España en alerta ante el envío de seis cartas bomba

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Expertos artificieros desactivaron el jueves una carta bomba en la embajada de Estados Unidos en Madrid, el sexto artefacto de este tipo enviado a objetivos de alto nivel, en una oleada de cartas bomba que llevó a España a reforzar la seguridad y a prometer que no se dejaría disuadir en su apoyo a Ucrania.

La campaña comenzó con un paquete enviado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 24 de noviembre, lo que llevó a Madrid a reforzar la seguridad en torno a los edificios públicos. Desde el miércoles, también se han enviado dispositivos similares al Ministerio de Defensa, a una base aérea, a un fabricante de armas y a la embajada de Ucrania, donde un agente de seguridad resultó ligeramente herido.

La ministra de Defensa española, Margarita Robles, que visitaba el jueves la ciudad portuaria ucraniana de Odesa y se reunió con su homólogo ucraniano, Oleksii Reznikov, afirmó que las cartas bomba no disuadirán a España de apoyar la «causa justa» de Ucrania.

El último paquete fue interceptado en la Embajada de Estados Unidos por funcionarios de seguridad y posteriormente fue detonado en una explosión controlada por la policía española.

El miércoles, un paquete dirigido al embajador ucraniano en España detonó en la embajada del país mientras un funcionario de seguridad lo investigaba, causándole heridas leves en las manos. Ahora también se ha reforzado la seguridad en torno a las embajadas.

El mismo miércoles, Instalaza, un fabricante de armas de Zaragoza, al noreste de España, que ha enviado más de 1.000 lanzacohetes C90 a Ucrania, recibió otro paquete, y el jueves una base de las fuerzas aéreas que alberga un centro de satélites de la Unión Europea, el Ministerio de Defensa de España y la Embajada de Estados Unidos también recibieron paquetes.

UCRANIA SEÑALA A MOSCÚ

Tras la detonación del paquete dirigido a la embajada ucraniana, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ordenó a todas las embajadas de Kiev en el extranjero que reforzaran «urgentemente» la seguridad.

El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev, pareció culpar a Rusia.

«Tenemos instrucciones del ministerio en Ucrania de que, dada la situación, tenemos que estar preparados para cualquier tipo de incidente relacionado con actividades rusas fuera del país», declaró el miércoles a la cadena de televisión española TVE.

Rusia invadió Ucrania hace nueve meses para una supuesta «operación militar especial» que Kiev y Occidente describen como una apropiación de tierras no provocada e imperialista.

España ha enviado o se ha comprometido a enviar material militar y humanitario para apoyar a Ucrania en el conflicto, incluyendo lanzadores de misiles tierra-aire, una batería de seis obuses ligeros, munición y blindaje y armas ligeras, además de ofrecer a sus aviadores formación en defensa aérea en España.

El jueves, la cuenta de Twitter de la embajada rusa en España publicó un comunicado en el que condenaba «cualquier amenaza o acto terrorista» en relación con las cinco cartas-bomba, «especialmente dirigidas a una misión diplomática».

El jueves, la cuenta de Twitter de la embajada rusa en España publicó un comunicado en el que condenaba «cualquier amenaza o acto terrorista» en relación con los envíos de las cartas bomba, «más aún dirigidos contra una misión diplomática».

«LLAMAS REPENTINAS»

La entrega de cartas bomba en varios puntos de la capital española provocó el cierre de varias carreteras y el caos de tráfico en torno a los principales edificios diplomáticos y públicos.

Antes de que se encontrara el último paquete en la embajada de Estados Unidos, el viceministro del Interior español dijo que los primeros indicios sugerían que los cinco primeros paquetes habían sido enviados desde dentro de España.

Rafael Pérez, secretario de Estado de Seguridad, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa que los dispositivos caseros se enviaron en paquetes marrones que contenían un polvo inflamable y un cable trampa que genera «llamas repentinas» en lugar de una explosión.

Los paquetes iban dirigidos a los máximos responsables de las instituciones a las que se enviaban.

«Existe apariencia de que han sido remitidos desde el territorio nacional (…) estamos hablando de las primeras diligencias policiales que se basan en inspección ocular, sin tener en nuestra posesión ningún informe de carácter técnico en profundidad», dijo.

Pérez dijo que aún no parecía necesario convocar el Consejo de Seguridad que evaluaría aumentar el nivel de amenaza terrorista de España, que ya está en el segundo nivel más alto tras los atentados islamistas en toda Europa en la última década.

Una fuente cercana a la investigación dijo que, aunque los artefactos eran de fabricación casera, «no eran algo que pudiera hacer cualquiera», y que los investigadores trataban ahora de rastrear su contenido hasta su origen.

Otra fuente implicada en la investigación judicial dijo que los sobres grandes tenían todos el mismo tipo de letra y parecían proceder del mismo remitente. Contenían un «mecanismo de encendido eléctrico» y una sustancia similar a la pólvora, dijo la fuente.

El Ministerio del Interior dijo en un comunicado que había ordenado a la policía que reforzara la seguridad en torno a los edificios públicos y que revisara especialmente los envíos postales.

La Audiencia Nacional de España, especializada en terrorismo, ha abierto una investigación, dijo una fuente judicial.

Reuters/ Belén Carreño y Emma Pinedo