Hugo Delgado: Los caballos de Troya

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Cuando el chavismo definió sus dos objetivos claves para mantenerse en el poder, sabía que las democracias occidentales, obnubiladas con  esos conceptos etéreos de  “soberanía del pueblo”  y el “voto popular”, aceptarían su puente de las elecciones del 21 de noviembre de 2021 para lograrlos; una especie de fórmula  mágica que le permitiría la solución de sus  problemas políticos, que ya degeneran en una crisis  humanitaria, reflejada en las  recientes cifras de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi): 94,5% de pobreza y 76,6 % de pobreza extrema .

Pero el gran gestor de esta desgracia, a parte de los mismos venezolanos,  son los hermanos Fidel (+) y Raúl Castro. Los 60 años de dictadura en Cuba, las experiencias con los grupos de inteligencia de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y en especial la Stasi de Alemania Oriental (1950-1990),  su amplio trabajo para la manipulación de la opinión pública   e injerencia en los asuntos de países de interés utilizando grupos violentos (guerrillas colombianas o peruanas) o de presión para defender sus intereses (políticos, académicos y escritores), le han dado las herramientas necesarias para extrapolarlas  a Venezuela y lograr su control político, militar y económico.

Esa experiencia cubana, dudo que a Nicolás Maduro y compañía le “paran” tantas ideas juntas, permitió construir el andamiaje para mantener en el poder al chavismo durante 22 años y amenazar con perpetuarse con las elecciones del 21 de noviembre de 2021.  Un peligro que  la sociedad democrática y en especial “los politiqueros de oficio”, cobijados con el calificativo de “oposición”, están posibilitando.

Esos dos objetivos son legitimación y eliminación de sanciones. Dos factores que le faltan al régimen de Nicolás Maduro para “atornillarse al poder”. Lograr el reconocimiento lo conducirá hacia los recursos necesarios para seguir la gesta corrupta que les ha permitido saquear, empobrecer al país y manipular la “dádiva” que tanto le gusta a la sociedad burocrática dependiente del Estado.

Definitivamente en Venezuela hay sectores interesados en mantener la enfermiza situación, desde políticos y militares hasta seudo empresarios.”El juego de suma cero” sigue vigente, en un país con sectores cada vez más poderosos y millonarios que viven de la desgracia ajena como lo indican las preocupantes cifras de la Encovi, de indiferentes beneficiados con la “burbuja de las remesas”,  o grupos de grupos opositores que poco les importa el país y un régimen antifragilístico que parece invencible.

Estados Unidos de América (EUA) recientemente aprobó más de US $ 300 millones para apoyar la causa venezolana ¿Quiénes se favorecerán? Perseguidos y refugiados falsos y reales, los beneficiados por el TPS, comunicadores sociales tarifados, organizaciones no gubernamentales, grupos opositores que verdaderamente luchan por rescatar la democracia y “vivos” que aparentan hacerlo, etc. 

En ese mezcla de intereses del “status quo” también están los empresarios favorecidos con la especulación que diariamente aumentan los precios en dólares y bolívares o los exonerados de impuestos sobre sus productos importados, enchufados lavadores de capitales o  blanqueadores de dineros provenientes del narcotráfico y la corrupción. Igualmente entran en este grupo, los militares beneficiados con todos los negocios negros que se generan en la frontera, narcotráfico, en el arco minero y en cada alcabala instalada en las carreteras nacionales. Ese “modus de vida” aberrante acentuado en los últimos años también beneficia a los empleados públicos adscritos al poder judicial o a los entes que tramitan pasaportes, licencias, documentos, etc. Los verdes hacen maravillas.

En las crónicas de guerra de Troya, narradas por Homero, se cuenta que los Aqueos construyeron un gran caballo de madera, hueco en su interior, en donde colocaron a sus soldados. Al ser recibido como un gesto de rendición, la inmensa obra fue introducida al interior de la ciudad. En la noche los soldados salieron de su interior y mataron a los centinelas, abrieron las puertas a sus compañeros y tomaron la ciudad de Troya. No se sabe si este hecho es producto de la mitología griega o fue realidad.

Divide y vencerás. Lo cierto que el mitológico artefacto se ha convertido en otra arma del régimen para destruir la poca unidad alcanzada por la oposición democrática. Primero fue la fracasada Operación Alacrán, ahora los caballos de Troya son Henrique Capriles de Primero Justicia (PJ), el ex ministro de Energía y Minas del gobierno de Luis Herrera Campins (1979-1983) y ex canciller de Carlos Andrés Pérez (marzo-junio 1992), Humberto Calderón Berti, el impredecible Julio Borges de PJ, el aspirante a la Alcaldía de Caracas, Antonio Ecarrí (hijo del embajador en España de  la AN 2015),  y varios dirigentes de distintas organizaciones, que se han enfrascado en atacar a Juan Guaidó y a Leopoldo López de Voluntad Popular, y al candidato a la gobernación del estado Zulia, Manuel Rosales, entre otros, olvidando que el enemigo a vencer es el chavismo, a no ser que los intereses de sus hordas sean otros.

A estos últimos se les ha vinculado en irregularidades en Monómeros de Colombia, una empresa petroquímica colombo-venezolana,  el manejo de la empresa Citgo en EUA al borde del embargo por acreedores y del oro retenido en Gran Bretaña por desconocimiento del régimen. Los nuevos alacranes hablan bien orquestados, no muestran pruebas, pero hacen bulla. Incluso en el Zulia hay comunicadores sociales tarifados por otros políticos “opositores” empeñados en cerrarle el paso a Rosales. En Caracas, Ecarrí al no ser escogido por el G4, ha emprendido una campaña  de ataques contra el candidato del consenso, Tomás Guanipa (PJ), como si estos fueran los enemigos a vencer y no el chavismo.

Ya lo denunció el ex enviado especial para Venezuela durante el gobierno de Donald Trump, Elliot Abrahams: “Cuando tomé la posición de representante especial en enero de 2019, todos decían que la oposición venezolana estaría desunida. No fue verdad, se mantuvieron hasta la mitad de 2020 completamente unidos, hasta que Capriles decidió romper esa unión. Eso puso el viejo liderazgo de nuevo y creo que fue una derrota para (Josep) Borrell y para Capriles”.

Esta declaración evidencia que Maduro, Capriles y el representante de la  CE, Josep Borrell, el español miembro del partido de gobierno PSOE -aliado del chavismo-, al cual pertenecen el actual primer ministro, Pedro Sánchez,  y José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), andan en las mismas. El ataque a Leopoldo López es producto de sus recientes advertencias  sobre la posibilidad del fraude el 21 de noviembre de 2021 y  el riesgo que la CU pueda legitimar al régimen.

El defensor de los derechos humanos, Rafael Narvaez, (Noticiero Digital 1-10-2021) luego de leer los resultados Encovi relacionados con la pobreza refería al régimen de Maduro: Es una «máquina de fabricar pobres y ser un depredador de los derechos humanos». Una apreciación que puede relacionarse con  el artículo “Un régimen antifragilístico” (Tal Cual 5-agosto-2020) de Laureano Márquez: “Acosado por un modelo político destructor, es difícil entender cómo éste se sostiene, cómo logra fortalecerse mientras peor es su desempeño”. Su apreciación parte del libro Antifrágil: las cosas que se benefician del desorden, del escritor libanés-norteamericano, Nassim Nicholas Taleb.

Márquez ya advertía lo que puede ocurrir el 21N: “Si convoca a elecciones y frente a ellas la oposición se abstiene, se beneficia porque le resulta menos complicado ganar, pero si participa, también se beneficia, porque logra legitimar la trampa…  La antifragilidad está más allá de la resiliencia o la solidez. El resiliente resiste los choques y permanece igual, lo antifrágil mejora». El régimen político venezolano es, quizá el más claro ejemplo de antifragilidad aplicada a la política”.

Otra deducción para entender el comportamiento delictivo del régimen, es extraída del diálogo entre Batman (Bruce Wyne) y el Joker, en Batman: el caballero de la noche (2008), sobre la difícil comprensión del pensamiento del criminal. El Joker argumentaba que mientras el bien tiene protocolos de acción, reglas y valores, el mal no los posee y hace cualquier cosa sin limitaciones.

Es lo que le permite al régimen hacer lo que sea, convirtiendo sus errores en fortalezas, como dice Márquez,  dispersar la atención pública en la mesa de diálogo en México sin perder el norte de buscar legitimación y eliminación de las sanciones; utilizar a Capriles, Calderon Berti, Ecarrí y otros “alcranes 2” para desviar el objetivo de lucha de la oposición, y reducir los orígenes de todos los males: la corrupción, la ineficiencia, el empobrecimiento de las mayorías y la violación de los derechos humanos.  

@hdelgado10