Suiza, el paraíso fiscal favorito de los oligarcas rusos, se ha unido al concierto de sanciones contra el gobierno de Vladimir Putin.
Suiza anunció este lunes que congelará los activos financieros rusos en el país, dejando de lado una arraigada tradición de neutralidad, lo que podría complicar aún más la situación financiera del presidente ruso Vladimir Putin y de los superricos oligarcas del país tras su invasión a Ucrania.
En combinación con otras sanciones ya en vigor, Rusia se enfrenta ahora a las medidas punitivas más extremas jamás emprendidas a nivel mundial contra una nación, mientras que su petróleo y su gas han quedado intactos hasta ahora.
El gobierno de Joe Biden anunció el lunes sanciones contra el Banco Central de Rusia, una medida que prohíbe a los estadounidenses hacer cualquier tipo de negocio con esa entidad financiera, además de congelar sus activos dentro de Estados Unidos.
«El ataque de Rusia contra un país independiente y europeo -Ucrania- es un ataque a la soberanía, la libertad, la democracia, la población civil y las instituciones de un país libre», dijo el lunes el presidente suizo Ignazio Cassis.
Cassis, dijo que el país congelaría inmediatamente los activos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, del primer ministro Mijaíl Mishustin y del ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov, así como de las 367 personas sancionadas la semana pasada por la Unión Europea.
Los datos suizos muestran que empresas y particulares rusos tenían activos -en efectivo y oro- por el valor de más de 11,400 millones de dólares en sus bancos en 2020. Suiza también alberga numerosas empresas que comercian con petróleo y otros bienes rusos, lo que podría perjudicar también su capacidad para realizar intercambios comerciales.
Aunque el país es neutral, la ley de neutralidad no se aplica en caso de agresión unilateral y violación de la Carta de la ONU, señalan los expertos.
Al mismo tiempo, Suiza se unió a sus vecinos europeos el lunes para cerrar su espacio aéreo a los aviones rusos, excepto para fines humanitarios o diplomáticos. El ministro de Asuntos Exteriores, Lavrov, que tenía previsto estar en Ginebra el martes para intervenir en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ya no hará el viaje debido a la prohibición de los vuelos, dijo en Twitter la misión de Rusia ante las Naciones Unidas en Ginebra.
La decisión se produjo en medio de una creciente condena a la invasión de Rusia a Ucrania, que vio a miles de manifestantes antiguerra marchar en Berna, la capital de Suiza, durante el fin de semana.
La reputación Suiza de neutralidad ha convertido a Ginebra en sede de varias organizaciones de la ONU y en anfitriona de conversaciones de paz en numerosos conflictos. Recientemente, Ginebra fue la sede de la cumbre del año pasado entre Putin y el presidente Joe Biden.