Los equipos rusos fueron suspendidos el lunes de todo el fútbol internacional, incluidos los partidos de clasificación para la Copa del Mundo de 2022, ya que Moscú fue empujada hacia el estatus de paria en los deportes después de su invasión de Ucrania.
El organismo mundial de fútbol FIFA y la autoridad europea UEFA prohibieron a los equipos nacionales y de clubes rusos de sus competencias “hasta nuevo aviso”. El equipo nacional masculino de Rusia estaba programado para jugar en los playoffs de clasificación para la Copa Mundial en solo tres semanas.
“El fútbol está totalmente unido aquí y en total solidaridad con todas las personas afectadas en Ucrania”, dijeron la FIFA y la UEFA en un comunicado conjunto.
El castigo de alto nivel relacionado con los deportes y la política, que no se había visto en décadas, se produjo después de que el Comité Olímpico Internacional presionara a docenas de órganos rectores deportivos para que excluyeran a los atletas y funcionarios rusos de los eventos internacionales. El COI dijo que esto era necesario para «proteger la integridad de las competiciones deportivas mundiales y la seguridad de todos los participantes».
Negar a Rusia un lugar en el escenario internacional debería significar un golpe financiero y psicológico para el país, además de empañar su imagen como una potencia deportiva de élite.