Kamala Harris asume como interina ante tratamiento médico de Biden

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EEUU nunca ha tenido una presidenta pero este viernes tendrá su primera presidenta interina. Kamala Harris ocupará ese cargo durante unas horas, debido a un tratamiento médico que recibirá el presidente del país, Joe Biden, y por el que deberá recibir anestesia.

Se trata de una colonoscopia rutinaria, según ha informado la Casa Blanca, a la que se someterá Biden, que este sábado cumple 79 años, en el hospital militar Walter Reed.

Durante ese tiempo, Biden transferirá los poderes ejecutivos a Harris, que, en su cargo de vicepresidenta, asume la presidencia de forma temporal hasta que el mandatario salga de la anestesia.

«La vicepresidenta trabajará desde su oficina en el Ala Oeste durante ese tiempo», detalló la jefa de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en una indicación de que Harris no ocupará el Despacho Oval, el que corresponde al presidente.

Será la primera vez que una mujer ostente los poderes ejecutivos de la primera potencia mundial, algo que estuvo a punto de ocurrir en 2016, con la candidatura de Hillary Clinton, a quien Donald Trump derrotó por la mínima en unas elecciones en las que iba como favorita.

La transferencia de poderes es el mismo procedimiento ocurrido en 2002 y 2007 con el entonces presidente, George W. Bush, que también fue anestesiado para el mismo tratamiento médico, y que convirtió a su vicepresidente, Dick Cheney, en presidente interino.

Igualmente se aplicó en 1985, cuando el entonces presidente, Ronald Reagan, entregó los poderes ejecutivos de forma temporal a George H. W. Bush mientras se sometió a una operación que duró ocho horas.

Cuando George H. W. Bush (izquierda) era vicepresidente, sustituyó temporalmente en la presidencia a Ronald Reagan por una operación que duró ocho horas
Cuando George H. W. Bush (izquierda) era vicepresidente, sustituyó temporalmente en la presidencia a Ronald Reagan por una operación que duró ocho horas – Afp
El antecesor de Biden, Trump, también fue sometido a una colonoscopia en 2019, según Stephanie Grisham, jefa de prensa de la oficina de la entonces primera dama, Melania Trump. Pero el multimillonario neoyorquino, según escribió Grisham en un libro reciente, optó por no recibir anestesia, por lo que su vicepresidente, Mike Pence, no tuvo que sucederle de forma temporal. Trump, según este relato, no quería que el público supiera de su colonoscopia y la transferencia temporal de la presidencia, que se comunica en una carta al Congreso, lo habría desvelado.

Previsto en una enmienda constitucional
La figura del presidente interino existe desde 1967, cuando se aprobó la enmienda 25ª de la Constitución de EE.UU., que detalla los casos de sucesión e incapacidad del presidente.

Biden es el presidente de más edad en la historia de EE.UU. y su salud y su capacidad mental fueron un ataque constante de Trump y de sus aliados durante la campaña electoral del año pasado. Le calificaron de títere de la izquierda y pronosticaron abandonaría la Casa Blanca a las primeras de cambio para entregar el poder a Harris.

Nada de eso se ha cumplido de momento. Al contrario, Harris parece arrinconada en su puesto de vicepresidenta y cargada con encomiendas complejas por parte de Biden, como solucionar los problemas de raíz de la inmigración en los países centroamericanos.

Kamala Harris, el pasado 12 de noviembre durante una rueda de prensa en París
Kamala Harris, el pasado 12 de noviembre durante una rueda de prensa en París – Efe
El cargo de presidenta interina por unas horas es un premio de consolación para Harris, que se presentó como candidata a la presidencia en 2020, con poco éxito. Tuvo un inicio fulgurante en las primarias demócratas, sobre todo gracias a acusaciones veladas de racismo contra Biden, el favorito, pero pronto se desinfló. Después Biden la rescató como candidata a la vicepresidencia y conformar un ‘ticket presidencial’ con diversidad, que incluía una mujer que es negra y de origen indio.

Para Harris, la vicepresidencia debía ser un trampolín hacia nuevas opciones presidenciales en 2024. Biden deslizó durante la campaña que su candidatura era para desbancar a Trump y hacer de puente a una nueva generación de demócratas. Ahora mismo, el presidente está hundido en las encuestas y la posibilidad de una reelección parece muy lejana. Los problemas en su presidencia, sin embargo, podrían ser un lastre también para las aspiraciones de Harris.

Javier Ansorena