Chicago planea trasladar a migrantes y reabrir edificios públicos donde se alojaban

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Chicago prevé trasladar a miles de migrantes que ocupan edificios públicos a otros albergues y recuperar los inmuebles para las actividades del verano en la ciudad con sus residentes, algunos traslados comenzarán este fin de semana mientras algunos critican la medida y otros la apoyan.

Chicago tiene previsto cerrar cinco albergues para migrantes en las próximas semanas y trasladar a cerca de 800 personas, incluyendo familias, para poder reabrir los edificios del distrito de parques para organizar campamentos de verano populares, competiciones de atletismo y otros eventos comunitarios a tiempo para el verano.

El cambio forma parte de las constantes iniciativas de la ciudad para atender las necesidades de quienes llegan desde la frontera con México.

Los defensores de los migrantes han criticado con frecuencia al alcalde, el demócrata Brandon Johnson, y alegaron que los servicios disponibles son inadecuados. Otros creen que Chicago está priorizando de forma injusta a los recién llegados frente a los residentes que llevan más tiempo allí, incluyendo personas sin hogar con necesidades similares.

Un estudio de la ONU del 2016 demostró que esta actividad generó ganancias de más de siete mil millones de dólares a nivel mundial.

¿Por qué cerrar los albergues?
Johnson anunció su plan para cerrar los albergues del distrito de parques esta semana afirmando que “ya no son necesarios”.

“Estoy orgulloso de los esfuerzos de mi gobierno, nuestros socios y los muchos habitantes de Chicago que dieron un paso adelante para dar la bienvenida a los recién llegados proporcionándoles refugio en nuestras casas de campo del Distrito Parque, en un momento en el que había una clara necesidad», apuntó el regidor en un comunicado el lunes.

“Estamos agradecidos a los concejales y a las comunidades que acogieron a los nuevos vecinos con los brazos abiertos, y nos complace que esas instalaciones del parque regresen de nuevo a su propósito a tiempo para la programación de verano”, dijo.

Chicago reportó la llegada de más de 37.000 migrantes a la ciudad desde 2022, cuando el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a enviar buses cargados de gente a las llamadas ciudades santuario. Muchos de los que recalan en Chicago proceden de Venezuela, donde una crisis social, política y económica sumió a millones de personas en la pobreza, y donde tres cuartas partes de la población viven con menos de 1,9 dólares al día.


En un primer momento, la ciudad utilizó comisarías de policía y aeropuertos como refugios improvisados mientras las autoridades buscaban una solución temporal. Algunos residentes de los vecindarios que rodean las casas de campo del distrito de parques protestaban habitualmente por la conversión de los edificios en albergues.

El viernes, una entidad municipal mostró que más de 10.000 personas siguen en albergues gestionados por la ciudad, frente al récord de casi 15.000 alcanzado en enero.

La ciudad no ha aclarado cuándo se vaciarán todos los edificios del parque, solo que el proceso durará varias semanas. Los voluntarios que trabajan con los migrantes señalaron que a los residentes de al menos dos de esos edificios se les dijo que serían trasladados a otros lugares el sábado.

¿Qué pasa con otros albergues?
En la ciudad hay casi 20 refugios temporales más operativos, incluyendo iglesias, hoteles, una biblioteca y antiguos almacenes. Los más grandes albergan a más de 1.000 personas mientras que en otros se supera el centenar, de acuerdo con la actualización ofrecida por la ciudad este mes.

La ciudad trata de mover a la gente a otros albergues próximos a la ubicación actual, especialmente a las familias con niños matriculados en las escuelas de la zona, según el comunicado de Johnson.

VOA