Algo más de 25 millones de peruanos están llamados este domingo a las urnas para elegir a su nuevo mandatario entre la derechista Keiko Fujimori y el izquierdista Pedro Castillo, quienes buscan capitalizar el gran descontento social en un país duramente golpeado por la pandemia que ha tenido cuatro presidentes en los últimos tres años.
Los centros de votación abrieron a las siete de la mañana y estarán abiertos durante doce horas, hasta las siete de la tarde. En total son 11.000 locales con 83.048 mesas electorales, a las que hay que sumar otras 3.440 mesas en el extranjero, donde vive un millón de peruanos con derecho a voto. Los primeros en poder votar, de hecho, fueron los peruanos residentes en Australia y Nueva Zelanda. «Voto porque pienso en mi país», dijo a Efe una de ellas, la septuagenaria Lilian Chávez, que lleva en Australia 46 años, que votó en Sídney.
La autoridad electoral animó a acudir a votar y pidió que se haga «con doble mascarilla, llevar su propio lapicero y acudir según el horario escalonado», para evitar contagios. «Nadie se puede quedar en casa. Concurramos masivamente a las urnas», pidió.
Ambos candidatos pasaron las últimas horas con su familia. El jueves cerraron sus campañas en Lima en mítines con centenares de seguidores amontonados, a pesar de los embates de la pandemia en Perú, que esta semana pasó a tener la mayor tasa de mortalidad del mundo por COVID-19 tras revisar sus cifras.
Fujimori, de 46 años, lidera desde hace 15 años el fujimorismo, una exitosa amalgama populista de conservadurismo moral y economía neoliberal que su padre instauró al frente del país entre 1990 y 2000. Castillo, de 51 años, concentra apoyo en las áreas rurales de las provincias del interior del país, entre ellas su natal Cajamarca (norte), donde votará antes de viajar a Lima a esperar los resultados.
DW