Bloomberg: Moscú acusa a EEUU de fomentar la “histeria”.

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Desde hace semanas, los líderes mundiales y los principales ministros han viajado a Moscú en un intento por convencer a Rusia de que retire sus tropas de la frontera con Ucrania.

El presidente Vladimir Putin también ha hablado tres veces por teléfono con el presidente estadounidense Joe Biden desde principios de diciembre.

A pesar del frenesí diplomático, hay poca evidencia de progreso.

Putin, que niega que planee invadir Ucrania, está concentrado en sus demandas de garantías de seguridad por parte de Estados Unidos y la OTAN. Él dice que la alianza militar ha empujado demasiado hacia el este para la comodidad de Rusia.

Biden y sus aliados europeos dicen que Putin está aumentando la presión sobre Ucrania al concentrar 130.000 soldados y equipos militares cerca de la frontera y realizar simulacros a gran escala en la cercana Bielorrusia junto con ejercicios navales en el Mar Negro.

Estados Unidos cita evidencia que dice apunta a la posibilidad de un ataque ruso contra Ucrania tan pronto como esta semana. Moscú acusa a Estados Unidos de fomentar la “histeria”.

Ahora es el turno del relativamente nuevo canciller de Alemania, Olaf Scholz, de ir a Moscú para tratar de persuadir a Putin de que reduzca la tensión. Putin, que habla alemán con fluidez desde sus días como oficial de la KGB en Dresden, tenía cierto grado de entendimiento mutuo con la predecesora de Scholz, Angela Merkel, pero cualquier relación se construyó durante sus 16 años en el cargo. Y, a diferencia de Scholz, habla ruso.

Por lo tanto, no está claro en esta etapa qué puede producir un gran avance. Rusia quiere cosas que Occidente dice que no puede dar. Y si Estados Unidos tiene razón, el tiempo se acaba.

Una cosa que Estados Unidos aún tiene que poner sobre la mesa, al menos públicamente, es otra reunión adecuada con Biden. La única cumbre Biden-Putin fue en junio de 2021.

Promocionado como otro momento potencial de “Helsinki”, evocando los acuerdos de 1975 que buscaban calmar las tensiones de la Guerra Fría entre el Este y el Oeste en Europa, tal reunión podría al menos mantener el diálogo. 

Rosalind Mathieson/ Bloomberg