Despierta inquietud nueva Ley de Florida que restringe compra de propiedades a venezolanos, rusos, cubanos y chinos

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Una nueva ley promulgada en Florida que restringe la compra de vivienda a extranjeros de siete países en áreas próximas a infraestructuras críticas, como aeropuertos, puertos o centrales eléctricas, ha despertado inquietud en el sector inmobiliario y entre potenciales compradores.

La controvertida ley firmada este lunes por el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, prohíbe a la mayoría de los ciudadanos de Rusia, Cuba, Venezuela, Corea del Norte, China, Irán y Siria adquirir bienes inmuebles situados a menos de 10 millas (16 kilómetros) de infraestructuras civiles o militares consideradas críticas.

Esta limitación no debe afectar, en principio, a los ciudadanos extranjeros que residen en Florida con visas de no turistas o en condiciones de asilo político, pero todavía está por determinar su alcance en la amplia comunidad inmigrante de este estado, el 21% de la población total en 2018.

La semana pasada, el Senado estatal aprobó el proyecto de ley SB 264 impulsado por DeSantis, tras efectuar algunas correcciones en el texto que podían resultar discriminatorias para la comunidad chino-estadounidense, recogió hoy el diario The Miami Herald.

La web Axios Miami señaló recientemente que la normativa ha creado inquietud en muchos grupos de venezolanos y asiático-americanos, ante el impacto de esta normativa en sus perspectivas de compra de vivienda.

«La vaga definición de quién puede y quién no puede comprar propiedades en virtud de esta ley ha suscitado graves preocupaciones de que podrían usarse para apuntar a chinos y evitar que compren casas en Florida», señaló con preocupación en un reciente comunicado la organización Alianza de Justicia Asiático-Americana de Florida.

Sin embargo, Peggy Olin, presidenta y directora ejecutiva de la empresa inmobiliaria y servicios OneWorld Properties, con presencia permanente en China, reduce el potencial de impacto de esta ley, que tiene trazas de ser limitado en el sector de bienes raíces en general.

«Si nos enfocamos en quiénes han sido los compradores y/o los países que han impactado más en la compra del sur de la Florida en los últimos tres años, estos países no figuran dentro de esta lista», dijo hoy Olin a EFE.

En ese contexto, «el movimiento de dinero que proviene de Latinoamérica actualmente no lo hace de países como Venezuela, ni tampoco de Rusia o China, como ocurrió en los últimos dos años», cuando sí jugaban un papel importante en la inversión en propiedades en Florida.

Ahora bien, Olin resaltó que, como consecuencia de esta ley, aquellos extranjeros propietarios afectados deben estar atentos para registrar la propiedad y, «si por algún motivo estaba a nombre de una compañía LLC. (compañía de responsabilidad limitada), ahora el registro debe hacerse a nombre de una persona natural».

Aconseja la presidenta de OneWorld Properties a los compradores de estos países que «hagan una investigación profunda del área donde quieren adquirir, para no entrar en zonas prohibidas», en momentos en que el sector de bienes raíces del sur de Florida vive «una transformación».

«La inversión en el sur de Florida ya no es solo extranjera, sino que hemos visto un fuerte crecimiento de la compra de estadounidenses en Miami», debido, en gran parte, a que Florida está libre de impuestos estatales, añadió.

Las tres leyes firmadas el lunes por DeSantis buscan, según explicó el gobernador, quebrar la influencia no solo de China sino también de otros «países hostiles» como Irán, Rusia, Venezuela, Cuba, Siria y Corea del Norte.

A partir del 1 de julio, los extranjeros de los siete países designados sólo pueden comprar un terreno o una residencia de Florida de hasta dos acres, «siempre que esté más allá del radio de 10 millas de infraestructura crítica o punto militar», indicó el rotativo.

Luego deben registrar la propiedad en el Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor del estado (DACS) y el Departamento de Oportunidades Económicas del estado (DEO).

Los ciudadanos de estas naciones que tienen ya en propiedad un inmueble o terreno pueden conservarlos, independientemente de su ubicación, pero, como apuntó la experta, están obligados a registrarlos a partir de enero de 2024 o recibirán una multa.

Sin embargo, esta nueva ley, según el citado periódico del sur de Florida, podría acabar perjudicando a la industria inmobiliaria de Miami y excluir a ciertos extranjeros de la compra de viviendas en Doral, aledaña a Miami y hogar de muchas venezolanos, Coconut Grove, Key Biscayne (Cayo Vizcaíno) y otras ciudades del sureste de Florida.

Grupos a favor de los inmigrantes mostraron este jueves su rechazo a la promulgación de la «discriminatoria» ley en Florida que «solo busca infundir miedo» entre los indocumentados y cuyas consecuencias, alertaron, podrían afectar a la economía estatal.

«Si el propósito es eliminar la agricultura de Florida, lo están logrando», declaró a EFE Claudia González, coordinadora en la Asociación Campesina de Florida

«Nos están botando del estado», dijo a EFE Adelys Ferro, directora ejecutiva de Venezuelan American Caucus y una de las participantes de una rueda de prensa ofrecida este jueves en los exteriores de la Torre de la Libertad de Miami, emblemático punto de encuentro de la comunidad cubanoestadounidense del sur de Florida.

«Si el propósito es eliminar la agricultura de Florida, lo están logrando», declaró a EFE Claudia González, coordinadora en la Asociación Campesina de Florida (FWAF), con sede en el centro del estado y que congrega a unos 20.000 miembros.

La activista señaló que muchos trabajadores del campo afincados en Florida están pensando en mudarse a otros estados o volver a sus países de origen, mientras que algunos temporeros ahora ya no quieren pisar el estado.

La directora ejecutiva de Miami Freedom Project, Ana Sofía Pelaez, manifestó que es «profundamente decepcionante» que algunos miembros de la comunidad hispana de Florida puedan estar a favor de la iniciativa firmada el miércoles por DeSantis, y apuntó hacia la Torre de la Libertad, un sitio que décadas atrás acogió a cubanos que huían de «un régimen autoritario».

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