En Twitterzuela se libra una desigual batalla campal. La acentuada desproporción de los mensajes del chavismo con respecto a la oposición es corroborada en un estudio del observatorio de actividad digital Probox.
Venezuela es el primer país en la región que utiliza estrategias avanzadas como bots para posicionar sus mensajes en las redes sociales, advierte el Laboratorio de Investigación Forense Digital del Atlantic Council.
La «revolución bolivariana” utiliza Twitter para difundir sus mensajes, posicionarse como tendencia y “combatir” las informaciones que desean neutralizar.
Junto con China, India, Irán, Pakistán, Rusia y Arabia Saudita, Venezuela es uno de los siete países del mundo con mayor número de ciber-tropas para desinformar con impacto global, revela un estudio de la Universidad de Oxford.
En Twitterzuela se libra una desigual batalla campal. La acentuada desproporción de los mensajes del chavismo con respecto a la oposición es corroborada en un estudio del observatorio de actividad digital Probox.
Venezuela es el primer país en la región que utiliza estrategias avanzadas como bots para posicionar sus mensajes en las redes sociales, advierte el Laboratorio de Investigación Forense Digital del Atlantic Council.
La «revolución bolivariana” utiliza Twitter para difundir sus mensajes, posicionarse como tendencia y “combatir” las informaciones que desean neutralizar.
Junto con China, India, Irán, Pakistán, Rusia y Arabia Saudita, Venezuela es uno de los siete países del mundo con mayor número de ciber-tropas para desinformar con impacto global, revela un estudio de la Universidad de Oxford
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El 12 de agosto de 2019, #GuaidoYLosReales se hizo tendencia en Venezuela. En apenas dos horas 50 minutos se registraron 6.352 tuits donde se incluían estas palabras. Cuatro días antes, #VenezuelaResisteAlBloqueo produjo 7.227 trinos en menor tiempo.
Esto forma parte del “trabajo” que hace el gobierno de Nicolás Maduro dentro de Twitter para posicionar sus mensajes: unos de apoyo a la “revolución” y otros de ataque contra el resto de los actores políticos con el objetivo de confundir a la población a través de la difusión de mensajes tergiversados o falsos.
En Twitterzuela se libra una desigual batalla campal. Una tropa de cuentas de Twitter afines al gobierno de Nicolás Maduro disparan a diario miles de mensajes y etiquetas o hashtag que saturan esta red social, para neutralizar informaciones adversas e imponer mensajes a favor con el objetivo de desinformar e influir en la formación de opinión.
La acentuada desproporción de los mensajes del chavismo con respecto a la oposición en Venezuela es corroborada por estudios que se encargan de rastrear esas cuentas de Twitter llamadas bots que son programadas para replicar o ampliar mensajes difamatorios. En una relación de 97 a 3, entre el primero y el 15 de agosto de 2019, se detectaron 226.013 tuits generados por el Ministerio de Comunicación e Información (Minci) frente a 5.089 de la oposición, revela una medición de Probox, observatorio creado por investigadores venezolanos para el monitoreo y análisis de la actividad digital destinado a combatir la desinformación en la red.
Incluso, entre los usuarios de las redes sociales radicales del chavismo y de la oposición existe un amplio margen: un total de 35.157 tuits con etiquetas como #TrumpVerguenzaMundial y #ExiguimosAGuiadoPreso frente a 4.499 tuits con hashtag contrapuestos como #TrumpJaqueMateAlDictador y #ElTiempoDeActuarEsAhora.
Este bombardeo de tuits promovidos por bots o cuentas manejadas por personas que se comportan en redes como tales, ocurrió durante una quincena noticiosamente «tranquila» si se contrapone con el acelerado ritmo de acontecimientos que tuvo lugar en Venezuela en el primer semestre de 2019. A comienzos de agosto, corrían los días de las conversaciones en Barbados promovidas por Noruega para lograr una transición política en el país, que fueron suspendidas el 7 de agosto por el gobierno de Maduro tras el anuncio de nuevas sanciones de Estados Unidos contra la industria petrolera. El 8 de agosto, el gobernante llamó a protesta mundial contra Donald Trump y el bloqueo a Venezuela.
El oficialismo en Venezuela ha tomado las redes sociales como el campo perfecto para desinformar, opina Iria Puyosa, investigadora y consultora en comunicación política, opinión pública y estrategia web e investigadores del Laboratorio de Investigación Forense Digital y también investigadores de la Universidad de Oxford. Le permite difundir y posicionar sus mensajes, usando estrategias combinadas en las redes sociales con el objetivo de amplificar su contenido a través de usuarios que tienen características de cuentas automatizadas o que actúan como bots. Y lo hace teniendo en cuenta su nivel de penetración de Twitter en el país. Alrededor de 70% de la población confía en la social media y aplicaciones de mensajería para obtener información sobre la política nacional, según datos de una encuesta realizada por More Consulting en mayo de 2017.
En Venezuela, además de Facebook y aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, Twitter reúne la mayor cantidad de población (un millón 280 mil usuarios activos mensuales), que busca un contenido específico en esta red social, generalmente político.
En Twitter, los bots ayudan a difundir y amplificar los mensajes sean verdaderos o no, lo que influye en debates o creencias, “especialmente cuando las redes sociales son utilizadas en contextos complejos en los que los ciudadanos cuentan con ellas para recibir información sobre el acontecer nacional y mundial”, señala Probox.
En el escenario venezolano, Probox menciona que Twitter gana protagonismo frente a otras redes “debido a la censura comunicacional y el rol de los medios digitales para difundir información a los ciudadanos”.
Twitter es muy importante para Venezuela pues es una plataforma “fácil de manipular” a través de programas que permiten burlar sus algoritmos, afirma Luiza Bandeira, asistente de Investigación para América Latina del Laboratorio de Investigación Forense Digital (DFRLab, por sus siglas en inglés), una división del think tank Atlantic Council con sede en Washington.
Esa “manipulación” no es solo por el uso de bots, explica Bandeira. Los grupos de personas o usuarios también están involucrados en la actividad del gobierno de Nicolás Maduro para posicionar sus mensajes y tendencias.
En el DFRLab han logrado identificar que hay tendencias o hashtag –palabras clave más utilizadas en un plazo de tiempo concreto– que son creadas desde el gobierno. Algunos de los temas de interés de la “revolución bolivariana” también llegan a tendencias por los algoritmos de Twitter, comenta Bandeira, pues la APP hace un cálculo sobre el nivel de tuits y su desarrollo en el tiempo, con lo cual predicen el número de trinos que podría llegar a alcanzar determinada palabra.
Por eso se observa que hay tendencias en Twitter que apenas alcanzan los mil tuits, afirma la investigadora del DFRLab, al tiempo que destaca que son los algoritmos los que posicionan determinados temas que de otra forma no tendrían mayor difusión.
A pesar de ello, advierte que Twitter ha hecho cambios en su infraestructura que no permiten la automatización, lo que derivó en la suspensión o cierre de 1.196 cuentas creadas en Venezuela que la red social consideró como que parecían «involucradas en una campaña de influencia impulsada por el Estado».
El comportamiento de la cibertropa de Maduro en Twitter es de manual. Coincide con las instrucciones del Proyecto de Formación de Ejército de Trolls de la Revolución Bolivariana, creado por el Ministerio de Interior, Justicia y Paz en 2017 para “enfrentar la guerra mediática”. Allí se especifica los componentes que debe llevar un “ejército digital”, en el que se detalla, por ejemplo, que cada persona (cada celular) debe manejar 23 cuentas de las más importantes redes sociales (entre ellas 10 de Twitter). Para el momento de su lanzamiento, el documento indica que contaban con 500 cuentas de Twitter administradas mediante Tweedeck y resaltaban la importancia de crear “influenciadores” en las redes.
Investigación: Saraí Coscojuela y Luisa Quintero/ El Pitazo