La inesperada resistencia de las ciudades ucranianas contra los invasores rusos ha desbaratado el plan del presidente Vladimir Putin de arrestar al presidente Volodímir Zelenski y poner un gobierno títere, a las órdenes de Moscú. Su plan B consiste ahora en partir el país en dos, como sucedió con Corea del Norte y Corea del Sur, alertó este domingo el jefe de inteligencia militar ucraniana.
“Hay motivos para pensar que (el presidente ruso, Vladímir) Putin contempla un escenario al estilo coreano, consistente en una línea divisoria entre las regiones ocupadas y las no ocupadas de nuestro país”, declaró Kirilo Budanov. “De hecho, es un intento de crear Corea del Norte y Corea del Sur en Ucrania”, dijo el general ucraniano, refiriéndose a la división de la península después de la Segunda Guerra Mundial: al norte quedó el régimen comunista (protegido por China) y al sur el régimen capitalista (protegido por EU).
Después de más de cuatro semanas de conflicto, en las que las que Rusia no ha logrado apoderarse de ninguna ciudad importante de Ucrania, las tropas de Putin se están concentrando en la región de Donbás, en el este, donde los separatistas respaldados por Moscú llevan luchando contra el Ejército ucraniano durante los últimos ocho años.
Guerra de guerrillas
El jefe de la inteligencia ucraniana auguró que la comunidad internacional nunca reconocería esta partición del país, pero añadió que no será necesario, puesto que el Ejército leal a Kiev hará retroceder a los invasores rusos.
“Pronto comenzará una fase de guerra de guerrillas de Ucrania a gran escala. Luego quedará en evidencia un escenario relevante para los rusos: cómo sobrevivir”, sostuvo.
En línea con este cambio de estrategia, el gobierno rebelde de la autoproclamada República Popular de Lugansk, dijo que la provincia pronto podría celebrar un referéndum para unirse a Rusia, tal como sucedió en Crimea después de que Rusia se apoderó de la península de Ucrania en 2014. Los habitantes de Crimea votaron abrumadoramente por romper con Ucrania y unirse a Rusia, una decisión que gran parte del mundo se negó a reconocer.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania dijo al respecto que un posible plebiscito secesionista está fuera de cualquier mesa de negociación.
“Todos los falsos referéndums en los territorios temporalmente ocupados son nulos y no tendrán validez legal”, dijo Oleg Nikolenko.
Encuentro en Moscú
Mientras parte de las tropas rusas han retrocedido a territorio bielorruso, en una aparente reorganización para volver a intentar conquistar Kiev, las dos partes enfrentadas se verán las caras de nuevo en la mesa de negociaciones. Esta vez será en Estambul (Turquía).
La próxima ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia para encontrar una salida a la guerra se celebrará a principios de esta semana en la gran ciudad euroasiática, confirmó este domingo la Presidencia turca, tras una conversación entre Putin y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien le reiteró la necesidad de declarar un alto el fuego para rebajar la tensión máxima entre ambas exrepúblicas soviéticas.
Según el negociador ucraniano David Arahamiya, la próxima ronda se celebrará en Turquía del 28 al 30 de marzo, mientras que el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, sostuvo que el encuentro tendría lugar del 29 al 30 de marzo.
Neutralidad, sí; territorio, no
En víspera de esta nueva ronda de negociaciones, el presidente Zelenski dijo que está dispuesto a firmar un documento sobre la no adhesión de Ucrania a la OTAN, a cambio de garantías de seguridad, pero advirtió que no firmará nada, si antes no se han retirado las tropas rusas del país.
«Esto está siendo trabajado profundamente, pero no quiero que sea otro documento como el Memorando de Budapest» de 1994, que concedió a Ucrania garantías de seguridad a cambio de la renuncia al arsenal nuclear heredado de la antigua Unión Soviética y que Zelenski ha dicho que quedó en papel mojado.
«Nos interesa que sea un acuerdo serio», enfatizó.
Zelenski explicó que está dispuesto a sentarse con Putin «en cualquier parte del mundo» para llegar a un acuerdo «con firmas, sellos e incluso sangre» rubricado en el documento.
«Eso sería suficiente para empezar el proceso de retirada. Las tropas deben ser retiradas, los garantes firmarán todo y fin», recalcó.
Zelenski sostuvo que «es imposible» que los líderes de Reino Unido, Boris, Johnson; de EU, Joe Biden; de Polonia, Andrzej Duda; y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan suscriban cualquier documento como posibles garantes mientras esté en marcha una guerra.
«Necesitamos un acuerdo con el presidente Putin. Los garantes no firmarán nada si hay tropas», insistió en una entrevista con medios rusos independientes, entre ellos el portal Meduza (ubicado en Letonia) y periodistas de la cadena de televisión prohibida Dozhd y del diario económico Kommersant.
Indicó no obstante que entonces el trabajo no habrá acabado, porque Ucrania deberá cambiar su Constitución, ya que en ella está consagrada la aspiración del Estado de integrarse en la OTAN y ello puede tomar hasta un año.
Primero se celebrará un referéndum, porque «solo los ciudadanos pueden decidir sobre el estatus y los garantes», dijo, algo que puede organizarse en «pocos meses».
Después se acometerán los cambios en la Constitución, que pude llevar «al menos un año», entre la ratificación en el Parlamento y la de los países garantes en sus propios legislativos.
En cuanto a la exigencia rusa de que Ucrania reconozca a la península de Crimea como parte de Rusia y la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, Zelenski dijo que es un tema que» debe abordarse y resolverse».
«Digo que es un compromiso. Volvamos a antes de que empezó todo esto (el 24 de febrero) y trataremos de resolver el complejo tema del Donbás», afirmó.
Zelenski señaló además que otros puntos que están en la mesa de negociación con Rusia como la protección del idioma ruso en Ucrania están siendo discutidos, pero explicó que está dispuesto a aceptar un compromiso.
Este podría tener la fórmula de un mutuo «respeto a los idiomas de los ciudadanos de países vecinos», indicó.
«Quiero firmarlo con todos los países vecinos. Estoy interesado en Rusia, Hungría, Polonia… Rumanía. Tenemos muchas minorías, nacionalidades y este acuerdo debería ser suficiente para respetar ciertas lenguas en nuestro país», señaló.
El mandatario afirmó además que los términos «desnazificación» y «desmilitarización» no están sobre la mesa como quería Rusia porque él se niega.
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