Luego de las cuestionadas «elecciones» que tuvieron lugar este 6 de diciembre en Venezuela, donde según reportes, alrededor de un 80% de los electores se abstuvieron de participar, Nicolás Maduro, dijo estar «preparado» para afrontar un nuevo proceso de «diálogo» con la oposición.
Antes, había prometido que si los representates del partido político al que pertenece no ganaban la mayoría en el Parlamento que intenta instaurar, él se retiraba de la presidencia del país, la cual asumió en 2018 y ha sido desconocida por unas 60 naciones en el mundo. Sin embargo, el llamado hombre fuerte de la cúpula de poder que encabeza Maduro, Diosdado Cabello, paralelo a las palabras de su superior, amenazó a la población de que quienes no acudían a votar, se quedarían sin comida.
En ese escenario de entredichos y con un porciento de participación que no rebasa según el estimado del oficialista CNE del 30% de la población, Maduro se ha vuelto a pronunciar sobre la supuesta voluntad de debate con las fuerzas políticas opositoras del país, que optaron por no participar en en el evento electoral convocado por el oficialismo debido a la falta de garantías.
Maduro ha dicho que está dispuesto a entablar conversaciones con todos los grupos políticos venezolanos, pero quienes siguen de cerca el acontecer de la nación sudamericana conocen que en todos los intentos de negociaciones que ha habido, la actitud de quienes representan al gobernante es la de no ceder a propuestas de salida consensuada y pacífica de la crisis.
Maduro, quien a pesar del rechazo interno e internacional, permanece en el poder desde 2013, ideo y estableció condiciones para efectuar las elecciones del domingo 6 de diciembre, para constituir un Parlamento paralelo a la Asamblea Nacional que fue electa por voto popular en 2015. Los recién celebrados comicios, además de tener una abstención del 69% votantes, no contaron con la participación de los principales actores de la oposición y además recibieron un fuerte rechazo internacional.
En medio de ese contexto adverso Maduro en rueda de prensa, hizo pública este martes una supuesta intención de negociar.
«Le aseguro al Gobierno noruego que estamos listos para participar en un nuevo diálogo para encontrar un camino democrático y pacífico para Venezuela», afirmó en referencia a las más recientes converaciones en las que el resultado ha sido nulo.
La Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y la Unión Europea se han negado a reconocer los resultados de las elecciones legislativas celebradas el domingo por estimar que no cumplen los mínimos democráticos.
En su calidad de jefe parlamentario, Guaidó fue reconocido como presidente interino de Venezuela por Estados Unidos y más de 50 países en enero de 2019, cuando Maduro asumió un segundo mandato que se extendería hasta 2025.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que votación del domingo «no cumplió con ningún estándar mínimo de credibilidad» y que «afortunadamente sólo engañó a unos pocos».
«Maduro manipuló descaradamente estas elecciones a su favor», dijo el secretario de Estado de EEUU.
«Instamos a todos los países comprometidos con la democracia a que se unan a nosotros para condenar la farsa del 6 de diciembre y apoyar a la legítima Asamblea Nacional y al presidente interino en el futuro», señaló el jefe de la diplomacia estadounidense.
Pompeo subrayó que las elecciones legislativas en Venezuela tuvieron lugar mientras «el régimen ilegítimo de Maduro asesina, tortura y encarcela sistemáticamente a sus oponentes», algo puesto de manifiesto, dijo, en informes recientes de la ONU, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y otros observadores independientes.
«Ni Maduro ni una nueva Asamblea Nacional elegida fraudulentamente representarán la voz legítima del pueblo venezolano, que debe expresarse a través de elecciones presidenciales libres y justas», enfatizó.
Estados Unidos dijo el lunes que continuará considerando a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, a pesar de las cuestionadas «elecciones» legislativas por cuyos resultados, Maduro quedaría en control total de las instituciones de ese país.
«Estados Unidos seguirá reconociendo al presidente interino Guaidó y a la legítima Asamblea Nacional», afirmó Pompeo.
Venezuela está sumida en una crisis política acentuada tras las últimas elecciones presidenciales, rechazadas por la oposición. Desde que el dirigente opositor Juan Guaidó asumió la presidencia interina en enero de 2019 obtuvo el reconocimiento de cerca de 60 países.
Maduro permanece en control del poder con el respaldo de las Fuerzas Armadas a pesar de que él y muchos de los altos mandos que le acompañan han sido señalados como prófugos de la Justicia estadounidense por nexos probados con el crímen organizado.
Europa Press