Alexander Acosta: Америка

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Algunos me comentan que yo estoy obsesionado con la izquierda, que yo no creo que nada bueno salga de ella.

Claro que estoy obsesionado con la izquierda. Destruyó mi país, me hizo huir de él después de 19 años de lucha y ahora quiere posesionarse de América TODA, incluida NORTE AMERICA.

Luego de derrotarlos en los noventa (a la URSS), nos siguieron infiltrando lentamente, nos fueron cambiando los esquemas de valores, relativizaron todo y ahora, con los efectos de su cáncer, nuestra dirigencia ha mostrado una incapacidad suprema para poderlos entender y enfrentar a este enemigo, y prefieren negociar o venderse.

Presidentes a los que les están dando un Golpe de Estado piden perdón en medio del desarrollo de la campaña de Defensa de las Institucionalidad Democrática; mientras tanto, la Izquierda Global Asesina, representada en América por el Foro de Sao Paulo, mueve sus piezas en su propio país para devastarlo.

Un izquierdista prefiere destruir todo un país, con su gente incluida, antes que aceptar su derrota. A un izquierdista se le derrota cuando se le somete o se le abate. Para ellos no existe tal cosa como eso (la derrota). Si la sufren, la niegan en público, la transforman en una falsa victoria epopéyica, aprenden de ella, y continúan con su lucha por el Poder.

La lucha de un militante de izquierda es por el Poder, siempre por el Poder. Los pueblos son un medio para lograr su cometido. El discurso, la dialéctica un instrumento para someter a las masas; y si el discurso no convence, la violencia, su arma preferida, lo hará.

Entenderse y respetar a esta Izquierda Asesina Global, es como tratar de entenderse con un león hambriento, un esfuerzo inútil y suicida.

Con la izquierda solo vale la confrontación, con el objeto de su derrota. Quienes la enfrentamos, como quien afrenta una guerra, debemos ajustar nuestras escalas de valores, no por relativizarlos perse, sino para atender en su justa dimensión a tu enemigo.

Un ejemplo de ellos es la respuesta que ha dado el Presidente de Brasil al incendio de toda America; “si intentan hacer lo que están haciendo en el resto de América, estamos preparados”; y ante la victoria del bandido y la ladrona en Argentina, su respuesta fue magistral “no pienso felicitarlos, el pueblo argentino se equivocó”.

Bolsonaro sabe a qué se enfrenta y lo asume, no le huye. Otros presidentes han decidido ignorar la dimensión del reto, y sus gobiernos hoy tambalean.

Lo de Chile es patético y la respuesta de Piñera es peor. En vez de ubicar, detener y procesar a los responsables de la destrucción, se conecta emocionalmente con sus agresores y les pide disculpas. Grave error, inmensa demostración de imbecilidad mezclado con debilidad y cobardía; a la izquierda ni agua. Hoy Chile sigue incendiado y los terroristas pidiendo la cabeza de Piñera.

América está cayendo frente a los ojos de todos, y tan solo un gobierno les ha hablado con determinación, el gobierno de Brasil; los demás gobiernos tienen miedo de asumir su responsabilidad histórica.

Pronto los hispano parlantes deberemos aprender a hablar Ruso, pues nuestros gobernantes sin pantalones no terminan de entender que la izquierda europea quiere gobernar sobre toda América esclavizada, como lo hizo hace doscientos años… Rusia a la cabeza, ¡claro está!

“Америка”, ¡en ruso!