Alberto Barboza: Reflexión sobre las tendencias políticas de mayo

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Voy a referirme a algunos datos que me llamo la atención de los estudios diagnósticos que recientemente realizaron dos firmas, Delphos y Datincorp. Por una parte Delphos en materia de la coyuntura política nacional, formulo una pregunta sobre quién es el principal responsable por la situación económica del país, siendo el resultado que el 4.4% de la gente cree son los empresarios, un 22.8% nosotros mismos, un 40.5% el gobierno, un 15.9% el presidente, un 4.9% opinó que la oposición y un 8.3% cree son las sanciones de los Estados Unidos. Me parece increíble que solamente el 55% de la gente opine que el responsable por la precaria situación del país sea responsabilidad del gobierno y de su presidente. Aquí la oposición tiene una oportunidad de hacer que ese 55 llegue al 95%.


En cuanto a la imagen de algunas personalidades de la oposición, Rosales está adelante con un 26.4% de opinión favorable, le sigue Capriles con un 25.2%, en tercer lugar María Corina Machado con un 23.3%, siguiendo López con 21.8% y por ultimo Guaido con 17.7%. A mi juicio, tiene lógica la buena aceptación del Gobernador Rosales por su actual imagen de ganador, pero que Guaido no ocupe el segundo lugar me llamo la atención. Lo cual pienso se debe, a lo que otras veces he planteado, que injustamente se le ha recargado la responsabilidad de que el gobierno no ha salido y no hayamos retomado la democracia, pero la verdad es, que a cualquiera que hubiesen puesto en su lugar, al más erudito, al más estratega, al más valeroso, tampoco hubiese logrado el finiquito de la barbarie, por sus características bien conocidas.


En materia de intención de voto se tiene que un 19.2% opino que votaría por el actual Presidente, un 13% no participaría y un 61.2% votaría por un candidato distinto del oficialismo. Esto me pareció lógico, sin embargo, que casi un 20% de la gente estaría dispuesta a votar por el actual Presidente, me parece súper patológico. Así que aquí también la oposición tiene oportunidades de mejora, llevar ese voto Presidencial a un 10% máximo y conquistar el 13% de los apáticos.


Por su parte, Datincorp en materia de la confianza que la gente tiene en los líderes políticos de Venezuela, el 5.51% dijo que tenía mucha confianza, el 30.5%, mediana confianza y el 62.27 ninguna. Es decir, ello es una fortaleza para el gobierno, ya que el descredito de los lideres, que ha llevado a la gente a no participar en las elecciones, ha forjado el escenario donde el gobierno siempre ha salido airoso. La gente no entiende, que al no participar, en lugar de deslegitimar a los candidatos oficialistas, simplemente lo que hacen es darle la victoria.


Otra pregunta que me llamo la atención, que si el presidente de la república electo en el 2024 debe ser un líder del chavismo, de la oposición o de ninguno de los dos bandos. Bueno el resultado fue que el 13.44% opino que del chavismo, 16.03% de la oposición y el 62.52% de ninguno de los dos sectores. Es decir, esto le da un espacio importante a un “outsider” y en su defecto, el abanderado de la oposición en las tan ansiadas primarias, tiene que cautivar y conquistar ese conglomerado de personas incrédulas de los políticos clásicos.


Finalmente, la información es muy variada y un poco densa para comentarla integralmente, solo extraje estos datos para soportar el tema que comentare por parecerme muy relevante y trascendental. Me refiero a la demostrada apatía de la gente en participar en los procesos electorales, auspiciada por la propia oposición en otrora, sin resultado alguno, y que ahora cargan con ese peso, pero también promovida y estratégicamente planificada por el gobierno y sus asesores, expertos en la materia, quienes saben que el desanimo de no votar por parte de los que adversan al gobierno, es su mejor opción de seguir ganando todos los procesos electorales con los pocos votos que ellos tienen. Entonces, al “llorar al valle”, si no votamos en cambote, seguiremos en las mismas, quizás con un poco de oxigeno por la “Perestroika” chavista, donde se auspiciara un tanto la economía de mercado, por el evidente fracaso socialista, pero con una clase empresarial “emergente” que son los nuevos actores, poseedores de los recursos suficientes para ser los nuevos capitalistas de la economía nacional, e incluso, e increíblemente, serán la nueva oligarquía social, destinada, con el paso del tiempo, a ganarse el remoquete de “rancia aristocracia”.


Alberto Barboza
Coach Gerencial en liderazgo, planificación y productividad
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