El Nobel de la Paz concedido a la líder de la única oposición reconocida en Venezuela por el mundo, María Corina Machado y las reacciones histéricas de Maduro tratando de hacerla desaparecer con similares gritos de angustia a los de Hitler en la película “La Caída”, cristalizan dos relatos irreconciliables: el de la resistencia democrática respaldada por la comunidad internacional, y el del poder autoritario atrincherado en su propio discurso de odio. La crisis ya no se libra solo en el terreno político, sino también moral y simbólico, donde el reconocimiento global a la líder opositora redefine quién encarna la legitimidad del pueblo venezolano.
Si la “fase dos” de Washington continúa avanzando, el escenario que se abre no es solo el de una confrontación armada, sino el de una transición forzada por la presión internacional y la fractura interna del cabellomadurismo que pretende atrincherarse y cerrar los ojos para ver si más adelante despiertan de la pesadilla que se les viene encima.
Luego de casi 70 horas de un silencio estruendoso el capo de capos, Nicolás Maduro, reaccionó con su característica furia desatada, calificándo a la Premio Nobel de la Paz de “bruja demoníaca” y acusándola de invocar una invasión extranjera. Estas declaraciones, cargadas de desespero, evidencian la pérdida de control narrativo de un régimen autoritario y criminal que enfrenta su momento más delicado en más de una década.
El País de España presentó en dos ediciones contínuas las dos visiones del conflicto venezolano. Por una parte un Maduro inseguro decidido a mostrar una furia tan falsa como el bluff de un jugador de pocker que pretende subir su apuesta con una mano débil para que los oponentes se retiren, al declarar públicamente que no pensaba irse y que, por ahora, no aceptaría una salida negociada. Tal envalentonamiento a pesar de las cartas publicadas por el New York Times donde le propone a Trump traicionar a cubanos y chinos negándoles el petróleo para otorgarlo completico a EEUU a cambio de dejarlo tranquilo en el poder. La respuesta de diferentes voceros de la administración norteamericana fue por demás enfática. El País publicó la nota con fuentes cercanas al gobierno que recogieron esa postura: “Maduro ya lo decidió, no se va a ir. Ahora le toca mover ficha a Trump”.
En entrevista al siguiente día con el mismo medio español, Machado dejó claro que la única vía hacia la paz es la salida de Maduro del poder. Su diagnóstico es contundente: el régimen se sostiene por el narcotráfico, el contrabando de oro, armas y petróleo, y solo cuando esas fuentes de financiamiento se corten podrá producirse una transición real. Su mensaje tiene una carga estratégica: legitima la presión internacional como vía de liberación, desmarcándose del discurso pacifista tradicional e insistiendo en que “la libertad frente a una tiranía requiere fuerza moral, espiritual y física”.
“Toda la gente que decía que no había que construir una amenaza creíble, que no había que poner la fuerza por delante, pues fíjese todo lo que está ocurriendo. Eso ratifica lo que hemos dicho durante años: la libertad hay que conquistarla y frente a una tiranía de este tipo requiere fuerza moral, espiritual y física. Estamos frente a la posibilidad real de que Venezuela realmente se libere y avance a una transición que va a ser ordenada, porque el 90% de la población quiere lo mismo. Que no nos digan que esto puede ser Libia, Afganistán o Irak, esto no tiene nada que ver”, acotó la premio Nobel de la Paz fortalecida en toda esta guerra contra la narcodictadura.
Mientras crece la presión internacional, Maduro endurece su discurso, advirtiendo que defenderá la soberanía “con las armas si es necesario”. Su entorno ha reactivado las milicias y ha acusado a Washington de promover un golpe militar. Sin embargo, la ofensiva mediática y diplomática global —desde la Unión Europea hasta la OEA— refuerza la percepción de un régimen aislado y fracturado. Incluso sectores tradicionales de la izquierda latinoamericana han reaccionado con incomodidad ante los insultos de Maduro hacia Machado y la descalificación del Nobel, calificándolos como “errores políticos graves”.
Lo que está confirmado vs. lo que es especulación
Estados Unidos ha confirmado la probabilidad de un ataque directo contra el régimen en cualquier momento a través de la Fase 2 anunciado por el presidente Trump. Según los expertos esta Fase 2 pasaría del ataque a objetivos de mar (narcolanchas) a ataques más puntuales. Una operación destinada a “desalojar quirúrgicamente a la cúpula del Cartel de los Soles implicaría un escalón jurídico y operativo mayor y tendría un costo político y militar regional alto. Aunque el Pentágono evita detallar los planes, analistas coinciden en que el incremento de movimientos militares marca un punto de inflexión que podría pasar de la transición de la disuasión a la confrontación táctica.
Se ha especulado en las últimas horas sobre la existencia de informes y análisis que plantean a Turquía como posible destino de exilio o puerto seguro para miembros del entorno de Maduro, con inversiones, cuentas o propiedades detectadas en Turquía según algunos boletines y análisis. Sin embargo, no hay una fuente primaria pública y verificable que documente un ultimátum tipo “váyase a Turquía o será atacado”. Hasta donde muestran los principales medios internacionales verificados no existe una confirmación oficial de una oferta formal de Turquía o una exigencia multilateral: solo escenarios y reportes de inteligencia, analistas, canales de YouTube o podcast de análisis.
Confirmado (fuentes creíbles): Operaciones militares de EEUU en el Caribe atacando embarcaciones que EEUU asocia al narcotráfico. (Reuters). Maduro ha dicho públicamente que no piensa irse y ha respondido con medidas de movilización. (El País). Maduro dispuesto a declarar estado de emergencia si EEUU ataca (Al Jazeera).
No cabe duda que el reciente Premio Nobel de la Paz concedido desde Oslo, capital de Noruega, a María Corina Machado, golpeó directamente la línea de flotación del Cartel de los Soles, el principal brazo financiero del narcotráfico vinculado al régimen de Nicolás Maduro. Del tiro el patrón del mal ordenó de inmediato el cierre de la Embajada de Venezuela en Noruega
@damasojimenez





































