El actor Gene Hackman murió de una enfermedad cardíaca una semana después de que su esposa muriera por hantavirus en su casa en una ladera de Nuevo México, y es posible que él no supiera que ella estaba muerta porque mostraba graves signos de la enfermedad de Alzheimer, revelaron las autoridades el viernes.
Se determinó que ambas muertes se debieron a causas naturales, dijo la médica forense jefa, Dra. Heather Jarrell, junto con funcionarios de bomberos y salud del estado en una conferencia de prensa.
“El señor Hackman presentaba signos de enfermedad de Alzheimer avanzada”, dijo Jarrell. “Estaba en muy mal estado de salud. Tenía una enfermedad cardíaca importante y creo que eso fue lo que finalmente provocó su muerte”.
Las autoridades descartaron que se tratara de un crimen después de que se descubrieron los cuerpos de Hackman, de 95 años, y Betsy Arakawa, de 65, el 26 de febrero. Las pruebas inmediatas de intoxicación por monóxido de carbono dieron negativo.
Los investigadores descubrieron que la última comunicación y actividad conocida de Arakawa fue el 11 de febrero, cuando visitó una farmacia, una tienda de mascotas y un mercado agrícola, dijo el viernes el sheriff del condado de Santa Fe, Adan Mendoza.
El marcapasos de Hackman mostró por última vez signos de actividad una semana después y tenía un ritmo cardíaco anormal el 18 de febrero, el día en que probablemente murió, dijo Jarrell.
«Es muy posible que no supiera que ella estaba muerta», dijo Jarrell.
Sus cuerpos fueron encontrados poco más de una semana después. Hackman fue encontrado en la entrada de la casa. Su muerte fue relacionada con una enfermedad cardíaca a la que contribuyó la enfermedad de Alzheimer.
Arakawa fue encontrada en un baño. Las autoridades relacionaron su muerte con el síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad rara pero potencialmente mortal que se transmite por excrementos de roedores infectados. Cerca se encontraron pastillas para la tiroides que le habían recetado a Arakawa y no figuraban como causantes de su muerte, dijo Jarrell.+
El hantavirus se suele detectar en primavera y verano, a menudo debido a la exposición a excrementos de ratones en casas, cobertizos o zonas con poca ventilación. Este es el primer caso confirmado de hantavirus en Nuevo México este año.
Jarrell dijo que no se sabía qué tan rápido murió Arakawa.
Uno de los tres perros de la pareja también fue encontrado muerto en una jaula en el armario de un baño cerca de Arakawa, mientras que otros dos perros sobrevivieron. Las autoridades inicialmente identificaron erróneamente la raza
Los perros no se enferman de hantavirus, dijo Erin Phipps, veterinaria del Departamento de Salud de Nuevo México. Se le realizará una necropsia al perro. El sheriff considera que se trata de una investigación abierta hasta que terminen de verificar los datos del teléfono celular y reciban los resultados de la necropsia del perro.
Los investigadores recuperaron previamente artículos personales de la casa de la pareja, entre ellos una agenda mensual y dos teléfonos móviles.
Cuando se encontraron Hackman y Arakawa, los cuerpos se estaban descomponiendo con cierta momificación, una consecuencia del tipo de cuerpo y del clima del aire especialmente seco de Santa Fe, a una altitud de casi 7.200 pies.
Hackman, un ícono de Hollywood, ganó dos Oscar durante una carrera histórica en películas como “The French Connection”, “Hoosiers” y “Superman” desde la década de 1960 hasta su retiro a principios de la década de 2000.
Arakawa, nacido en Hawaii, estudió como pianista de concierto, asistió a la Universidad del Sur de California y conoció a Hackman a mediados de la década de 1980 mientras trabajaba en un gimnasio de California.
La casa de estuco de estilo neopueblo de la pareja se encuentra en una colina en una comunidad cerrada en el extremo sur de las Montañas Rocosas. Santa Fe es conocida por ser un refugio para celebridades, artistas y autores.
Hackman dedicó gran parte de su tiempo de retiro a pintar y escribir novelas lejos del circuito social de Hollywood. Trabajó durante varios años en el consejo de administración del Museo Georgia O’Keeffe en Santa Fe, y él y su esposa fueron inversores en empresas locales.
AP
