La emergencia decretada por Maduro para recuperar a PDVSA es otra medida desesperada del dictador para victimizar ante las pérdidas impuestas por EEUU a la petrolera rusa Rosneft que maneja la industria venezolana en clara violación de la Constitución y la soberanía.
A PDVSA la destruyó el chavismo desde el 2002, Maduro la utilizó como plataforma para sus intereses turbios y la transformó en la chatarra que es hoy día gracias a uno de los principales operadores del lavado de dinero de la narcodictadura como es Alejandro Betancourt, presidente de Derwick
¿Nombres? ¿Cómo desmantelaron la empresa? ¿Cómo pretenden convertirla en potencia mundial luego de desaparecerla del mapa del mundo de los negocios petroleros? Maduro encomendó a El Aissami subir la producción de 800 mil a 2 millones de barriles diarios en una industria que colapsó por falta de mantenimiento. De esto conversamos con el diputado Julio Montoya antes de presentar sus nuevas denuncias ante el parlamento legítimo esta próxima semana.
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