Guyana es un país situado en el norte de Sudamérica, entre Surinam y Venezuela. Venezuela la reclama como territorio histórico pero la situación es mucho más complicada sobre todo ahora que muestra un impresionante crecimiento.
Para una economía pequeña, en una región dependiente de la exportación de materias primas, el descubrimiento de petróleo puede tener un impacto económico fenomenal y eso es lo que sucedió en Guyana: este pequeño país sudamericano, que tiene poco más 800.000 habitantes, ostenta, desde hace un lustro, el mayor crecimiento económico del mundo.
Y las previsiones del Banco Mundial respecto de 2024 anticipan que este país continuará su sendero alcista en términos de Producto Interno Bruto: crecería 38,2% en 2024. En los últimos cuatro años, el PIB guyanés creció a más de dos dígitos en cada caso, incluso en el año de las cuarentenas.
Para tomar dimensión de lo que es el crecimiento de Guyana, se puede mencionar que China, un país que suele ser destacado por su expansión, no tiene un crecimiento superior al 10% desde 2010 (año en que creció 10,6%). A nivel planeta, incluso, no se observa actualmente otro caso que se asemeje al de Guyana.
Tiene poco más de 800.000 habitantes y surgió como una colonia, inicialmente holandesa, para la producción de caña de azúcar.
Hasta 1966 no se declaró independiente de Reino Unido.
En 2015, la petrolera estadounidense Exxon Mobil anunció el descubrimiento de gigantescos yacimientos de petróleo económicamente viables en las costas del país.
En los años siguientes, un consorcio formado por Exxon Mobil, la también estadounidense Hess y la china CNOOC perforó pozos a poco más de 200 kilómetros de la costa guyanesa.
Hasta la fecha se han descubierto reservas de aproximadamente 11.000 millones de barriles de petróleo, pero estimaciones más recientes sugieren que este volumen podría alcanzar los 17.000 millones.
Esto sería más que todas las reservas probadas de petróleo de Brasil, estimadas en 14.000 millones de barriles.
Hasta 2019, Guyana tenía una economía basada en la agricultura de subsistencia, la minería de oro y diamantes y la explotación forestal.
A partir de ese año, los ingresos del petróleo empezaron a darle un impulso significativo al Producto Interior Bruto (PIB) del país.
En 2020, el entonces ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, llegó a comparar al país con una de las ciudades de Emiratos Árabes Unidos que se ha convertido en símbolo de la riqueza generada por el petróleo.
“Es la nueva Dubái de la región”, dijo Guedes.
Y es que los números realmente están llamando la atención.
En los últimos años, la economía de Guyana ha sido una de las de más rápido crecimiento en el mundo. El Fondo Monetario Internacional estima que, entre 2019 y 2023, el PIB del país pasó de US$5.170 millones a US$14.700 millones, un salto de 184%.
Solo en 2022, el crecimiento del PIB fue de un impresionante 62%.
Asimismo, el PIB per cápita (la riqueza del país dividida por el número de habitantes) pasó de US$6.477 en 2019 a US$18.199 en 2022.
Para comparar, esa cifra es más del doble del PIB per cápita en 2022 de Brasil y más del triple del de Guatemala.
Agencias