La doctrina política y económica del socialismo, basada en que las clases trabajadoras, que en la práctica ha sido solamente el estado, ostenten la propiedad y la administración de los medios de producción, con el fin de lograr una sociedad en la cual exista una igualdad política, social y económica de todas sus miembros, no solamente es irreal, es una absurda utopía. Es imposible, que bajo este esquema, se logre una sociedad justa y solidaria, libre de clases sociales y que cuente con un reparto igualitario de la riqueza. La razón estriba en la contra natura del sistema socialista tal como fue concebido por sus precursores, respecto a la sociedad, el hombre y la vida misma sobre este planeta.
La historia nos ha demostrado sobremanera, que los hombres solamente deben ser iguales ante las leyes y ante sus Dioses de acuerdo con las creencias religiosas de cada sociedad. Cuando los socialistas, exclusivamente los marxistas, llegan al poder y se abrogan las decisiones de carácter económico, suprimen la propiedad privada, estatizan los medios de comunicación, por la creencia que quien no esté de acuerdo es un enemigo, lo que hacen es trastocar las leyes naturales de la economía, que son leyes de la vida, y como consecuencia, el aparato productivo y el tejido social se reconfiguran de tal manera que se generan, entre otros, los siguientes resultados:
En primer lugar, se disminuye la productividad y como consecuencia la producción de bienes, debido a que los trabajadores pierden incentivos, al igualar los salarios e incorporar la teoría del valor de Karl Marx que sostiene que el valor de una mercancía depende del trabajo socialmente necesario para producirla, es decir, se calcula con base en el tiempo promedio requerido por las empresas del sector para fabricar un determinado bien, lo cual no niego pudo haber tenido asidero en la primera revolución industrial, pero en el marco de la cuarta revolución industrial, es simplemente una estupidez. En tal sentido, ¿Dónde quedan los conceptos de demanda, oferta, productividad, robótica, automatización, mejora de la calidad de los bienes y servicios, satisfacción del cliente, excelencia en el mercado y el emprendimiento?
En segundo lugar, al abolir la propiedad privada para poner los medios de producción en poder del Estado, para que todos los trabajadores sean iguales y ganen lo mismo, es un vil engaño, porque a la postre, se conforman solamente dos clases sociales, los propietarios del Estado que son dueños de todo y los propietarios de la mano de obra que son dueños de nada. Por lo tanto, ¿Dónde quedan el esfuerzo individual de los trabajadores, los deseos de superación por merito y esfuerzo propio, las ganas de estudiar y aprender de la juventud para triunfar en la vida?
Por último, para mencionar solamente tres consecuencias, con los medios de comunicación en poder del Estado, se logra una sola opinión, una sola verdad, una única percepción de la realidad, un solo pensamiento. Entonces, ¿Dónde queda la crítica, el derecho a disentir, a no estar de acuerdo, el respeto a la dignidad y el sagrado derecho a la libertad del hombre?
Como es imposible derrotar para siempre el totalitarismo por la vía política, se hace necesario el diseño de una estrategia educacional a nivel de la familia, los centros educativos y en cualquier instancia social, sobre las consecuencias del romanticismo del socialismo marxista, aclaro lo del adjetivo marxista, ya que existen otras doctrinas del pensamiento socialista que considero avanzadas y muy interesantes, movimientos y países que se califican de socialistas, pero en la instancia social, que conciben al Estado como un buen prestador de servicios, como los educativos y de salud, además de los intrínsecos como lo es el de la seguridad, pero que entienden que la economía no responde a ideologías, y que el hecho económico, se debe realizar en el marco de las mayores garantías del mercado, de la propiedad privada, del emprendimiento, de la creación de empresas productivas, solo en este estado de cosas, es posible la generación de riqueza, condición “sine qua non” para poder realizar una distribución, no equitativa, sino justa en función del valor agregado de cada actor en la producción.
Cuando me refiero al termino reingeniería del socialismo, no lo hago en sentido absoluto, como mencione, muchas organizaciones políticas de corte socialista lo han hecho, se han renovado y han prosperado, la referencia la hago en función de Latinoamérica, donde aún persiste la creencia de que el capitalismo es perverso y que la solución a todos los males de la humanidad es el socialismo. En tal sentido, organizaciones como el Foro de Sao Paulo o el Grupo de Puebla, que agrupan partidos de izquierda y otros movimientos políticos, para debatir el tema en términos del escenario internacional tras los hechos de la caída del Muro de Berlín, con el objetivo de combatir las ideas del neoliberalismo en los países de Latinoamérica y el Caribe, y al mismo tiempo, propagar el socialismo a escala continental.
Esta muy bien que hagan, tienen todo el derecho de hacerlo, pero los demócratas, que creemos en la democracia, en el estado de derecho, en la economía de mercado y en la libertad, tenemos el deber de diseñar una estrategia comunicacional y educacional para contrastar las pretensiones de esas organizaciones. La estrategia, no solamente deber estar dirigida a reforzar las organizaciones democráticas, sino también, a sensibilizar a las organizaciones de izquierda marxistas, a que se renueven mediante una reingeniería ideológica y programática, para que la convivencia en el debate político entre diferentes movimientos y partidos, sea de una cierta altura. Al lado de esto, también es necesario sensibilizar a buena parte del sector empresarial privado, en el sentido, que la riqueza es producto de la sinergia del binomio empresario-trabajador, que los intereses de ambos no son antagónicos, que son complementarios, que en el proceso productivo, no solamente prospere el empresario, sino también el trabajador, que el empresario entienda que el éxito de esa relación comercial elimina todo tipo de resentimiento laboral que es “caldo de cultivo” para “cantos de sirena”.
Alberto Barboza
Coach Gerencial en liderazgo, planificación y productividad
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