La Inteligencia de EEUU revela que los asesores militares han engañado a Putin y alerta de tensiones internas

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha recibido información engañosa o incompleta sobre la marcha de la invasión de Ucrania que le han proporcionado una visión excesivamente optimista o parcial sobre el desempeño del Ejército ruso en el campo de batalla, según la inteligencia de EE.UU.

El presidente de Rusia emprendió la agresión a Ucrania con varios objetivos: tomar el control de varias de las principales ciudades del país -entre ellas, la capital, Kiev-, derrocar el Gobierno del presidente Volodímir Zelenski e imponer un gobernante títere y forzar la cesión del Donbass, la región del este de Ucrania que está en parte bajo control de separatistas prorrusos. Era lo que Putin llama ‘desnazificar’ y ‘desmilitarizar’ Ucrania.

Se esperaba que la ofensiva del descomunal Ejército ruso consiguiera los objetivos en pocos días.

Pero han pasado cinco semanas, la gran mayoría de las ciudades ucranianas resisten el asedio ruso, el Donbass sigue bajo disputa y Zelenski -convertido en héroe internacional- sigue en el poder. Al contrario, Rusia ha anunciado un repliegue en Kiev y en la cercana Chernígov para centrar sus esfuerzo en el este y el sur del país.

Putin, sin embargo, es ajeno, al menos en parte, a esa realidad. Según esas fuentes de la Inteligencia, que hablaron de forma anónima con varios medios estadounidenses, Putin no sabe, por ejemplo, que Rusia utiliza en el frente a soldados recién reclutados y que hay muchos muertos entre ellos (desde el comienzo de la guerra, hay informaciones sobre el desconocimiento de muchos jóvenes soldados de que iban a la guerra, creían que estaban de maniobras; esa circunstancia ha provocado problemas de moral baja en las tropas rusas). Al presidente también se le ha ocultado la magnitud del impacto de las sanciones económicas de EE.UU. y de sus aliados contra Rusia.

Cortocircuitos de información
Estos análisis de la Inteligencia muestran que hay cortocircuitos en la información que Putin recibe de sus altos cargos y una inclinación de estos por no dar al presidente ruso malas noticias sobre lo que ocurre en el frente. En los últimos meses, la Inteligencia de EE.UU. ya hablaba de un Putin cada vez más aislado -algo acelerado por las restricciones que ha impuesto a causa de la pandemia de covid y que han cerrado todavía más su círculo y dificultado más la comunicación directa con él- y menos favorable a escuchar a altos cargos que no den visiones coincidentes con la suya. Esto, según la inteligencia de EE.UU., ha aumentado la cautela o el miedo entre los altos cargos en sus interacciones con Putin. También ha provocado una creciente tensión entre el presidente y su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, que era una de sus manos derechas.

Estas conclusiones de la Inteligencia fueron confirmadas este miércoles por el Pentágono. Su portavoz, John Kirby, aseguró que el Ejército de EE.UU. «está de acuerdo en la conclusión de que Putin no ha sido informado por su ministro de Defensa de todos los detalles durante el último mes».

«Uno de los talones de Aquiles de los autocracias es que no hay gente en esos sistemas que diga o tenga la capacidad de decir la verdad al poder», dijo Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU.


Kirby reconoció que la situación de Putin podría ser un problema para el avance de las negociaciones entre Ucrania y Rusia para el cese de hostilidades. «El hecho de que no tenga todo el contexto, de que no comprenda de forma completa hasta qué punto sus tropas están fracasando en Ucrania, es inquietante», dijo. «Si no tiene información de que las cosas van mal, cómo van a llegar sus negociadores a un acuerdo que sea duradero. Y hay otra cosa: no sabes cómo un líder así va a reaccionar cuando reciba las malas noticias. Es desconcertante».

Quien no quiso referirse al asunto fue Joe Biden. Los periodistas le preguntaron al respecto durante el acto en el que el presidente de EE.UU. se puso el segundo refuerzo de la vacuna para el covid, pero no contestó. Sí lo hizo de forma tangencial, sin referirse de forma específica a las revelaciones de la Inteligencia, su jefe diplomático: «Uno de los talones de Aquiles de los autocracias es que no hay gente en esos sistemas que diga o tenga la capacidad de decir la verdad al poder», dijo Antony Blinken, secretario de Estado, durante su visita a Argelia. «Y es algo que estamos viendo en Rusia».

Javier Ansorena/ABC