Elmundo.es: «bolichicos» escodieron fortuna con ayuda de empresario español

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Un grupo de venezolanos, que forman parte de los conocidos «Bolichicos» se cruzó en Madrid en el año 2011 con un español de nombre Albero Cortina, con quien logró esconder y proteger fondos obtenidos de los millonarios contratos adjudicados por la empresa estatal Petroleó de Venezuela en tiempos de Hugo Chávez Frías.

La denuncia del medio español indica que los primos venezolanos Alejandro Betancourt López y Pedro Trebbau López quienes compraron una lujosa finca llamada Castillo de El Alamín, en Santa Cruz del Retamar (Toledo), la cual se convirtió en la puerta de entrada de estos venezolanos en España.


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«Hoy, Cortina y los primos López van de la mano en los negocios, pese a que les separan 34 años de edad. Aquél tiene 72 y Betancourt no pasa de los 38. El empresario español, que fue condenado en 2003 por falsedad y estafa —el caso de los Albertos—, se ha convertido en socio incondicional de estos venezolanos y padrino empresarial» denuncia el diario.

Betancourt y Trebbau, propietarios de la sociedad española Derwick Associates International —registrada en 2011 y rebautizada con el nombre de Compañía de Inversiones Agrícolas Trieste—, aprovecharon la crisis patrimonial de Díaz Ferrán y compraron la finca por 22,8 millones de euros en 2012. Fueron tres las ofertas que se presentaron. Betancourt ofreció 25 millones. Una segunda oferta fue de 21,5 y una tercera, de 17 millones. Fuentes conocedoras del concurso señalan que Cortina estaba detrás de la segunda.

Fue Miguel Palomo Danko, hijo del fallecido Sebastián Palomo Linares, el que medió entre estos venezolanos y los administradores concursales de la empresa Pulpi —propietaria de la finca—. Según uno de esos administradores, consultados por este diario, antes de iniciarse el concurso, Palomo Danko le mostró un contrato de compraventa del inmueble firmado ya por Betancourt y Díaz Ferrán. Sin embargo, el contrato no prosperó porque el magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid, Javier Yáñez, encargado del concurso de acreedores de las empresas de Díaz Ferrán, acordó abrir el proceso de liquidación de la empresa y sacar la finca a subasta, que finalmente quedó en manos de estos venezolanos. Arrancó aquí una fructífera trayectoria empresarial entre estos bolichicos y Cortina, que dura ya ocho años.

El primer negocio entre los primos López y Cortina se gestó en torno al oro negro venezolano, precisamente, el mismo año en que estos jóvenes se encariñaron con la finca. En febrero de 2012 —un mes antes de que se cerrara la compra del inmueble—, el Gobierno de Hugo Chávez aprobó la constitución de la empresa Petrozamora, una sociedad mixta cuyo accionista mayoritario es PDVSA (Petróleos de Venezuela), con un 60% del capital, a través de Corporación Venezolana del Petróleo (CVP), y el 40% restante es de Gazprombank Latin America Ventures BV, empresa domiciliada en Holanda en 2011.

Cortina, Betancourt y Trebbau conformaron esta sociedad holandesa con financiación rusa. De hecho, el 51% de su accionariado es propiedad de Gazprombank y el 49% restante está en manos del español y los venezolanos, según confirmaron a este diario fuentes próximas a los empresarios y conocedoras de sus negocios, que pidieron quedar en el anonimato.