La decisión anunciada por el fiscal de la Corte Penal Internacional, señor Karim Khan, era la esperada en la dirección de hacer justicia, ha finalizado el exámen preliminar y se abrió la investigación formal ante la Corte Penal Internacional CPI, por crimenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Desde un punto de vista humano, el valor de esta decisión está en el renacer de la esperanzas de LAS VÍCTIMAS sometidas a crimenes de estado. La violencia ejercida contra ellos y sus familiares no quedará impune. La CPI no es el impresentable y subordinado Tribunal Supremo de Justicia TSJ, venezolano.
Esperanza renovada de las víctimas en que la CPI encuentre la verdad, haga justicia y repare a los que han sufrido persecusión, secuestros, tortura, tratos crueles, degradantes e inhumanos.
Cómo venezolano, humanista y universitario celebro está decisión de la justicia internacional e invitó a no caer en lo intrascendente de discutir el espacio y frente a quien hizo el fiscal el anuncio. Poco o nada importa. Lo cierto es que lo anunció, y es histórico, porque es el primer gobierno de nuestro continente sometido a la justicia internacional por violadores de DDHH; ni el dictador de Chile, Pinochet, ni el de Argentina, Videla, tienen ese castigo en la historia que escribe la humanidad.
Lo celebro porque ya saben que no podrán burlarse de las instituciones de la comunidad internacional muy a pesar de sus millones, la arrogancia y prepotencia en el ejercicio del poder y la utilización de las armas de la República contra su pueblo.
Que el «temor» que les genera la CPI les acompañe en las noches que vienen.
Que las víctimas y sus familiares vuelvan a sentir la brisa de esperanza que llega de La Haya, Holanda.
