El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tildó este domingo de “enemigos” y “espías” a los observadores de la Unión Europea (UE) en las elecciones de gobernadores y alcaldes del pasado 21 de noviembre, al negar las irregularidades que reportó la misión.
“Quienes vinieron como enemigos, la delegación de espías de la Unión Europea, no encontraron ni un elemento para criticar el sistema electoral. En un informe lleno de improvisaciones y mal redactado, buscaron y trataron de manchar el proceso electoral impecable y democrático de Venezuela, y no pudieron”, expresó Maduro en defensa de los comicios, en los que el chavismo ganó la gran mayoría de los cargos.
Dos días después de las elecciones, la misión de la Unión Europea dijo en un informe preliminar que hubo “mejores condiciones” que en votaciones previas, pero a la vez identificó irregularidades como el uso de recursos públicos en la campaña, la inhabilitación “arbitraria” de candidatos y el establecimiento de puntos de control del partido de gobierno en centros de votación.
“Nuestra misión ha podido constatar la falta de independencia judicial, la no adherencia al Estado de derecho y que algunas leyes afectaron la igualdad de condiciones, el equilibrio y la transparencia de las elecciones”, dijo en rueda de prensa la jefa de la delegación de observadores, la portuguesa Isabel Santos, que precisó que el informe final será presentado a finales de enero o principios de febrero.
“No eran veedores internacionales. ¡Espías de la Unión Europea!”, reaccionó Maduro en una transmisión de la televisora estatal VTV, después de haber estado de visita en Cuba por los actos de conmemoración de los cinco años de la muerte de Fidel Castro.
“Vinieron a espiar el proceso venezolano y a buscar un solo elemento para agrandarlo, multiplicarlo y tratar de manchar. La Unión Europea no pudo manchar a Venezuela, el proceso electoral ha sido impecable”.
“Hubo elecciones transparentes, confiables, justas, seguras y libres y el chavismo arrasó”, manifestó el gobernante socialista.
Los principales partidos políticos de la oposición regresaron a las urnas el 21 de noviembre después de haberse negado a participar en las elecciones presidenciales de 2018, en las que fue reelecto Maduro, y las parlamentarias de 2020, en los que el chavismo recuperó el control del Congreso. Denunciaron, entonces, ambos procesos como “fraudulentos”.