La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzaron ese jueves 1 de diciembre una solicitud de 1.720 millones de dólares para financiar un plan de asistencia a los refugiados venezolanos en América Latina y el Caribe.
El plan conjunto de las agencias de Naciones Unidas tiene un alcance de dos años y está destinado a responder a las necesidades humanitarias de los refugiados y migrantes venezolanos y a promover su integración socioeconómica en los países de acogida.
«Los refugiados y migrantes de Venezuela no pueden ser olvidados», destacó al anunciarse este plan de asistencia el representante especial conjunto de Acnur y la OIM para este colectivo, Eduardo Stein.
«Muchos han visto sus vidas paralizadas y millones luchan por alimentar a sus familias o por encontrar oportunidades para reconstruir sus vidas», recordó.
Según Acnur y la OIM, más de 7 millones de personas han abandonado Venezuela en busca de seguridad y estabilidad, de los que 6 millones viven ahora como refugiados en 17 países de la región latinoamericana.
Stein reconoció los esfuerzos de los países del continente en materia de acogida, pero reconoció que el elevado coste de vida, el impacto persistente del covid-19, el desempleo y los bajos salarios han dificultado que muchos migrantes puedan reconstruir su vida más allá de Venezuela.
Las agencias de la ONU lamentan que solo han recibido una cuarta parte de los fondos que necesitaban este año para llevar a cabo su acción humanitaria, lo que ha colocado a muchos refugiados y migrantes venezolanos «al borde del abismo».
Agencias