El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, denunció ayer que el régimen de Nicolás Maduro financia al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y a partidos de izquierda españoles como Podemos. Tanto Zapatero como el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero fueron invitados por el mandatario venezolano para respaldar las elecciones regionales celebradas este domingo.
A una pregunta de ABC en la rueda de prensa que dio ayer en Caracas, Guaidó acusó a Zapatero de ser un ‘lobista’ y agente de Maduro ante los partidos políticos nacionales e internacionales. Y a Juan Carlos Monedero de ser un contratado para hacer propaganda «a favor de la dictadura venezolana».
«Pero si lo que busca Zapatero es blanquear la dictadura, déjeme decirle que no lo va a lograr», dijo Guaidó al revelar que no se ha reunido con el expresidente español y «tampoco tengo la intención de reunirme con ese señor», durante su estancia en Caracas.
Zapatero viajó acompañado de Monedero invitado por Maduro este pasado fin de semana para presenciar los comicios regionales y locales donde se habían inscrito más de 70.000 candidatos para competir por más de 3.000 cargos de 23 gobernadores, 335 alcaldes y concejales y diputados regionales. La noticia de su presencia en Caracas se publicó sin previo aviso el pasado sábado cuando Zapatero fue recibido por Maduro en el palacio de Miraflores. Acto seguido tanto el presidente español como el político Monedero elogiaron el proceso de «normalidad y no violencia» de las elecciones donde las bandas armadas chavistas mataron a tiros al joven elector Antonio Urdaneta en un centro electoral de San Francisco en el estado Zulia.
Zapatero es la comidilla de los venezolanos que con sarcasmo le atribuyen su visita a Caracas para cobrar lo suyo. «Maduro le paga con pepitas de oro», dicen en los corrillos. Y a Monedero también lo critican por venir a cobrar la defensa del régimen. «No viene de gratis».
«Siempre he creído, a pesar de las dificultades, que era posible el diálogo», dijo Zapatero en sus declaraciones al portal de noticias Contrapunto, donde afirmó que cualquier modelo de conversación «abre nuevas oportunidades al país». Zapatero añadió que aboga porque cualquier disputa de los resultados del domingo «sean arbitradas a través de los procedimientos establecidos. Lo que hay que hacer es ayudar a Venezuela».
En sus anteriores visitas Zapatero acostumbraba alojarse en la residencia de la Embajada de España, pero esta vez lo hizo en un hotel capitalino y ha estado acompañado de su cicerón el político Timoteo Zambrano, miembro de los denominados ‘ alacranes’ del régimen de Maduro.
El expresidente español, de 61 años, se presentó este fin de semana como observador internacional, al igual que el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, quien elogió el proceso electoral y dijo haber visto «el prestigio y el equilibrio del órgano electoral que debe ser tomado como ejemplo por los demás países».
La dirigente opositora María Corina Machado, dijo a ABC que «todos los venezolanos tenemos muy claro que el señor Zapatero es un agente del régimen del régimen de Maduro, que insistentemente ha buscado darle estabilidad y prolongar su permanencia en el poder, lo cual ha traído sufrimiento y agonía a la sociedad venezolana. El hecho de que ante una farsa como la ocurrida el domingo se presente en Venezuela, es la demostración de que hay intereses externos activamente operando para lavarle la cara al régimen».
«Al estar ya tan claramente identificado como parte de ese tejido e intereses internacionales, lejos de legitimar a Maduro lo que recuerda y constata es la gravedad de estos vínculos que no solo se han esparcido en América sino que también tienen operaciones en Europa», sentenció una de las principales detractoras de Maduro.
En esa misma línea se encuentra el opositor venezolano Henrique Capriles Radonski, quien también llamó a Zapatero «agente de Maduro» cuestionó sus visitas a Venezuela.
El expresidente ha visitado Venezuela unas cuarenta veces, desde sus primeras apariciones en Caracas en 2015, y este año lo ha hecho dos veces, al menos de forma pública. En sus discursos deja ver sus costuras chavistas. Ha trabajado como mediador en procesos de negociación con la oposición y también ha sido un íntimo amigo de Jorge (presidente del Parlamento) y Delcy Rodríguez (vicepresidenta), los hermanos que forman parte del círculo de confianza de Maduro.
Zapatero ha sido incluso denunciado por Julio Borges, canciller de Guaidó. Tras la negociaciones de 2017, celebradas en la República Dominicana y en las que Zapatero fue mediador, Borges reveló que recibió amenazas del político español: «Recibí amenazas personales y familiares del propio régimen de Maduro, de gente como Zapatero, Delcy Rodríguez y Jorge Rodríguez y de Tareck El Aissami. La amenaza de que si nosotros no firmábamos íbamos a ir presos se producía permanentemente».
Las llamadas ‘megaelecciones’ regionales del pasado domingo dejan a Maduro atornillado en el Poder Ejecutivo, tras haber consolidado su farsa electoral, con la ayuda del CNE, un órgano creado por el chavismo y cuyos intereses han hecho al régimen que se perpetúe en el poder. Los últimos resultados otorgan 18 gobernaciones al chavismo, tres para la oposición y dos aún en disputa (los estados de Apure y Barinas, donde las diferencias son de 2.000 y 600 votos respectivamente y anoche quedaba aún un 10 por ciento por escrutar).
A partir de ahora, y tras la celebración de estos comicios amañados, el chavismo insistirá en el levantamiento de sanciones y se preparará para buscar la continuidad de su Gobierno en las próximas elecciones presidenciales previstas para 2024. Pero la oposición puede echar su última carta el próximo año: convocar un referendo para revocar el mandato de Nicolás Maduro.
Ludmila Vinogradoff/ABC de España