El mundo está paralizado, es obligatorio preguntarse: ¿esto es una pandemia o una plandemia?, hay investigaciones en desarrollo sobre causas y causantes del COVID 19, hay elementos comunes que generan conclusiones. Este virus fue creado, ya inició la polémica sobre responsables y actuaciones de diferentes instancias de acuerdo a visiones e intereses.
El protocolo de la OMS está cuestionado seriamente, lo cierto es que el órgano rector de la salud, no fue eficaz en la defensa de la vida en sociedad.
Los indicadores económicos son alarmantes: el PIB de América Latina y el Caribe se contrae 9,1%, el mayor en los últimos 100 años; CEPAL indica que las exportaciones se derrumban un 20%; FMI pronostico en enero un aumento de 3,3% de la economía para el 2020 y ahora señala una caída de 4,9%; el Banco Mundial pronostico un aumento de 2,5% y ahora indica una caída de 5,2%.
Este virus se creó con objetivos financieros y económicos, siendo un conflicto de la ciencia y la política.
Hay testimonio de muchos especialistas que señalan este virus como una enfermedad sencilla de combatir con medicamentos antigripales, antinflamatorios, antibióticos e inhalación de vapores calientes cuando se identifican los síntomas, al no existir enfermedades de base en el contagiado. Tiene el COVID 19 la particularidad que si no es atacado oportunamente se convierte en una enfermedad letal que ha contagiado a más de 17.000.000 millones y le ha quitado la vida a más de 679.000 seres humanos, sembrando incertidumbre y tristeza.
En lugar de declararle la guerra al virus lo dejaron expandir, sino hay muertos, no hay miedo y no alcanza el objetivo de paralizar la economía mundial.
Nos impusieron el confinamiento, que en lugar de ayudar impone un esquema contra natura, que deprime, genera angustia y lesiona el sistema inmunológico. El terror se sobredimensiona con cifras maquilladas, ahora todos los pacientes mueren por COVID 19. Esta plandemia atenta contra el orden económico mundial, impulsa el sistema financiero de la criptomoneda vs el sistema financiero ordinario y convierte a la vacuna en la “tabla de salvación” convirtiéndose en un gran negocio, mientras día a día la actividad económica y comercial se arruina paulatinamente.
Las consecuencias de la paralización de la economía son muy peligrosas; disminuyó la capacidad de ahorro, hay sobre oferta de activos, bienes, acciones, tributos, industrias y comercio, generándose la depreciación de un mercado gigantesco a precio de gallina flaca, creando las condiciones para la operación de legitimación de capitales más grande de los últimos 100 años, poniendo en bandeja de plata a los capitales de la delincuencia organizada y especialmente a las montañas financieras provenientes del narcotráfico y la corrupción.
Las mafias avanzan empoderándose en negocios petroleros, mineros, químicos, energéticos, agrícolas, inmobiliarios, entre otros, lo cual significa el control de la economía estratégica y un salto definitivo hacia el poder político. El mundo democrático está seriamente amenazado con la indiferencia, la ignorancia y muchos silencios cómplices.
@joseluispirelar.
