Mientras Irán ardía bajo los bombardeos en la guerra de los 12 días se produjo un ataque selectivo a cuatro altos generales de la Guardia Revolucionaria iraní y otros cuatro de sus más involucrados científicos nucleares por continuar con su programa de enriquecimiento ilícito de uranio. Sucedió casi sin pensarlo.
En Venezuela un enjambre de tiranos acusados de narcotráfico, terrorismo y violaciones sistemáticas a los derechos humanos, con uno de los vínculos más sólidos y peligrosos con el nefasto régimen extremista y terrorista de los ayatolás , -con quien comparte alianzas y acuerdos de guerra desde la construcción de drones militares hasta la exploración de uranio-, afanado en el mismo esquema de odio hacia occidente, pero a tan solo 3 mil kilómetros de EEUU, se mantiene en pastel. Nada de castigos ejemplares, ni presión real desde hace 26 años, al mejor estilo de la famosa frase del liberalismo del siglo XVIII “Laissez faire, laissez passer”: Dejadle hacer, dejadle pasar.
A un año del fraude electoral del 28 de julio de 2024 , y con evidencia judicial, militar y diplomática de que Venezuela opera como un narcoestado alineado con actores hostiles (Irán, Rusia, Turquía, Hezbollah y China), no se ha producido aún una acción contundente : ni intervención quirúrgica, ni bloqueo naval total, ni derrumbe interno promovido con éxito; por el contrario el régimen no solo no ha caído, tampoco ha cedido un ápice dentro de su esquema de persecución, secuestro y muerte, reafirmando que la comunidad internacional puede cohabitar con un estado forajido con prácticas de represión, dilación electoral y cooptación internacional .
Washington y Bruselas, extraviados entre presiones geopolíticas y prioridades erráticas, no han logrado tejer una respuesta coherente frente a un régimen que no solo se niega a dejar el poder, sino que lo usa para continuar negociando a la vista de todos con petróleo sancionado, cocaína y terror .
La narconarrativa
La autoincriminación de Hugo “El Pollo” Carvajal como jefe operativo del Cartel de los Soles debería haberse convertido en un punto de inflexión o en la bisagra definitiva, ya que reveló estructuras narcomilitares al servicio de Chávez, Maduro y Diosdado Cabello. Pero ni Estados Unidos ni Europa han traducido esas revelaciones en acciones decisivas . La verdad, por sí sola, no derriba regímenes. Y en este caso, parece que el testimonio de Carvajal se negocia como ficha táctica, no como motor de justicia .
Luego de las confesiones de “El Pollo” Carvajal, la figura de Diosdado Cabello queda expuesta como uno de los ejes centrales del aparato criminal del régimen . Si Carvajal fue el jefe operativo del Cartel de los Soles , tal cual como se refieren los acontecimientos desde Nueva York, entonces Cabello representa su brazo político-militar más temido , la mente que ha logrado sostener y blindar institucionalmente al cartel dentro de las estructuras del Estado venezolano.
Desde el programa “ Con el Mazo Dando” , envía mensajes cifrados y amenazas veladas contra Carvajal y cualquiera que pueda traicionarlo en el camino. Jurídicamente está perdido pero desde el poder es el gran narrador del régimen, luego que le arrebatara el micrófono a Jorge Rodríguez.
En su propio estudio mediático tilda a Carvajal de traidor y agente de la oposición, a la vez que juzga, condena y amenaza a cualquier mortal que ose faltarle a su autoridad. Es el dueño y señor absoluto del destino de los venezolanos, en una intensa estrategia de control del miedo interno muy natural en los grandes capos.
Su misión táctica es evitar que otros altos mandos que participen en el aparato narcomilitar del chavismo sigan el camino de Carvajal . Su discurso no está dirigido al venezolano-espectador, sino a sus propios cómplices, grabándoles lo que le pasa a quien “traiciona”. Su rol ya no es solo represivo: ahora es el garante del silencio, el que administra el terror dentro y fuera del chavismo . Es la figura más temida dentro del régimen, aunque todo lo señala. De seguro tendrían todas las de perder si cayera el muro de la impunidad.
El vacío
Once meses y 10 días después del 28 de julio de 2024 María Corina Machado ha visto erosionado su impulso inicial. Sin resultados concretos su capital político se ha venido desgastando, mientras las expectativas de una “salida mágica” se diluyen. La oposición partidista formal, fracturada, alacrana y sin herramientas reales, ha permitido que Maduro reconstruya la legitimidad internacional mediante procesos electorales falsos controlados por el clan usurpador.
A pesar de que la comunidad internacional la ha reconocido como la líder moral y fundamental detrás del triunfo de Edmundo González , MCM aún no significa una fuerza de choque, de presión o de ruptura , ante una Fuerza Armada que ha preferido seguir siendo parte de los negocios corruptos antes de liderar el tan esperanzador quiebre interno.
Aun cuando esta semana ha definido con crudeza la debilidad y el incierto sostén del aparato de Maduro, su narrativa ha quedado estancada en la espera de mejores condiciones y en un factor sorpresa que aspira llegará de un momento a otro en una madrugada esperada .
«¿De qué vive este régimen? Del narcotráfico, del oro de sangre, del tráfico de personas, del lavado de dólares. Si les cortas ese dinero, su aparato represivo empezará a colapsar», dijo en una reciente entrevista desde su búnker. ¿Pero llega ese mensaje a su real destinatario?
Después de la extrema represión que acompañó la toma ilegítima del poder en enero de 2025, no hubo más movilizaciones nacionales masivas y su base popular comenzó a mostrar signos de desilusión y desgaste emocional , ya que su liderazgo dependía de una comunidad internacional que se quedó en el exceso de cálculo para desafiar en la acción al régimen. Su permanencia sin poder en la clandestinidad es también un mensaje disuasivo a los ejes de esa comunidad internacional procastrinada.
Para Maduro y Cabello no importa cuántos votos tengan su opción, ellos son los que deciden quién compite y gobierna en sumisión. Las elecciones locales bajo sus condiciones son solo una puesta en escena.
Recordemos que en 26 años el pueblo venezolano ha hecho de todo: votó, protestó, resistió, huyó, volvió, denunció, enterró a sus muertos, sobrevivió y continúa sobreviviendo . Pero el sistema que lo oprime ha sido tolerado, legitimado y, en muchos casos, financiado.
El cálculo
Durante la administración Trump , la retórica contra Maduro ha sido dura, pero no existe interés ni una política integral para derribarlo, a pesar de las sanciones y el precio por las cabezas del régimen . Maduro también ha sobrevivido a la “máxima presión” y encontró oxígeno en Irán, China y Turquía , que lavan y le prestan la batea.
La pregunta clave ya no es cómo Maduro sigue allí , sino por qué tantos están dispuestos a permitirlo . Maduro sigue en el poder porque el sistema internacional, lejos de castigar el crimen con firmeza, lo administra con cálculo.
Existen testimonios de víctimas de violaciones en el CPI, confesiones como la de Carvajal, informes satelitales sobre pistas clandestinas, evidencia de drones iraníes y radares chinos instalados en el Arco Minero, rutas de narcotráfico activas hacia México y Europa, y decenas de oficiales y exfuncionarios asesinados o “suicidas”.
Todo eso existe, pero la comunidad internacional, especialmente EEUU. y la UE, han optado por contener el problema en lugar de desmantelarlo , pagando un alto precio moral y estratégico, porque mientras Maduro siga allí, el mensaje para otras dictaduras del mundo será claro : con suficiente petróleo, narcotráfico y represión la impunidad seguirá siendo rentable .
La dictadura de Nicolás Maduro, respaldada por una cúpula militar criminal y una arquitectura transnacional de impunidad, sobrevive porque el costo de salida parece ser más alto para los actores globales , que el costo de dejarlos permanecer allí como un experimento de laboratorio geopolítico, en el que los ciudadanos venezolanos pagamos las peores consecuencias.
Y esa es la paradoja: Para la comunidad internacional la estabilidad del narcoestado es menos costosa para el sistema que el desmantelamiento inmediato de toda la estructura de corrupción.
@damasojimenez / No te pierdas nuestro podcast Realpolitik en el canal YouTube VenezuelaUSAorg, donde profundizaremos con el analista Antonio de la Cruz sobre este tema