Se han renovado las conversaciones en México entre los representantes del régimen chavista y la oposición.
Como ya es costumbre en el país donde lo mas vulnerable es la confianza, ya la negociación tiene enemigos y hay quien la califica de mesa de extorsión en lugar de mesa de negociación o de conversaciones trampas. Y, también seguramente, los voceros del régimen dirán, aun cuando participen en las negociaciones, que es necesario la concurrencia de toda la oposición, pues los que están no es toda: faltan los opositores aliados a ellos, los llamados alacranes.
Obviamente no es fácil construir confianza, porque, hasta ahora uno de los actores participantes no ha cumplido con lo establecido después que ha logrado conseguir sus metas o que resistentes a construir un futuro en el que eventualmente puedan perder el poder se sustrae de los acordado.
Cómo se construye confianza si uno de los actores no es como se muestra frente al mundo que lo obliga a negociar, pues es tramposo y poco digno de confianza. No es fácil.
La confianza no es exigible al otro, pues esta es algo que se regala cuando los negociantes señalizan determinadas expectativas respecto a si mismo con la promesa de que lo acordado será cumplido, cosa que no ha sido así, pues hasta ahora el régimen ha abusado de la confianza que la oposición ha depositado en él y en sus representantes, en los procesos de negociación realizados hasta ahora.
Lo peor de esto, es que se ha construido la matriz de opinión que señala que la oposición ha sido ingenua en los diferentes procesos de negociación y la culpa, entonces, de los abusos de confianza del régimen han recaído sobre ella exponiéndola al ridículo. Cuestión que las redes con sus memes han expuesto hasta la náusea.
Aún así, lo he dicho en innumerables ocasiones de que la salida para la profunda crisis de sociedad que el régimen chavista ha provocado, entre, cuyas consecuencias esta la de haber expulsado mas de seis millones de venezolanos que hoy caminan y caminan por el mundo llevando en las maletas nada, está, guste o no guste, en la necesidad de negociar acuerdos.
Ya sabemos que los atajos emprendidos hasta ahora han terminado en fracasos y ha provocado frustraciones, detenciones, torturas y muertes. Estoy convencido de que una derrota militar del régimen es casi imposible.
Por supuesto, para la oposición la confianza en la negociación es una anticipación arriesgada pues hasta ahora el régimen no ha respondido a lo acordado en los diferentes intentos de negociación realizados.
Por eso el soporte institucional es importante, no puede haber un acuerdo sino esta institucionalmente respaldado que establezca una obligación recíproca de cumplir los acuerdos.
De allí que la presencia de Noruega como mediador y garante es importante. Pero la oposición negociadora debe tener presente que a la menor señal de abuso por parte del régimen debe retirarle la confianza al proceso que se ha abierto en esta ocasión.
Soc. Ender Arenas Barrios/ @enderarenas