La semana pasada la revista Foreign Policy y el centro de pensamiento Atlantic Council publicaron el reporte de PeaceGame Venezuela resultante de las simulaciones del escenario denominado: Colapso del Estado.
Este evento tuvo lugar en la capital de Estados Unidos el 2 de octubre de 2019 en la sede del Atlantic Council. Los participantes incluyeron embajadores, ministros, militares activos y en situación de retiro, y expertos de toda la región que participan directamente en la planificación de políticas y seguridad, y para quienes la crisis en Venezuela está impactando de forma directa.
La metodología de PeaceGame consiste en simulaciones en las que los participantes asumen roles. En el caso de Venezuela estuvieron representados el gobierno interino de Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro, Colombia, vecinos regionales (Brasil, Ecuador, Perú y Chile), Rusia, China, Cuba, grupos internacionales partidarios del gobierno interino, grupos armados colombianos (las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional), los colectivos, Estados Unidos, las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y la Comunidad del Caribe (Caricom).
El PeaceGame inició con la pregunta: ¿Qué pasará si la situación en Venezuela se vuelve verdaderamente catastrófica y se produce el colapso? desde el punto de vista interno, regional y global.
Es un escenario indeseable que puede desarrollarse ante la política de “máxima presión” de Estados Unidos al régimen de Nicolás Maduro y que adoptaría la Unión Europea, el sucesor de Chávez se quedaría sin acceso al sistema de pagos internacional para realizar las transacciones. Y, en consecuencia, se produciría un colapso político y económico del Estado, arrastrando sus instituciones. El embargo financiero también limitaría los flujos de las remesas, exacerbando la desesperanza de todos los venezolanos. Lo que fortalecería las transacciones en el mercado negro, el tráfico ilegal de bienes y las actividades criminales dentro y fuera de Venezuela. En este escenario, la simulación mostró que el gobierno interino, dirigido por Juan Guaidó, era incapaz de establecer el control en medio de este caos.
Dentro de este contexto, los distintos actores participaron en tres crisis simuladas: incremento del comercio ilícito; guerra irregular para controlar las rutas del contrabando; y la expansión de epidemias, como el sarampión, en la región.
Cada crisis presentó diferentes desafíos y produjo una serie de resultados inesperados. Lo que permitió a los participantes mirar la situación a través de las perspectivas de las otras partes involucradas y comprender más detalladamente los incentivos, en medio de las circunstancias cambiantes que presentó el escenario.
Los principales hallazgos que surgieron de los distintos simulacros fueron:
• El apoyo de Rusia y China al régimen de Maduro, y la falta de voluntad de ceder en el Consejo de Seguridad de la ONU.
• El papel que Cuba podría desempeñar como facilitador entre el gobierno interino y sus aliados, y el régimen de Maduro, China y Rusia.
• La insistencia de Colombia y Estados Unidos en la importancia de formar una coalición internacional para la intervención humanitaria.
• La voluntad expresada por parte de Colombia y Estados Unidos de realizar una acción militar, solo si es absolutamente necesario, aunque costaría integrar tal coalición.
• La velocidad y el grado en el cual Estados Unidos y los aliados regionales e internacionales ceden influencia en la región debido a la inacción, creando un vacío de poder para que otros actores intervengan.
• La necesidad de priorizar la ayuda inmediata a los migrantes y la de establecer una alianza cívico-militar para agilizar la respuesta.
• La posibilidad que tiene el régimen de Maduro para involucrar a actores no estatales como las FARC y el ELN como aliados políticos y socios para brindar ayuda a los migrantes.
• La capacidad de los actores no estatales (FARC, ELN, colectivos) para ganar poder en la medida que la situación se deteriora. Estos grupos aprovechan la crisis para aumentar su apoyo, legitimidad y fuerza de negociación a través de la entrega de ayuda.
• La incapacidad de la ONU para responder a la crisis humanitaria oportunamente, y la necesidad de realizar inmediatamente una acción coordinada entre los gobiernos, militares y ONG locales para proporcionar ayuda directa a los migrantes.
Asimismo, las simulaciones mostraron cómo el régimen de Maduro puede tratar de aprovechar su influencia y las medidas que podrían tomar las fuerzas democráticas de Venezuela, entre las que se encuentran:
• Los gobiernos y organismos que apoyan la presidencia interina de Juan Guaidó deben desarrollar un plan de acción coordinado y ágil, ahora que pueden prevenir o mitigar los impactos regionales y globales de un colapso del Estado venezolano.
• Las fuerzas democráticas en Venezuela deben ser estratégicas en la planificación de cómo mitigar la influencia de actores externos mal intencionados que podrían acelerar y aprovechar el colapso estatal.
Es importante evaluar estos hallazgos y recomendaciones a través de los hechos después de tres meses del ejercicio de PeaceGame Venezuela.
Maduro se refugia en Cuba para mantener el poder e incorpora al embajador de ese país en Caracas en el Consejo de Ministros. Mientras, Guaidó busca incrementar la política de “máxima presión” contra el régimen con la gira internacional.
Por lo tanto, si no se logra persuadir a los distintos actores -representados en el PeaceGame Venezuela- de la necesidad de construir una solución consensuada para una elección presidencial y parlamentaria tan pronto sea posible, el escenario será el no deseado: el colapso del Estado.