El gobierno de Donald Trump impondrá el pago de fianzas de hasta 15.000 dólares a extranjeros que soliciten una visa de turismo o de negocios para entrar al país, anticipó este lunes el Departamento de Estado
Una copia de la regla final temporal indica que el Departamento de Estado creará un programa piloto de fianzas para seis meses, “según el cual los solicitantes de visas tipo B-1 (viajes de negocios) o B-2 (turismo) de países con altas tasas de permanencia y que hayan sido aprobados por el DHS para una exención de inadmisibilidad, deberán depositar una fianza como condición para la emisión de la visa”.
La regla final “entrará en vigor 30 días después de su publicación”, prevista para este martes.
El Departamento de Estado dijo que el programa será aplicado en coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). “El programa piloto no tiene como objetivo evaluar si las fianzas serán efectivas para reducir el número de extranjeros que ingresan con visas B1/B2 y se quedan” indebidamente, indicó.
Entre los países con altas tasas de permanencia se encuentran Afganistán, Angola, Bhutan, Burkina Faso, Burma, Burundi, Cabo Verde, Chad, la República Democrática del Congo,Gambia, Irán, Laos, Liberia, Libia, Mauritania, Papua Nueva Guinea, Sudán, Siria y Yemén.
Los afectados
Los inmigrantes afectados por la nueva regla son todos aquellos extranjeros que:
Solicitan visas como visitantes temporales para negocios o turismo (B-1/B-2);
Son originarios de países con altas tasas de permanencia;
El DHS les ha aprobado una exención de inadmisibilidad.
Los extranjeros que viajan bajo el Programa de Exención de Visa (Programa de Visa Waiver —VWP—) “quedan fuera del alcance del piloto, ya que esos viajeros no solicitan visa para entrar a Estados Unidos”, advierte el Departamento de Estado.
El VWP permite la entrada al país de ciudadanos provenientes de 39 países que realizan viajes frecuentes a Estados Unidos por razones de turismo o negocios. Al ingresar reciben una autorización de permanencia de hasta 90 días al término de los cuales deben salir del país. Solo se otorgan extensiones en casos de emergencia, como por ejemplo una enfermedad.
El único país latinoamericano que forma parte del programa es Chile.
Según el Departamento de Estado el programa piloto fue diseñado para “aplicarse a ciudadanos de países específicos con altas tasas de estadía (personas que se quedan más tiempo del permitido) y sirve como una herramienta diplomática para alentar a los gobiernos extranjeros a tomar todas las acciones apropiadas para garantizar que sus nacionales salen oportunamente de Estados Unidos después de realizar visitas temporales
El programa tendrá una duración de seis meses y durante ese período los funcionarios consulares pueden requerir a los peticionarios de visas B1/B2 de no inmigrante depositar una fianza por un monto de $5,000, $10,000 o $15,000 como condición para la emisión de la visa.
“El monto de la fianza, en caso de ser apropiado, será determinado por el cónsul” que procese la petición de visa, agrega la norma.
“Muchos ya no vendrán”
El nuevo programa “afectará a muchas personas que vienen de visita para estar con sus familiares”, dice Álex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles (California). “Y muchas de esas personas vienen, no con la intención de quedarse, sino de cumplir con la ley y respetan el tiempo de estadía”.
“Ahora con esta nueva medida, muchos ya no vendrán porque si les piden el pago de la fianza no van a tener el dinero”, que en algunos casos puede llegar a los $15,000.
“No hay razón para que hagan esto. Pero obviamente antes de que este gobierno entregue el poder al presidente electo, van a tratar de implementar este tipo de medidas que el presidente electo de seguro las eliminará”, indicó.
La regla provisional asegura que la ley de inmigración “otorga autoridad a los oficiales consulares para el cobro de las fianzas por visa».
El programa forma parte de la política de tolerancia cero del gobierno de Trump.
Jorge Cancino/ Univisión