Antonio María Delgado: ¿Están los aliados de Maduro ahora dispuestos a darle la espalda?

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Algunos de los aliados internacionales del régimen de Nicolás Maduro que lo han ayudado a mantenerse en el poder podrían estar ahora dispuestos a respaldar una salida negociada a la crisis venezolana, siempre y cuando sus intereses estén garantizados, lo que podría significar una fórmula donde las fuerzas democráticas compartan el poder con el chavismo, dijeron expertos.

Países como China y Rusia que han invertido fuertemente en Venezuela ahora ven al régimen como “una maleta pesada sin manilla” por donde sujetarla, y favorecerían una solución al prolongado conflicto, dijeron los panelistas en un foro organizado por el Wilson Center al margen del lanzamiento del libro: Venezuela’s Authoritarian Allies: The ties that bind? El Wilson Center es un foro político no partidista.

El tema es analizado en momentos en que el régimen y la oposición venezolana se dirigen a un proceso de diálogo auspiciado por Noruega. La iniciativa recibió la semana pasada el visto bueno de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.


Pero la eventual aprobación de los países aliados a Maduro a un proyecto de transición dependería en que sus intereses estén blindados de cualquier cambio que se produciría en Venezuela. Entre éstos se encuentra China, país que aún tiene varios miles de millones de dólares atados en el país petrolero, dijeron los expertos.

A diferencia de otros países, “China ha sido uno de los perdedores del conflicto político actual en Venezuela y de las dimensiones de la crisis humanitaria”, dijo Michael Penfold, profesor de Ciencias Políticas del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).

“Ellos quieren ver una solución a la actual situación en Venezuela, para poder jugar un importante papel en la reconstrucción de la industria petrolera…. Pero el arreglo negociado que ellos van a querer ver es uno de coexistencia entre el chavismo y la oposición, en vez de uno donde el chavismo es desplazado, porque eso pondría en riesgo su visión a largo plazo del sector petrolero”, agregó.

Rusia enfrenta una situación similar, pese a la impresión preservada por muchos de que el gobierno de Vladimir Putin estaría dispuesto a defender a Maduro hasta el final, dijo Vladimir Rouvinski, director del Centro de Estudios Inter-disciplinarios de la Universidad Icesi, de Cali, Colombia.

Los rusos han llegado a la conclusión de que los costos de mantener a Maduro en el poder se van a tornar cada vez más altos, dijo Rouvinski. “Así que yo creo que ellos van a estar dispuestos a explorar la posibilidad de que otro tipo de gobierno tome el puesto de el de Maduro en Venezuela”.

La crisis venezolana no apareció en la agenda del reciente encuentro sostenido entre Pútin y el presidente Joe Biden a mediados de este mes, pero Rouvinski dijo creer que fácilmente podría ser incluido en una próxima ronda de conversaciones bilaterales en la medida en que el presidente ruso busque poner fin a la situación de aislamiento internacional en que se encuentra.

“Vladimir Putin cree que Venezuela es un activo que él puede entregar en forma de concesión en una negociación con los Estados Unidos. Él sabe que Maduro es muy costoso de mantener, así que bien podría negociar su salida”, dijo Rouvinski.

La situación de Cuba es muy distinta, aún cuando los panelistas resaltaron que la isla estuvo dispuesta en un momento dado a participar en conversaciones para disminuir las tensiones con Estados Unidos y que participó activamente en las negociaciones de paz en Colombia.

La diferencia reside en el grado de dependencia que tiene Cuba en el suministro petrolero que le brinda Venezuela, el cual se ha convertido en esencial para el sostenimiento económico de la isla.

En teoría, Estados Unidos se podría acercar a La Habana y ofrecerle por ejemplo un relajamiento de las sanciones si ellos se comprometieran a jugar un papel constructivo en un proceso de diálogo para poner fin a la crisis venezolana, dijo Richard Feinberg, profesor de la Universidad de California en San Diego.

“Pero siendo realistas, si te encuentras en La Habana, ¿qué tan creíble sería una promesa de un gobierno estadounidense en este momento? Los gobiernos de Estados Unidos cambian con una rapidez vertiginosa en Washington por estos días y la capacidad de Biden de poder mantener cualquier iniciativa sobre Cuba, dada la influencia que tienen ciertos legisladores del Congreso preocupados por el juego político en Florida”, es vista como muy limitada en ésta área, dijo Feinberg.

Asimismo, es mucho lo que las partes tendrían que ofrecerle a Cuba para conseguir su respaldo debido a que, para La Habana, la supervivencia de Maduro es esencial para la suya propia, agregó John Polga-Hecimovich, profesor de la Academia Naval de Estados Unidos.

El caso de Irán, país que se ha convertido en un importante instrumento en los esfuerzos de Caracas por evadir las sanciones estadounidenses, conseguir que se una a los esfuerzos por conseguir una salida negociada al régimen también requeriría de grandes compromisos por parte de Estados Unidos, dijo James Bosworth, analista del Latin America Risk Report y Hexagon Consulting.

Eso se debe en parte a que Estados Unidos se encuentra enfrentado con Irán sobre su programa nuclear, y Venezuela es vista por Terán como un elemento que fortalece su posición ante cualquier negociación que podría tener con Estados Unidos, dijo Bosworth.

Washington “debe entender que podría brindar concesiones por un lado para obtener lo que realmente quiere por el otro. Y si la prioridad es el programa nuclear en Irán, entonces nosotros no vamos a conseguir lo que queremos en la relación entre Irán y Venezuela”, explicó.

Antonio María Delgado/ El Nuevo Herald