“La buena educación es precisamente la fuente de la que emanan todos los bienes de este mundo.” Immanuel Kant
Las instituciones de educación superior están obligadas periódicamente a cambiar sus roles, a darle prioridad a su necesaria internacionalización y a la adquisición y uso de las tecnologías de información y comunicación. La tendencia universal no puede ni debe obviarse so pena de quedarse subordinadas a los problemas cotidianos, con lo cual se corre el riesgo de que el rezago académico sea cada vez mayor. Tienen que ser muy creativas ya que se les cuestiona, y con razón, su poca capacidad de respuesta, sus presupuestos se reducen en términos reales y se ven afectados todos sus programas, y más aún, lo cual hace más grave su situación, los programas de actualización de su personal académico.
Se torna impostergable la alianza estratégica entre los distintos niveles de gobierno, los empresarios y las empresas, la sociedad civil organizada y las universidades. Obviamente tiene que ser un gobierno completamente diferente al que está instalado en Venezuela desde hace más de 25 años.
Tenemos que reconocer como ya lo ha manifestado Alvin Toffler, “que pocos problemas supondrán mayor desafío que la creciente disfuncionalidad sistémica de tantas instituciones, en relación mutua pero desincronizadas”. Habría que tomar en cuenta que la calidad de la educación es un concepto multidimensional. En ella confluyen demasiados elementos y factores que es necesario tomar en consideración, como lo son, por ejemplo, la propia naturaleza de las instituciones de educación y las demás existentes, el desarrollo del conocimiento científico y tecnológico y el contexto social en el cual se imparte.
La difícil y cambiante situación sugiere no solo un cambio en su estructura organizacional que de mayor flexibilidad a sus componentes internos, sino que además les permita incorporar rápida y fácilmente los avances científicos y tecnológicos planetarios cuyas exigencias provienen del entorno social y productivo del país y de la región que le circunda y de las modalidades y características que requieren ser creadas, captadas , adaptadas e impartidas de manera rápida al sistema educativo.
Sabemos que a nivel de la educación superior se realiza la mayor parte de la investigación del país, la cual permite generar nuevo conocimiento que se difunde a través de la docencia de pregrado y postgrado, así como de las actividades de extensión. Una de las funciones del educador es justamente que sepa pensar y aprenda a hacerlo para que a su vez lo enseñe a sus discípulos. Es indudable que para cumplir con esa importante labor es necesario invertir recursos de manera eficiente y oportuna.
La calidad de la educación toca también un aspecto fundamental relacionado con las raíces de nuestra identidad cultural, por lo que se impone un esfuerzo extraordinario para el rescate de los valores propios a través de la educación familiar, escolar y universitaria. En el proceso de transformación de las instituciones de educación superior , el engranaje de todo el cuerpo teórico y filosófico es importante para el entendimiento del rumbo de los cambios del complejo mundo actual.
Para las universidades este podría ser un momento estelar ya que el país demanda la recomposición y fortalecimiento de todas sus instituciones después de su destrucción por un régimen farsante e inepto que se ha propuesto acabar con la nación entera. Es necesario, y hará falta superar los obstáculos y dificultades que las carencias de credibilidad y justicia implican y que todo proceso de transformación siempre acarrea.
Neuro J. Villalobos Rincón
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