Venezuela lanzó el viernes su segunda reforma monetaria en tres años al eliminar seis ceros de la moneda bolívar en respuesta a la hiperinflación, simplificando la contabilidad pero haciendo poco para aliviar la crisis económica de la nación sudamericana.
El plan busca simplificar la contabilidad en empresas y bancos, donde los sistemas ya no pueden manejar las enormes cifras. La inflación interanual de Venezuela es de 1.743%, según el Observatorio Financiero de Venezuela. El salario mínimo es de apenas 2,50 dólares al mes.
«Honestamente, creo que la hiperinflación es demasiado fuerte, esta ya es la tercera reconversión», dijo Alfredo Bohorquez, un hombre de 55 años que vende dibujos en un bulevar del este de Caracas. «Este durará tres o cuatro años, tal vez menos».
El gobierno del presidente Nicolás Maduro en 2018 eliminó cinco ceros de la moneda debido a los altos precios. Eso se produjo una década después de que el fallecido presidente Hugo Chávez le restó tres ceros al bolívar con la promesa de una inflación de un solo dígito, lo que no se logró.
La otrora próspera nación de la OPEP está sufriendo una crisis económica de años que ha llevado a millones de venezolanos a emigrar. El gobierno socialista de Maduro culpa a las sanciones estadounidenses por los problemas del país, mientras que los críticos asignan responsabilidad a las políticas macroeconómicas intervencionistas.
La adopción generalizada del dólar estadounidense para transacciones comerciales en Venezuela diluirá aún más la relevancia del nuevo esquema. Los bolívares en efectivo en Venezuela rara vez se utilizan para compras de rutina.
Mucha gente el viernes estaba usando dólares en efectivo para compras en supermercados, farmacias y tiendas que venden útiles escolares y uniformes, dijeron testigos de Reuters. Los sistemas bancarios funcionaban normalmente después de una interrupción planificada que duró horas la madrugada del viernes cuando se convirtieron al nuevo esquema de moneda.
“Los desequilibrios económicos en el país son muy agudos y los ceros que se están quitando hoy volverán pronto”, dijo el economista José Manuel Puente. «La reconversión no tendrá impacto en términos macroeconómicos»
Reporting by Vivian Sequera and Mayela Armas in Caracas Writing by Brian Ellsworth and Luc Cohen Editing by Rosalba O’Brien/ Reuters