y en el resto de la costa atlántica colombiana.

Su parada en Cúcuta coincidió con un momento de expectación mundial por el eventual ingreso de la ayuda humanitaria internacional a Venezuela desde el norte de Santander. Baüer estuvo allí el día del concierto Venezuela Aid Live, el viernes 22 de febrero, y se quedó para ser testigo presencial del intento del presidente encargado, Juan Guaidó, de acompañar la primera ola de asistencia humanitaria que, al final, fue bloqueada por la dictadura venezolana en un episodio violento y trágico.

Retratos y voces del exilio

“Me tocó ver y documentar las dificultades por las que pasan día a día tantos venezolanos que salieron de nuestro país prácticamente sin nada, y que siguen sin nada, pero intentar sobrevivir y aseguran que están mejor que en Venezuela”, dice Gustavo Baüer sobre su aproximación a la diáspora, un trabajo que intentaba ser inicialmente un registro fotográfico de la ruta de los migrantes venezolanos y terminó siendo el testimonial de quienes abandonaron un país que llegaron a considerar no apto para seguir viviendo.

Una declaración casi invariable en las entrevistas de Baüer siempre fue esta respuesta: “Si las cosas mejoran en Venezuela, yo regreso”. Un pueblo que nunca había conocido, por experiencia propia, la migración forzosa y que, por lo contrario, estuvo acostumbrado a recibir extranjeros, ahora protagoniza la emergencia humanitaria más seria del continente y se mueve a diario por millares a través de las fronteras, a pesar de su clausura impuesta desde Caracas.

La Ruta Baüer constituye el más cercano reencuentro de los venezolanos que aún soportan una severa y prolongada crisis social sin precedentes en su país, con los que salieron van por Colombia en busca de una vida en la que la alimentación, la salud y la dignidad sean posibles.

El retrato que, a estos últimos, les hace Gustavo Baüer, muestra la suerte que están corriendo cientos de miles de compatriotas en Colombia. Nadie, hasta ahora, se había acercado tanto a ellos, nuestros migrantes, con la disposición de un fotógrafo que dialoga desde la familiaridad y registra para siempre el relato de los dolores y los sueños de la diáspora.

Se espera una próxima expedición de La Ruta Baüer hacia Ecuador, otro de los destinos de la migración venezolana.

@jurbinas