Tras conocerse el dato de inflación de octubre, que ha vuelto a subir en EEUU para situarse en niveles no vistos desde diciembre de 1990, y un cierre de ayer a la baja que rompía una larga racha de ganancias, el mercado de Wall Street abrió en negativo.
En concreto, el DOW JONES pierde un 0,13% y se sitúa en 36271.28, el S&P 500 cae un 0,42% en los 4665.39, y el NASDAQ se deja un 0,86% en los 15749.20.
Los precios al consumo aumentaron más de lo previsto en octubre por el incremento del coste de la gasolina y de los alimentos, lo que supuso la mayor subida anual desde 1990, y nuevos indicios de que la inflación podría seguir siendo incómodamente alta hasta bien entrado el próximo año, en medio de la paralización de las cadenas de suministro mundiales.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos registró en octubre su mayor avance interanual desde noviembre de 1990, al acelerarse 6.2 por ciento. El dato superó al esperado por el consenso de analistas de 5.8 por ciento. Las apuestas de alza a las tasas antes de lo esperado se fortalecen.
El índice de precios al consumo subió un 0,9% el mes pasado, después de ganar un 0,4% en septiembre, según informó el Departamento de Trabajo.
Se trata del mayor avance interanual desde noviembre de 1990 y sigue a un salto del 5,4% en septiembre.
Si se excluyen los componentes volátiles de los alimentos y la energía, el IPC aumentó un 0,6%, tras haber subido un 0,2% en septiembre.
El llamado IPC básico subió un 4,6% en términos interanuales, el mayor incremento desde agosto de 1991, después de mantenerse en el 4,0% durante dos meses consecutivos.
Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el IPC general subiera un 0,6% y el subyacente un 0,4%.
Con información de El Político y El Economista