Muere en Dominicana el actor Ray Liotta

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Ray Liotta, el protagonista de ‘Uno de los nuestros’, ha fallecido esta noche a los 67 años de edad, según informa la publicación ‘Deadline’, especializada en la industria audiovisual. El actor ha muerto mientras dormía en la República Dominicana, donde se encontraba rodando ‘Dangerous Waters’.

Nacido en Newark, Nueva Jersey, en 1954, fue abandonado en un orfanato antes de ser adoptado a los seis meses. Liotta estudió interpretación en la Universidad de Miami y comenzó su carrera profesional en 1974. Su primer papel importante llegaría cuatro años más tarde, cuando dio vida a Joey Perrini en la telenovela ‘Otro mundo’. Permaneció en el serial hasta 1981. Aquel personaje le abrió las puertas de la industria del cine, donde pronto se hizo un nombre encarnando a personajes secundarios, hasta que llegó su gran oportunidad de la mano de Jonathan Demme y su ‘Algo salvaje’ (1986). Bordó a aquel expresidiario, frío y cínico, cuyo único objetivo era acabar con el nuevo interés amoroso de su expareja, a la que daba vida una pizpireta Melanie Griffith. Su mirada intensa y afilada, sus rasgos marcadísimos y su voz áspera le hacían perfecto para el papel. Tanto es así, que fue nominado al Globo de Oro y al premio del Círculo de Críticos de Nueva York a mejor actor de reparto.

A partir de ahí, al actor comenzaron a lloverle todo tipo de ofertas hasta que recibió el gran papel que marcaría su vida, el del gánster Henry Hill en ‘Uno de los nuestros’ (Martin Scorsese, 1990), junto a Robert De Niro y Joe Pesci. De ojos azules y apuesto, Liotta era el actor perfecto para seducir y embaucar al espectador, que asistía atónito a su narración de cómo había ido escalando puestos en una banda del crimen organizado, la que llevó a cabo el famoso atraco de Lufthansa en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en 1978, haciéndose con más de cinco millones de dólares en efectivo y joyas.

Aquel decisivo papel también marcaría el devenir de su carrera, pues se especializó en encarnar a psicópatas, corruptos y mafiosos, pese a que como él mismo decía jamás había participado en una pelea en su vida -sí que fue arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol y estrellar su Cadillac Escalade en 2007-. Así lo hizo, por ejemplo, en ‘Falsa Seducción’ (Jonathan Kaplan, 1992), donde encarnaba a Pete Davis, un policía que acababa haciéndoselas pasar canutas a un matrimonio al que interpretaban Kurt Russell y Madeleine Stowe, o en ‘Cop Land (James Mangold, 1997), donde se enfrentaba al mismísimo Sylvester Stallone. Por eso, cuando le preguntaban por sus papeles favoritos, trataba de salirse del molde en el que le había metido la industria y apuntaba a personajes como el del compasivo hermano al que dio vida en ‘La fuerza de un ser menor’ (Robert M. Young, 1988); el del jugador de béisbol al que interpretó en ‘El campo de los sueños’ (Phil Alden Robinson, 1989), junto a Kevin Costner, o el del compasivo cirujano que trabaja en un hospital para veteranos en ‘Paro clínico’ (Howard Deutch, 1992).

Posteriormente aparecería en títulos como ‘Hannibal’ (Ridley Scott, 2001), junto a Anthony Hopkins, y participaría en comedias como ‘Las seductoras’ (David Mirkin, 2001), donde trataba de salir airoso de dos estafadoras a las que daban vida Sigourney Weaver y Jennifer Love Hewitt, o thrillers como ‘Blow’ (Ted Demme, 2001), junto a Penélope Cruz y Johnny Depp.

Iker Cortez