El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo que 1,3 millones de vacunas de China habían llegado al país sudamericano, que está listo para iniciar una campaña de vacunación en los próximos días.
El anuncio se produce cuando Venezuela, sumida en una crisis económica, experimenta una segunda ola de casos de Covid19 en medio de un sistema de salud débil y un lento despliegue de la vacunación.
“Han llegado un millón 300 mil nuevas vacunas para los venezolanos directamente desde China, un millón 300 mil, la llegada de vacunas va en aumento”, dijo el mandatario en una transmisión en vivo por la televisión estatal el domingo por la noche.
“Con todas estas vacunas ya se ha elaborado un plan que arranca mañana, para acelerar la vacunación”, agregó.
En Venezuela, con una población de unos 30 millones, ya han llegado 1,4 millones de vacunas de Rusia y China, según información del Ministerio de Salud.
Maduro dijo a principios de este mes que Venezuela tenía como objetivo que el 70% de su población estuviera vacunada para agosto, cuando estaba previsto que llegaran las vacunas rusas Sputnik Light de dosis única. No se ha anunciado si algunas de esas dosis ya han llegado.
“Lo que llaman la ‘nueva fase de vacunación’ es lo que debería estar sucediendo en una semana a partir de ahora hasta fin de año (un millón de vacunas semanales) para alcanzar la meta necesaria”, Julio Castro, experto en enfermedades infecciosas que asesora la oposición en temas de salud, escribió en Twitter.
El gobierno anunció en abril que había realizado un primer pago al sistema COVAX, que facilita el acceso a las vacunas a los países pobres. Ha rechazado dosis de la vacuna de AstraZeneca, citando efectos secundarios.
Posteriormente, los funcionarios confirmaron un segundo pago, pero aún no hay una declaración oficial sobre el progreso del pago y la llegada de las dosis.
Venezuela ha registrado 222,052 casos de Covid19 y 2.499 muertes. Los sindicatos e instituciones médicas argumentan que las cifras reales probablemente sean más altas debido a la falta de informes y las bajas tasas de pruebas.
Reuters