Darwin Chávez: Alejandro Betancourt ¿Pieza clave en la huida de Leopoldo López?

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AL CIERRE. Hay preocupaciones en la oposición, sobre todo en los diputados de la Asamblea Nacional que aún están en el país, por las amenazas del régimen de abrirles un expediente y quizás hasta detenerlos a partir del 5 de enero de 2021, cuando Maduro querrá imponer la nueva AN. Como lo hemos comentado en varias ocasiones, la estrategia de continuidad administrativa del actual Parlamento se verá afectada por la represión chavista.

LA HUIDA (I). Con muy pocas horas de diferencia, me ocurrió algo poco común en el oficio de periodista y es que tres fuentes distintas y sin conexión, me preguntaron por la misma persona: Alejandro Betancourt. Los tres con algunas diferencias de forma, más no de fondo, hicieron la misma pregunta: ¿Conoces a Alejandro Betancourt? A los tres les dije que sí y usted me preguntará ¿Quién es Betancourt?  Bueno, si usted quiere conocer más detalles de este personaje, los invito a leer este trabajo de los colegas de El Pitazo (LEA AQUÍ: http://ow.ly/FLsy50Chysa). Les adelanto que su verdadero nombre es Leopoldo Alejandro Betancourt López y junto a Pedro Trebbau López, Francisco Convit Guruceaga, Domingo Guzmán López, Francisco D’Agostino Casado y Orlando Alvarado fundaron la empresa “Derwick Associates” con la cual participaron en la millonaria repartición de dinero enmarcado en aquel plan eléctrico que puso en marcha Chávez. Betancourt al parecer es el cabecilla del grupo y tiene participación en diversas empresas. Es todo un multimillonario. Incluso se le señala de haber comprado la Finca “El Alamín” en Toledo, España, propiedad por la cual pagó más de €22,8 millones y que incluye un castillo y un palacete, con una extensión de 1.600 hectáreas. Ahora bien, ¿Por qué me preguntan por Betancourt? Porque este parece ser la pieza fundamental de la huida de Leopoldo López de Venezuela. Las tres fuentes afirmaron, con ligeras diferencias lingüísticas, que Betancourt era esa pieza, pero solo una me dio los detalles más amplios. Con base en lo recibido, todo indica que supuestamente Leopoldo Alejandro Betancourt López fue al autor intelectual de la salida del fundador de Voluntad Popular y coordinador del Centro de Gobierno del interinato de Juan Guaidó. ¿Cuál es la vinculación entre los dos Leopoldos? Aparentemente son primos y además al “bolichico” se le ha señalado desde hace meses de ser uno de los financistas del partido VP y fundamentalmente del huido. ¿Cómo, con quiénes y por qué se involucró Betancourt en el plan de huida? Para entender la respuesta a eso, primero hay que revisar los detalles de la huida de Leopoldo López, los cuales por cierto expliqué en mi columna del 28/10/2020 (LEA AQUÍ: http://ow.ly/R5NC50Chz7g). La salida del verdadero poder detrás del interinato de Guaidó era imposible, totalmente imposible, sin participación de altos personeros civiles y militares del régimen. ¿Cómo salir con tanta vigilancia física y electrónica del SEBIN? ¿Cómo no generar sospechas en su trayecto hacia La Guaira en medio de la poca cantidad de vehículos que circulan en las calles a causa del confinamiento y la escasez de gasolina? ¿Cómo abordar una lancha rápida desde las costas del litoral guaireño hacia Aruba sin ser visto? Nada de eso era posible sin apoyo desde el régimen y por eso desde el primer momento se pudo entender que Leopoldo tuvo apoyo desde el chavismo. Pocas horas después Nicolás Maduro mueve al general, Néstor Reverol, del Ministerio de Interior y Justicia al de Energía Eléctrica, lo que se inmediato generó la sospecha de qué este alto oficial había sido parte de la jugada que permitió la salida de Leopoldo. Luego su rol fue confirmado por las fuentes de inteligencia que consulté. Pero además se infiere que no solo Reverol tuvo participación, sino que había otros militares y civiles involucrados. Sin embargo, a pesar de que se pudo identificar a algunos de los participantes desde el chavismo, faltaba una pieza. ¿Cuál? El intermediario entre ambos bandos, porque por más conexiones que Leopoldo López y otros integrantes del interinato tengan con el oficialismo, faltaba un operador de mayor peso que pudiera unir los objetivos de ambos sectores y lograr una huida que fue curiosa, pero tampoco digna de una nueva versión de “Misión Imposible”. Esa pieza con el nombre del operador que actuó como intermediario aún estaba vacía, hasta que las tres fuentes preguntaron por Alejandro Betancourt. ¿Cuál fue el papel de este “bolichico” en la operación de huida de López? Se los cuento en la próxima parte de este comentario.

¿Y AHORA? Me tomó por sorpresa que haya tantos venezolanos que son militantes radicales del Partido Republicano, pero sobre todo fieles a Donald Trump. Esta es otra secuela de la polarización política que se enquistó entre los venezolanos y que ahora hizo metástasis con las elecciones en ese país. El extremismo a favor de Trump llegó a tal nivel, que las denuncias de fraude se multiplicaron en las cuentas de redes sociales de muchos radicales venezolanos. Inclusive tildaban de traidor a todo aquel que opinara en contra de sus aseveraciones. La descalificación por supuesto que también recayó en Juan Guaidó, cuando este felicitó al nuevo presidente de Estados Unidos luego de hacerse casi oficial su victoria. Ahora bien, esos extremismos no son importantes en el análisis de la era post Donald Trump, porque ya forman parte del folklore nacional. Lo interesante es ver la importancia que tendrá ese resultado electoral en el conflicto venezolano. En lo inmediato ralentiza la búsqueda de una solución a la crisis y lamentablemente prolonga la agonía. ¿En qué sentido? Que ambos bandos en pugna deben tener precaución en sus acciones y decisiones, esperando a ver cuál será el cambio que habrá en la estrategia hacia Venezuela. Aunque Biden no asume el cargo hasta el 20 de enero de 2021, a mi modo de ver obliga al oficialismo y la oposición a bajar la velocidad de sus planes. También por supuesto que corta cualquier expectativa de una pronta solución. En el sentido más pragmático, la gestión de Donald Trump queda desarmada ante temas claves como el de Venezuela, por lo que no podemos esperar nada más de ellos en lo que les queda de tiempo. Los precedentes obligan a la actual administración a consultar a la nueva en asuntos de interés nacional. En el caso del chavismo, es evidente que la victoria de Biden les favorece porque abre la posibilidad de usar vías políticas y diplomáticas para encontrar soluciones a la crisis venezolana, pero que además satisfagan, aunque sea en parte, sus intereses. De hecho, no me sorprendería que como gesto de “buena fe” decidan posponer las elecciones del 6D, para llamar la atención del naciente gobierno y así ganar posiciones. En el caso de la oposición que lidera Guaidó, les toca parchar los errores cometidos por algunos de sus miembros que se fueron de bruces haciendo campaña a favor de Trump, pero además adaptarse al nuevo estilo y enfoque. ¿Qué hará Biden en lo inmediato en el caso venezolano? Temo que muy poco. Inclusive más allá de lo inmediato, dudo que en los primeros 100 días de su gestión haya avances importantes, aunque ojalá me equivoque, porque Biden hereda un país dividido, pero además golpeado en lo económico y sanitario por los efectos de la pandemia. Además, en el inicio de su gestión siempre estará la sombra de las denuncias de fraude que ha gritado Trump, sin importar si finalmente puede probarlas. Frente a la realidad que recibe, Biden tendrá que tomar decisiones efectistas y efectivas en sus primeros 100 días que le ayuden a calmar los ánimos de los norteamericanos y Venezuela podría no estar dentro de sus prioridades. Con Biden podemos esperar resultados más a mediano plazo. A favor está que un venezolano como, Leopoldo Martínez, forma parte del Comité Nacional del Partido Demócrata y no podemos descartar que pase a formar parte del nuevo gobierno en los asuntos que tienen que ver con Venezuela. De lo que tengo pocas dudas es que el eje de las acciones de Joe Biden, enmarcadas en la política exterior delineada por el Senado, sería la negociación política y diplomática. Incluso tengo la percepción que podría retomar aquel plan de Barack Obama que incluía la solución al conflicto venezolano, dentro de los acuerdos que permitieron iniciar la normalización de las relaciones con Cuba. Recordemos que en diciembre 2014 comenzó un proceso para flexibilizar el embargo hacia Cuba y que luego permitió una histórica gira de Obama a Cuba. Hagamos un poco de historia. En Verdades y Rumores hicimos un amplio seguimiento de aquella normalización que había sido promovida por el Papa Francisco. Las conversaciones se realizaron, mayormente, en Canadá como territorio neutral e incluían el tema Venezuela. La idea era eliminar el embargo, llevar inversiones privadas norteamericanas a Cuba; pero a cambio los cubanos facilitarían una transición. Todo eso se acabó con la llegada de Trump quien no solo paralizó la eliminación del embargo, sino que además colocó más sanciones y limitaciones hacia la isla.  Al parecer, la idea del equipo de Biden es incorporar a socios confiables del chavismo en las negociaciones, o sea Cuba y Rusia, tratando de delinear esa transición que es tan necesaria en Venezuela; pero además unir esfuerzos con la Unión Europea buscando esa solución tan postergada. Pero, repito, no esperemos soluciones inmediatas porque Venezuela, al igual que lo fue para Donald Trump en los últimos meses, el conflicto venezolano no es una prioridad de primer nivel. Y le aclaro a los fanáticos de Trump que no tengo ni idea de si hubo o no fraude, pero además lo prudente es esperar si el aspirante a la reelección logra comprobar eso ante la justicia. Ni soy “Bidenista”, ni tampoco “Trumpista”. Solo soy venezolano y uno que además solo vota en Venezuela.

CONVERSACIONES. A finales de noviembre habrá en México importantes conversaciones en torno a la crisis venezolana. Al parecer no es una iniciativa del chavismo como conjunto, sino del “Madurismo” y todo está siendo coordinador por los hermanos Rodríguez. Me informan que no solo se trata de conversar sobre la crisis política, sino abordar también aspectos destacados de esa misma crisis como es el deterioro social y los problemas económicos. En esta iniciativa cuentan con el apoyo del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. ¿Será por eso que el INAC autorizó la reanudación de vuelos entre ambas naciones? ¿Participará la oposición? No tengo dudas que el sector supuestamente opositor enconchado en la “Mesita” va a participar, pero la pregunta más importante es si lo hará la coalición que lidera Juan Guaidó. ¿Cómo me enteré de las reuniones? Porque a un amigo que integra el entorno de Francisco Arias Cárdenas, embajador de Maduro en México, se le salió en medio de una conversación que sosteníamos. ¿Por qué eso es importante? Porque no hay, hasta ahora, anuncios públicos sobre esas conversaciones. Por lo comentado por mi amigo, infiero que posiblemente van a participar dirigentes de la oposición que encabeza Guaidó. No descarto que desde el gobierno interino envíen representantes, porque la victoria de Joe Biden cambia el panorama y se supone que la negociación política y diplomática sería el eje fundamental del nuevo inquilino de la Casa Blanca en relación con el conflicto venezolano. ¿Estará involucrada la Unión Europea? No se puede descartar. Hay que hacer una prudente aclaración: conversar no es negociar, ni tampoco es una traición al país. Nunca he satanizado las conversaciones, porque estimo que solo a través de la vía política es posible construir una salida al conflicto nacional. Tampoco critico que las conversaciones se mantengan en secreto, para evitar que sean contaminadas por una opinión pública tan tóxica como la venezolana. En lo que si estoy en desacuerdo, es que desdeñen de las conversaciones alegando cualquier cosa, pero bajo cuerda lo hagan. Ese camino nunca se puede desechar y menos ahora. Recomiendo a mis lectores que abandonen los extremismos, porque si no hay una salida militar a la crisis venezolana, ¿por qué desechar la idea de las conversaciones? Alguno alegará que dónde queda la justicia ante el desastre causado por el chavismo a todo nivel y mi respuesta es clara: conversar, negociar y posiblemente acordar no implica impunidad para todos. ¿Hay que ponerse un pañuelo en la nariz para encontrar una salida? Si esa es la alternativa más viable y quizás la única, ¿Qué piensa usted?

LA HUIDA (yII). Para entender el rol de Leopoldo Alejandro Betancourt López en la huida de Leopoldo López, hay que comprender la incidencia que ha tenido la detención en Cabo Verde del principal testaferro del “Madurismo” y de otros dirigentes civiles y militares del chavismo: Alex Naín Saab Morán. Con la caída en desgracia y la información que ha entregado, hasta ahora, el empresario colombo-libanés, las operaciones financieras de varios en el chavismo comenzaron a correr peligro. Recordemos que Saab Morán era quien manejaba esa compleja red de empresas, testaferros y cuentas bancarias que permitió esconder el dinero de muchos chavistas ante las investigaciones en EEUU y Europa. Una vez cae preso, esa red no solo queda sin coordinador, sino que existía el riesgo que las identidades de sus testaferros, empresas y las cuentas bancarias fueran descubiertas e incautadas. Frente a esa dura realidad, varios comenzaron a moverse buscando opciones. La salida más idónea era cambiar de testaferros y mover el dinero, con el fin de esconder la riqueza mal habida. Pero de esa decisión surgen varios problemas que debían resolver ¿Cómo hacerlo? ¿Quién o quiénes pueden hacer esas operaciones sin levantar sospechas? ¿Quién o quiénes tienen la capacidad de hacer esos movimientos? Y, sobre todo ¿En quién o quiénes confiar la jugada? Es ahí cuando, al parecer, surge el nombre de Alejandro Betancourt, ¿Por qué él? Porque el reúne varias cualidades que compaginan con lo que buscaban esos chavistas: experticia en operaciones financieras, vive en Europa y además lo conocían por sus negocios con el oficialismo. ¿Cómo entra en la ecuación la huida de Leopoldo López? Aparentemente, según una de mis fuentes, Betancourt López, como es normal, coloca una serie de condiciones para poner en marcha la operación de cambio de testaferros y traslado del dinero, entre las cuales estaba facilitar la salida de Leopoldo de Venezuela. Presuntamente Betancourt tenía el interés de ayudar a LL a salir, pero él no podía sacarlo del país y por eso necesitaba de la participación de altos jerarcas del chavismo, lo que consiguió y por eso se puso en marcha la huida. Una vez fuera de Venezuela, ya de lo demás se encargó Betancourt. Me aseguran que el avión privado en el cual llegó López fue puesto por el “bolichico”. ¿Alguien vio a Leopoldo abordando un vuelo comercial? De eso no hay nada y de hecho, el salió de territorio nacional, llegó a Aruba y de inmediato se fue a España con una rapidez que excluye la posibilidad de haber usado una aerolínea internacional, a menos que tuvieran todo milimétricamente coordinado. Cumplida una de las peticiones y con Leopoldo actuando en el exterior, es de suponer que la operación para proteger el dinero chavista sigue en marcha en Europa y Asia. Fin, por ahora, de la historia.

DESCALIFICACIÓN. Mis consecuentes lectores saben que desde hace meses tengo fuertes diferencias con el gobierno interino de Juan Guaidó, pero por eso no puedo justificar las acusaciones de traición que han lanzado en su contra, a raíz de su mensaje de felicitación a Joe Biden. Las relaciones diplomáticas entre naciones no deben tener color político, sino que deben estar enmarcadas en la institucionalidad. En el caso de la política hacia EEUU esta debe ser “bipartidista”, lo que implicaba no apoyar a Trump, ni tampoco a Biden, en la campaña electoral. El problema para Guaidó es que algunos de sus más cercanos, caso Roberto Marrero, hizo campaña a favor de Trump y eso fue un error. Fíjense que solo dos presidentes bien radicales, por cierto, son los únicos que no han reconocido la victoria de Biden que son Andrés Manuel López Obrador y Jair Bolsonaro. Aunque son de extremos distintos, ambos son impulsivos y actúan fuera de lógica. Alguno de ustedes podría alegar ¿Y si Trump demuestra el fraude y resulta el ganador? Sencillamente se reconoce que la institucionalidad de Estados Unidos funcionó y que la democracia da señales de buena salud. La política exterior no es de fanatismos y trincheras políticas, sino de institucionalidad y seriedad.

IRRESPONSABILIDAD. Mientras al resto del pueblo le obligan a respetar las medidas de confinamiento y restricción para combatir el Covid-19, a Omar Prieto no se le ocurrió otra brillante idea que realizar un acto de masas en el estadio Luis Aparicio, con el fin de adular a su protector político, Diosdado Cabello. Esa concentración de personas fue un foco de contagio enorme y ya están apareciendo casos de dirigentes e incluso candidatos enfermos luego del evento. Ni siquiera el hecho que hay varios aspirantes al Parlamento que han enfermado durante la campaña, detuvo la irresponsable conducta de Prieto. Ahí están los casos de Rafael Hernández y Damelis Chávez que incluso tuvieron que ser internados en una clínica. La cantidad de contagiados luego del acto sigue creciendo, pero mantienen los casos en estricto secreto y tampoco los ingresan a la estadística oficial de enfermos. ¿Por qué hacer un acto como ese en medio de una pandemia? Hay dos razones. La primera, que Omar Prieto necesita adular a Diosdado Cabello y nada mejor que hacer un evento masivo para demostrar que su “padrino” sigue siendo un líder en el chavismo, cuando DC en este momento enfrenta una caída en su poder interno no solo por su larga convalecencia por el Covid-19, sino porque redujeron su influencia militar cuando Maduro pasó a retiro a toda su promoción. Y la segunda, es que Omar necesita que su “padrino” lo apoye para intentar aspirar a la reelección el año que viene, lo cual, según fuentes chavistas, tiene cuesta arriba porque no parece contar con el apoyo en Caracas y por eso necesita “inflar” el ego de Cabello. En fin, todo lo que sea necesario para que Omar Prieto haga sentir a Diosdado como una estrella de cine y él pueda salvarse, se hará sin importar el costo sanitario.

DESMANTELADO. El partido Voluntad Popular en el Zulia sigue desmantelado, porque Lester Toledo se sigue llevando a su dirigencia para asumir labores políticas y administrativas en El Salvador. Se llevó a Ángel Machado, Efrendy Campos y a una dama de la Dirección Regional. Al parecer en VP Caracas no sabían nada, pero la información llegó a dónde tenía que llegar.

JUVENTUD. Interesante la propuesta que hizo el secretario juvenil del Partido Centro Democrático (PCD), Yohan Flores, de solicitar a los gobiernos de los países que nos respaldan en la lucha contra el chavismo que apoyen a los miles de jóvenes venezolanos que han emigrado, mediante la inserción en programas laborables y educativos. Indicó Flores que esa juventud no se fue porque quiso, sino que en Venezuela ya no tenían oportunidades de crecimiento: “Muchos son profesionales que están sobreviviendo de la economía informal, cuando esas naciones pueden aprovechar la calidad que de la mano de obra venezolana”. También la JCD pide flexibilizar los requisitos migratorios, para que esos jóvenes puedan legalizar su permanencia sin mayores dificultades en su intento por buscar futuro y progreso.

POCO APOYO. Tal como lo anuncié, siguen dejando casi solo al colega periodista, Roland Carreño, quien continúa injusta e ilegalmente detenido por el régimen. La decisión del cogollo de Voluntad Popular de bajar el tono se está cumpliendo, en represalia a la supuesta entrega de información comprometedora y que atenta contra los intereses del partido. Ya en las redes se consiguen pocos mensajes de apoyo real. Entre quienes aún le apoyan están el escritor Leonardo Padrón y el actor Héctor Manrique, quienes no son actores políticos. El respaldo partidista va en decadencia. A pesar de esa decisión naranja, es importante seguir exigiendo la liberación de Roland Carreño.

DENUNCIA. Recibo una grave denuncia contra el diputado “alacraneado”, Chaim José Bucarán Paraguán y su padre, Nelson Bucarán Deffendini. La denunciante es la abogada, Rosan Carolina Medina Grimón, con residencia en la ciudad de Anaco, estado Anzoátegui, quien mantuvo una relación en concubinato y luego matrimonio con Nelson Bucarán Deffendini por más de 20 años. La señora alega que como parte del “escrito de partición y liquidación de la comunidad conyugal amistosa” con el papa del “alacraneado” recibió una casa, 4 departamentos y un vehículo; los cuales ahora le quieren quitar con amenazas. La denunciante los acusa de violencia psicológica, acoso, hostigamiento, amenaza y violencia institucional. Al parecer el “alacraneado” se siente guapo y apoyado ahora que está ligado al chavismo.

NEGOCIO$ ROJO$. Mientras el régimen mantiene una posición extraña en relación con la dolarización del comercio en Venezuela, los que si no comen cuentos son los aliados de Omar Prieto y Willy Casanova, quienes no solo siguen instalando sucursales de sus supermercados, sino que además tiene casi que prohibido recibir bolívares en sus negocios. Hace algunos días uno de esos socios inauguró una comercializadora al mayor de alimentos en el Ferre Mall de San Jacinto y su publicidad solo coloca precios en dólares. Supongo que el guisador comunicacional del empresario también cobra en dólares.

RUMOR. Corre la versión sobre la supuesta renuncia de Gustavo Velásquez a Voluntad Popular, luego de haber renunciado hace algunos meses a la coordinación de la Comisión de Resolución de Conflictos (CRC), que es el tribunal disciplinario de ese partido. Tengo dos versiones. Una que confirma su retiro de la tolda naranja, como consecuencia de la polémica por el desacato del Equipo Nacional de Activistas (ENA) a la decisión de la CRC de expulsar al diputado Freddy Superlano. Mientras que otra fuente negó la versión y dijo que aún militaba en VP. Los escándalos de corrupción siguen minando la unidad y credibilidad de esta organización.

SALUD. La atención sanitaria en Maracaibo cada día es más complicada. No solo me refiero a los hospitales públicos colapsados por los casos de Covid-19, sino también a la mayoría de los centros privados que, por ejemplo, no tienen suficiente oferta de camas en sus unidades de cuidados intensivos. Lo peor es que algunas cobran altísimas sumas en dólares, que no son asequibles para la mayoría de la población marabina.

Darwin Chávez|@Darwinch857|[email protected]